23 de Noviembre, 2016
67 institutos, 24 mil investigadores y un presupuesto superior a los dos mil millones de euros. Esas son las cifras que maneja el reconocido Instituto Fraunhofer de Alemania, la organización de investigación aplicada más importante de Europa.
Como si fuera poco, desde 2010 está presente en nuestro país con dos centros de excelencia en I+D de Corfo: el centro de Biotecnología de Sistemas y el Centro de Tecnologías para Energía Solar. Y ahora, Fraunhofer Chile Research inicia lo que ha denominado el “Proyecto Madera”.
Para ello, trabaja en conjunto con el Instituto Fraunhofer WKI ─especializado en el desarrollo de nuevas tecnologías para productos en base a madera─ y Madera21, asociación de la cual pasaron a ser sus nuevos socios.
Como un primer paso para acercarse a la industria, el director del Instituto Fraunhofer WKI, Bohumil Kasal, se reunió el lunes con representantes del sector y el martes con estudiantes en el Centro de Innovación UC. La idea era mostrar los últimos avances de la investigación en madera, que va desde el análisis químico de sus componentes hasta la creación de nuevos productos.
Entre los ejemplos más destacados que presentó Bohumil Kasal, están la “espuma de madera”, un producto natural y ligero que promete revolucionar la industria de los embalajes y las espumas poliméricas sintéticas. Compuesto básicamente de aire y madera, la patente de la idea fue presentada recién en agosto del año pasado y sólo eso bastó para obtener uno de los galardones de “tecnologías verdes” más prestigiosos de Europa, el GreenTec Award.
Otra de las aplicaciones interesantes de la madera que se están investigando es en el ámbito de la seguridad vial, con barreras de contención para autos que logran disipar la energía de un choque muy eficazmente, flexibilizando su estructura sin romperse para volver a su estado original.
También los productos resistentes al fuego deslumbraron a la audiencia, con videos que demostraban claramente cómo la madera es capaz de permanecer íntegra pese a la acción de las llamas. Lo mismo ocurrió con los sistemas en altura, que resistieron sin problemas las pruebas sísmicas aplicadas evidenciando una vez más el excelente comportamiento de la madera en este ámbito.
Otro eje clave que el Instituto está explorando es el área de los adhesivos, con trabajos para reducir las emisiones de formaldehido y compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés), además del reciclaje de desechos de muebles para la manufactura de tableros.
Con todo esto, la industria chilena de la madera se prepara para incursionar en otras aplicaciones, que buscan posicionar al sector como uno de los más relevantes del país y referente de la región.
Ver más sobre: