29 de Agosto, 2016
En 2014 Corfo comenzó a implementar una metodología para potenciar catorce sectores económicos por medio de la inversión pública en un plazo de 10 años. Dicha metodología comprende, en primer lugar, la realización de un estudio de brechas y luego, la elaboración de una “Hoja de ruta” que define etapas y acciones concretas para el corto, mediano y largo plazo.
El sector de la construcción fue uno de los que se decidió intervenir a través del Programa Estratégico Nacional en Productividad y Construcción Sustentable, más conocido como “Construye 2025”. El objetivo que se propuso en el largo plazo esta iniciativa fue “transformar la forma de construir edificaciones en Chile para mejorar la productividad de la industria de la construcción en toda su cadena de valor y generar un cambio cultural en torno al valor de la sustentabilidad, considerando el impacto del ciclo de vida del inmueble y el bienestar de las personas”.
En ese contexto, se determinó que la madera, como material de construcción, podía jugar un papel clave en este proceso, tanto por sus ventajas medioambientales como por su potencial para incrementar la productividad del sector.
Así nació el “Programa Estratégico de Especialización Inteligente para la Industria de la Madera de Alto Valor” (PEM), que busca impulsar la productividad y competitividad de la industria secundaria de la madera en Chile basado en las pequeñas y medianas empresas madereras distribuidas en cuatro regiones del país: Maule, Biobío, La Araucanía y Los Ríos.
El gerente del programa, José Pablo Undurraga, explica que el concepto de “productividad” se refiere al potencial que tiene la madera para desarrollar con ella sistemas constructivos industrializables. Es decir, “que se pueda llegar con una solución constructiva directamente a la obra, en menor tiempo que cualquier otro material alternativo o de la competencia, como el hormigón y la albañilería”. La idea, dice, es que el 80% de la construcción se industrialice en plantas y que solo el 20% del montaje se haga in situ. Esto hace que el proceso sea más eficiente y genere menos desechos o mermas.
Otro eje estructural que aborda el programa es la normativa. “Hoy en día los diversos sistemas constructivos en madera que existen en el mundo permiten atender desde uno hasta cinco o seis pisos. En Chile, debido a la normativa, solo podemos llegar hasta tres, pero estamos trabajando en esa línea para permitir la construcción a media altura”, agrega Undurraga.
Por último, el programa busca perfeccionar el actual modelo de certificaciones, con el fin de generar un sistema que dé confianza al consumidor respecto de la calidad del producto que está comprando. Una medida que, por lo demás, contribuirá a mejorar la posición de la madera chilena en el exterior.
Existen, además, otras iniciativas para potenciar la industria, como la de comisionar la construcción de viviendas sociales y edificios públicos en este material para estimular su uso entre los privados.
La ejecución del programa comenzó en enero de 2016 y contempla el seguimiento por parte de un consejo directivo formado por veinte personas provenientes tanto de la academia como de los sectores público y privado, y del cual Madera21 es miembro asociado. “Es una experiencia inédita dentro de la industria de la madera que se haya logrado conformar una mesa de este tipo, con participación tripartita”, asegura Undurraga. “Se ve que hay un norte claro y que se han generado espacios de confianza. Da lo mismo si la empresa es grande o chica. Todos están alineados con un mismo objetivo y un programa así debiera tender a continuar en el tiempo”, concluye.
Dos son las metas que guían esta hoja de ruta para la industria de la madera. La primera es incrementar el uso de madera en la edificación de viviendas en Chile. “Hoy se construye un 15% en este material”, afirma José Pablo Undurraga. “La idea es llegar a un 20% para 2025”.
La segunda meta es incrementar en un 30% las exportaciones en productos madereros con valor agregado. Esto supone, por una parte, que la materia prima que salga del aserradero sea de mejor calidad. Pero también añadir valor a complementos de la construcción, como pisos, revestimientos y otro tipo de aplicaciones (molduras, pisos, paneles, entre otros).
Ver más sobre: