13 de Febrero, 2017

La versión renovada de un clásico australiano: cobertizos en madera local y vidrio

La oficina Warc Studio diseñó una ampliación que reinterpreta los cobertizos típicos de las casas de Melbourne recurriendo a una inusual elección de materiales. Combinando madera laminada de extracción local y grandes superficies de vidrio, dieron forma a un volumen que se conecta con el exterior de manera casi imperceptible.

 La compañía australiana Warc Studio recibió el encargo de renovar este típico inmueble de los años ’60 en un suburbio de la ciudad de Melbourne y proyectar una ampliación que la dotara de nuevos espacios con buena conexión hacia el jardín.

La estructura principal de la ampliación fue realizada en madera laminada, incorporando aleros profundos que protegen del sol estival. La forma de la nueva estructura está inspirada en las ampliaciones con tejado a un agua que se suelen ver en las casas de esta ciudad, pero lo inusual de su escala y materialidad le otorga un carácter singular.

“En este caso, optamos por yuxtaponer dos cubiertas inclinadas con distintas pendientes, a fin de formar nuevos espacios de estar que se extienden a todo el ancho de la parte trasera de la casa y se abren al jardín”, explicaron los arquitectos.

Combinando los dos techos en ángulo para formar una sola superficie, los arquitectos crearon un tejado a dos aguas de perfil asimétrico, bajo el cual instalaron ventanales que proporcionan amplias vistas al exterior.

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El encargo del cliente pedía minimizar el uso de material y los costos de edificación, a la vez que proveer una ampliación eficiente y coherente con la tipología de residencia familiar suburbana. Teniendo en cuenta esta premisa, Warc Studio propuso instalar un techo a dos aguas, que significó reducir la superficie del nuevo volumen en un 12% respecto de la alternativa con cubierta plana, creando así una envoltura más compacta. Como consecuencia de ello, la construcción de la ampliación requirió menos material y también disminuyó el espacio que sus habitantes necesitan calefaccionar en invierno y enfriar en verano.

Para la estructura se utilizó mayormente pino laminado de extracción local, por lo que se empleó apenas una mínima cantidad de acero estructural —mucho más costoso—. La madera fue simplemente teñida y usada en su estado natural, sin necesidad de aplicar revestimientos adicionales.

Las habitaciones dentro de la estructura original fueron refaccionadas y reconfiguradas en torno a un nuevo corredor central, a fin de mejorar las circulaciones y ofrecer una vista sin obstáculos desde la entrada de la casa hasta el jardín.

“Incorporamos una rampa de madera contrachapada que conecta y a la vez delinea la casa original de las nuevas adiciones, así como también un panel corredero que conecta las nuevas zonas de estar con el estudio”, detallaron los arquitectos.

Cobertizo australiano-10

La nueva sala de estar contiene un lounge rodeado por una banca de madera que se extiende a lo largo de dos de sus costados, un comedor en el centro y una cocina que incluye una isla revestida de cerámica. Amplios ventanales conectan la planta libre con una cubierta de madera en el exterior, a resguardo bajo el alero del techo. En la parte alta del cielo inclinado, una ventana sirve para liberar el aire caliente en verano y favorecer la ventilación.


Publicación original en Dezeen.com

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