24 de Febrero, 2017

Crean en Massachusetts un versátil campo de juego para niños

Diseñado por Matter Design, esta entretenida propuesta invita a los niños a saltar, gatear y volar con una estructura de madera segura y estimulante.

Son volúmenes entrelazados de madera que crean un verdadero patio de juego. Allí los niños pueden trepar, saltar, correr, gatear y esconderse. La idea fue desarrollada por Brandon Clifford de Matter Design y Michael Schanbacher de Proyectos de FR | SCH.

Ubicada en un suburbio de Massachusetts, la estructura de juego se emplaza en un área compartida por los residentes del vecindario de Lexington, un desarrollo moderno de mediados de siglo establecido por The Architects Collaborative (TAC) en los años 50.

“TAC concibió el barrio como un experimento y la comunidad, deseando mantener vivo el espíritu experimental, pidió una estructura que fuera segura y estimulante para los niños”, aseguraron Clifford y Schanbacher. “Querían algo que desafiaría a los niños sin elementos singularmente funcionales”, agregaron.

El dúo consultó a los posibles usuarios del proyecto ─los niños locales─ durante el proceso de diseño.

Reportaje-PlayGround-2

La estructura de juego está formada por una serie de secciones cuboides revestidas con la misma madera de color claro. Estos elementos se encajan y conectan en varios puntos, creando rutas con obstáculos de cuerda para ser conquistadas a lo largo del camino.

Una de las cajas forma un puesto de observación alto, mientras que otra provee un punto de salto para una red elástica de 20 metros. Debido a la pendiente, la estructura también crea una especie de refugio en uno de sus extremos, mientras que en otro los niños son invitados a escalar.

“Diseñar una estructura de juego destinada a los niños es un proyecto único y desafiante”, dijo el dúo. “Si bien existen estándares irreducibles que gestionan la accesibilidad y la función en la vida cotidiana de los adultos, el juego no es estándar ni estrictamente funcional”.

Sin pretender limitar el acceso a ninguna parte específica de la estructura, se sugieren posibles entradas con gráficos coloridos de la diseñadora Johanna Lobdell. En estos puntos, los usuarios pueden desplazarse a través de un tubo vertical o levantarse en una repisa, mientras que los elementos arquitectónicos en otros lugares como escaleras y puertas no conducen a ninguna parte.

Estas decisiones producen desafíos cada vez mayores para los niños, mitigando el riesgo para acceder a las distintas áreas sin restringirlos por completo. De esta forma, los niños más grandes suben mientras los más jóvenes gatean por debajo.


Escrito por Dan Howarth para Dezeen.com

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