Construir un nuevo lenguaje arquitectónico, contemporáneo y poético, que se integre al paisaje y entre en diálogo con la naturaleza. Esas son las premisas con las que trabaja la arquitecto chilena Cazú Zegers –premiada este año por el ARCVISION, el Pritzquer de las mujeres arquitectas, como la segunda mujer arquitecta del mundo– quien utiliza la madera como elemento principal.
Su acercamiento a este material fue fortuito, “como todas las cosas importantes en la vida”, dice. Y explica: “Mi primera casa me la encargaron en el Lago Ranco, donde el uso de la madera era evidente. En ese momento jamás imaginé lo poderoso y noble que podría llegar a ser ese material. Esa casa fue la casa CALA, Gran Premio Latinoamericano de Arquitectura en la Bienal de Buenos Aires de 1993”, dice con orgullo.
Otro de sus proyectos destacados es el Hotel Tierra Patagonia, seleccionado por el Colegio de Arquitectos y la Oficina de Arquitectos Asociados entre las 12 obras chilenas de arquitectura en madera de la Semana de la Madera 2016, además de haber sido reconocido como “Best Hotel of the Year” –por Wallpaper Magazine– y “Best Resort”, por Travel & Leisure Magazine. “En ese caso la lenga –dice Zeegers– era el material del lugar. No podría haberlo hecho con otro material. No tenía sentido”.
Definitivamente. Lo mejor es la madera para construir. La que tiene más nobleza, belleza y resistencia es la madera la nativa. Pero tuve que romper muchos mitos en torno al uso del material y la forma de usarlo.
Sí, en Chile principalmente. Se asocia a lo precario, entendido no como virtud sino como pobreza, pero está cambiando.
Ahora hay más arquitectos construyendo en madera, con sistemas mixtos, usándola mucho como revestimiento exterior. También se enseña más en las escuelas, hay nuevas tecnologías…Y la madera, en vez de aparecer precaria, aparece como un material que da bienestar, es sustentable y tiene muy buen comportamiento frente a un sismo. Se está comenzando a percibir como un material de mucha nobleza.
Toda mi obra en madera es una exploración sobre el uso del material. Obviamente, la casa CALA es la que yo nombro como mi casa-tesis. También está la casa del FUEGO, por su arrojo. Esa casa es completamente redonda, y vencí el prejuicio de que, por ejemplo, la madera no se podía usar de manera curva. La casa GRANERO explora lo esencial, es la síntesis de lo que entendemos por casa y el uso de un único material como la madera. La casa ESMERALDA –casa de madera suspendida por una polarización de hormigón– es una bisagra a mi nueva obra, como lo fue la CALA en su momento.
Es una pregunta muy amplia. Personalmente creo que la arquitectura es un acto de transformación social. Le dará lugar a la nueva forma de vivir del hombre: Sustentable, colaborativa, reciproca, inclusiva.
Absolutamente, sobretodo la madera nativa. Creo esencial volver a reforestar con madera nativa más adecuada y resistente al lugar y al clima. La madera nativa es a su territorio, lo que el terroir es al vino.
Imágenes cortesía de © Cazú Zegers Architecture