5 de Diciembre, 2017
En la región del Maule se da forma a un proyecto que beneficiará a 60 familias de la comuna de Constitución a través de un subsidio rural. En su mayoría se trata de trabajadores del vivero Quivolo, de la empresa Forestal Arauco, y vecinos del sector de Putú, todos con acceso al subsidio rural DS10.
La iniciativa se enmarca en el proyecto habitacional Plan de Viviendas que impulsa Arauco y que esperan sea replicado por otras empresas del país. Todo empezó tras la propuesta hecha en enero por Arauco, luego vino la investigación en terreno para abrir paso a su diseño que partió en marzo de este año. Fue aprobado por la comunidad y ahora los involucrados esperarán los resultados de la revisión que realizará el municipio de Constitución, además del Ministerio de Vivienda y Urbanismo una vez que se presente el anteproyecto a dichas entidades.
El conjunto habitacional fue diseñado por un equipo de arquitectos e ingenieros de la Universidad de Talca quienes trabajaron en un modelo constructivo de vivienda social completamente de madera. “Trabajamos con madera toda la estructura, los revestimientos exteriores e interiores, incluso el mobiliario básico es de placas en base a madera. Es interesante, ya que por primera vez el subsidio va a estar en el ámbito rural para subsidiar una vivienda 100% de madera y altamente sostenible desde el punto de vista climático”, detalla Germán Valenzuela, académico de la Universidad de Talca, encargado del proyecto.
Una de sus principales características es el espacio, ya que se trata de una vivienda que rodea los 80 metros cuadrados, superando así los 65 mínimos que considera la norma. Por otra parte, la materia prima destaca por un mejor aislamiento y la ingeniería explota la eficiencia energética e iluminación gracias a su orientación hacia el norte, todo apropiado al régimen climático de la zona centro costa de la región del Maule, pero que se extiende a la sexta y séptima región.
“Con una tecnología relativamente simple, lo que destaca es el diseño espacial. La idea es que la casa tenga buena iluminación natural, buena aislación y orientación. Nos estamos valiendo de las buenas condiciones climáticas que tiene la zona central, particularmente en la costa”, indica Valenzuela. Al ser casas eficientes energéticamente, podrían adosar luego otros subsidios de energía solar o calefacción de agua, mientras que el prototipo tendrá paneles solares y termopaneles en toda la cristalería de la vivienda.
La madera, proveniente de la empresa forestal, llegará desde un terreno ubicado a 2 kilómetros del área de construcción, estrategia que bajará los costos de traslado. La mano de obra, en tanto, será local, lo que permitirá abaratar los costos y generar empleo en la región.
“Tengo la impresión de que lo interesante de este proceso es que hemos tenido la posibilidad de realizar el proceso completo, desde el diseño hasta la construcción. Eso también es una innovación importante”, agrega Valenzuela.
En cuanto al subsidio, se trata de unas 1.200 UF por familia. Son 60 casas que arrojan 75 UF en el proyecto total, incluyendo compra de terrenos, urbanización y construcción de todas las viviendas. Una gestión que tiene como premisa entregar más metros cuadrados de terrenos que el mínimo que supone la norma. El encargado del proyecto añade que “la gente que tiene ahorro podrá acceder a una vivienda ampliada, entonces la idea no es gastar menos sino que gastar todo pero hacerlo bien, de esa forma conseguimos el mejor loteo, además de buenos espacios públicos porque nos estamos jugando por áreas verdes más grandes y mejores”.
Según explica Valenzuela la idea de la universidad es aportar con este diseño a una reflexión necesaria. “En general la vivienda social se ha preocupado mucho y muy bien del número, pero la calidad del diseño y la sostenibilidad de esos diseños es muy baja. Los conflictos que hoy tenemos son con las viviendas sociales que ya se han entregado en términos de construcción de guetos, particularmente en zonas rurales, y urbanas. Estamos analizando conflictos de la vivienda social y estamos tratando de aportar a partir de este subsidio. Lo único que estamos esperando para el disparo de largada es la entrega de los subsidios al grupo de familias”.
Este proyecto habitacional de madera y de corte social será el primero de subsidio rural. Y si bien han ingresado otros, ninguno está en construcción, por eso esperan comenzar la ejecución en marzo y posicionarse como el primer conjunto habitacional de subsidio rural construido en la región y el primero en madera.
Para el encargado del proyecto los involucrados tienen en sus manos un desafío importante. “Es necesario posicionar a la madera como un material noble. Socialmente no están instaladas las bondades que tiene la madera sobre otros materiales y me parece que hay una oportunidad gigantesca como industria. Hay que considerar que la construcción en madera genera mucho trabajo en mano de obra calificada, entonces genera un círculo virtuoso entre diseño, construcción, el tema ambiental, calidad de vida y solución energética. Me parece que todavía se puede más y en la medida que vaya funcionando vamos aprendiendo todos”, concluye el experto.
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