16 de Mayo, 2017

“Celebrating nature”, la muestra chilena que cautivó en el Salón Satélite de Milán a través de la mesa y el banquete

Con objetos de madera y metal la Escuela de Diseño de la Universidad del Desarrollo representó  por tercera vez a nuestro país en este prestigioso evento.

Cada año, diseñadores de todo el mundo se congregan en un sólo lugar a conocer lo último, lo mejor y lo más novedoso de su disciplina. Se trata del Salón del Mueble de Milán, evento que por una semana revoluciona por completo esta histórica ciudad.

Aquí sólo caben los diseñadores y empresas de diseño más prestigiosas y reconocidas del mundo. Sin embargo, desde hace unos años se lleva a cabo también, de forma simultánea, el Salón Satélite, una instancia de vanguardia que busca darle un espacio a diseñadores emergentes y nuevos talentos.

Bajo la consigna “20 Years of New Creativity”, el Salón Satélite celebró su vigésimo aniversario con elocuencia y Chile no se quedó fuera de esta fiesta, pues la Escuela de Diseño de la Universidad del Desarrollo fue la única escuela de diseño chilena que representó a nuestro país en Milán.

“Es la tercera vez que nos invitan”, dice orgulloso Yerko Tank, profesor y diseñador a cargo la muestra. “En general las escuelas de diseño son invitadas una vez, y el hecho de haber sido invitados por tercera vez como universidad es un privilegio pero al mismo tiempo una confirmación de que las cosas se están haciendo bien”, agrega.

Al parecer, explica Tank, el foco puesto en las tecnologías y el emprendimiento, además del diseño, está dando resultados. “Se trata de ver el diseño y su enseñanza no como algo ensimismado sino con un objetivo, que es participar de la vida de las personas a través de un emprendimiento o de una función económica, es decir, instalar el diseño como un agregador de valor real. Y para agregar valor, se necesita innovar. Y para innovar, hay que detectar lo que las personas necesitan”.

Reportaje_CelebratingNature2

Y ese círculo virtuoso es el que propuso la Escuela en esta ocasión, con 23 objetos en madera y metal que innovaban tanto en lo constructivo y como en el diseño mismo. Así nació “Celebrating nature”, una muestra que se hizo cargo de todo el acontecer en torno a la mesa, desde el acto de comer hasta el hito del festejo.

“Es una situación cotidiana y transversal para todas las culturas”, explica Tank. “Y era interesante pensar que la mesa, la comida y el banquete, si bien son algo cotidiano, al mismo tiempo pueden llegar a ser sublime. Por eso desarrollamos objetos de uso cotidiano para una ocasión especial en la mesa”, comenta.

Los objetos fueron desarrollados por estudiantes de cuarto año que tenían el desafío de crear un verdadero sistema entre los distintos elementos de un banquete, considerando que la mesa integra platos de distintos tamaños, alcuzas, copas, vasos, cubiertos, saleros, fruteras, etc., hasta recrear a la familia completa.

Para ello usaron como método el prototipado permanente, con casi 40 pruebas evolutivas de la forma y la función por cada objeto antes de llegar a la síntesis final, los cuales fueron presentados en una teatral puesta en escena.

Reportaje-Celebrating-Nature

Una estructura liviana hecha de madera y vacío sirvió de soporte, mientras que un entramado suspendido en el aire sirvió de iluminación. El resto del espacio se cubrió con un telón de fondo, en donde los objetos resaltaban como únicos protagonistas.

Tank aclara que tanto la mesa como la lámpara carecen de masa, pese a ser un volumen considerable de 4,20 metros de largo por 1,20 metros de ancho y 75 centímetros de alto. “Teníamos que lograr que este gran volumen final fuera muy compacto y pudiera ser trasladado desde Chile hacia Milán en una o dos maletas de viaje”, cuenta.

Para lograrlo se inspiró en los sistemas de ensambles y estructuras arquitectónicas compuestas, en donde una gran viga puede estar formada por varias piezas más pequeñas.

Algunos de los objetos ya están de vuelta en nuestro país, otros fueron comprados en Milán. Y es que, aún con procesos artesanales de producción, los objetos alcanzaron una muy buena factura y calidad, algo que sin duda no pasó inadvertido en la feria.

“La señal que queremos transmitir es que hacer diseño puede ser fácil, está al alcance. No es necesario ser contratado por una empresa grande como la IBM para empezar a trabajar como diseñador”, concluye Tank.


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