Se trata de una novedosa solución constructiva utilizada en el sur de Argentina, que gracias a la ayuda de Corfo y Austral Incuba, pronto comenzará a implementarse en nuestro país.
Las máquinas ya están listas y alineadas. La materia prima, también. Y esta semana llegarán los expertos argentinos que habilitarán a los operarios chilenos para producir, de forma inédita, los primeros ladrillos de madera en territorio nacional.
El objetivo será construir, por primera vez en Chile, una casa piloto de casi 90 metros cuadrados utilizando este novedoso sistema constructivo. La gente podrá visitarla, conocer sus propiedades, sus ventajas y desempeño. Y si se anima, también podrá comprarla o encargar su construcción con planos propios.
El responsable de todo esto es Dovetail Patagonia Bricks, la empresa del ingeniero Roberto Sacconi que desarrolló ladrillos de madera encastrables para mejorar la calidad de las viviendas sociales, y que gracias a Corfo ─a través del Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE)─ y Austral Incuba, pronto tendrá su primera fábrica en Valdivia.
“Con estos ladrillos se aprovecha el 95% de la madera de releo, que en la actualidad se desperdicia, por lo cual es muy económico, facilitan la construcción, son antisísmicos y además la eficiencia térmica es muy considerable”, explicó Saconni a estudiantes y profesores de ingeniería de la Universidad Austral (ver más).
Los ladrillos se fabrican con madera natural sin tratar previamente. Luego, una máquina industrial especialmente diseñada los procesa y genera estas piezas de madera maciza que se encajan entre sí como si se tratara de un juego de Lego. Finalmente se impregnan con preservantes de última generación que no perjudican la salud ni dañan el medioambiente.
De esta forma, se pueden levantar construcciones durables que cuentan con gran solidez estructural y excelente desempeño acústico y térmico, según lo avalan los estudios realizados en las diversas casas construidas en Argentina. Además, al utilizar como materia prima el releo de los bosques y prescindir de herrajes, hace que este sistema sea eficiente y sustentable.
Los tiempos de construcción, por otra parte, también son menores ─una casa puede quedar completamente lista entre 60 y 90 días─ generando una disminución de los costos asociados.
En Chile, recién se están haciendo los estudios para certificar el desempeño de este sistema constructivo, pero ya se anuncia como una alternativa real para pensar en nuevas viviendas sociales, ya que cumplen con todos los requisitos necesarios de habitabilidad y seguridad, entregando además un espacio más cálido gracias a la madera.
Imágenes cortesía de Dovetail Patagonia Bricks
