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Eduardo Wiegand: “Las ciudades compactas de madera parecen ser una forma viable”

Actualmente, los principales materiales de construcción utilizados en la industria de la construcción son el hormigón, el acero y la madera. Desde el punto de vista de la sustentabilidad, existen cuatro diferencias importantes entre ellos.

Primero, la madera es el único material de los tres que es renovable; segundo, la madera necesita solo una pequeña cantidad de energía para ser extraída y reciclada en comparación con el acero y el concreto (pero la implementación de su potencial aún no está tan desarrollada); en tercer lugar, la madera no produce residuos al final de su vida útil, ya que puede reutilizarse muchas veces en varios productos antes de descomponerse o utilizarse como combustible; y cuarto, la madera absorbe grandes cantidades de carbono de la atmósfera (un árbol puede contener una tonelada de CO2) y el carbono absorbido permanece incrustado mientras la madera esté en uso.

Considerando que el 36% de las emisiones totales de carbono en Europa y el 39% en Estados Unidos durante la última década provino de la industria de la construcción, la materialidad de las construcciónes debería ser una prioridad para las regulaciones de los gobiernos en el futuro como medidas frente al calentamiento global.

La cantidad de CO2 en la atmósfera y el nivel de emisiones de carbono de las grandes economías en todo el mundo son cuestiones importantes que deben resolverse con urgencia para evitar catástrofes climáticas más grandes y frecuentes en el futuro.

La regulación actual en varios países de la Unión Europea (UE), que está incentivando el uso de materiales renovables en los edificios, muestra la dirección que debe seguir la industria de la construcción en muchas otras partes del mundo. Si estas medidas se adoptan en toda la UE y más allá habrá significativamente más madera en las ciudades.

Ciudades compactas: la solución

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Sin embargo, aunque el uso de la madera es uno de los mecanismos más efectivos para reducir las emisiones de CO2 en la construcción de edificios, existen otras consideraciones que deberían tomarse a diferentes escalas del entorno construido.

La densidad de la ciudad, por ejemplo, está directamente relacionada con las emisiones de carbono. Es un hecho que las ciudades densas son significativamente más sostenibles que las ciudades extendidas; por lo tanto, un camino hacia formas de vida más sustentable podría ser la planificación y regulación de ciudades compactas de madera.

Pero una ciudad densa necesariamente requiere la construcción de edificios de gran altura, lo que plantea desafíos a las tecnologías de construcción de madera, ya que la madera se ha utilizado tradicionalmente en edificios pequeños donde las demandas estructurales son menores. La durabilidad de la madera debido a la descomposición por humedad y fuego también ha sido un problema para las estructuras de madera. Afortunadamente, se están desarrollando nuevos productos en base a madera que son estructuralmente más fuertes y duraderos, sin ningún tipo de complicaciones de humedad y resistencia al fuego.

Estos nuevos productos permiten construir edificios de gran altura, convirtiendo la madera en una alternativa viable y conveniente a los materiales tradicionales de construcción de gran altura, como el hormigón y el acero. Sin duda, la tecnología de la madera seguirá desarrollándose a lo largo de este camino, posibilitando la construcción de rascacielos en el futuro.

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A pesar de que la innovación material y las nuevas tecnologías han aumentado significativamente la durabilidad de la madera, todavía hay personas que argumentan que el acero y el hormigón son mucho más duraderos y, por lo tanto, más sostenibles. No obstante, la dificultad de reutilizar estos materiales es un problema.

Hoy en día, las ciudades son muy dinámicas y cambian constantemente. La vida promedio de un edificio no es tan larga como lo era en el pasado. Un estudio de edificios residenciales en Reino Unido afirma que el 46% de las estructuras demolidas tenían entre 11 y 32 años de edad en el momento de su demolición. El mismo estudio muestra que en Japón, la vida útil típica del edificio de oficinas es de entre 23 y 41 años. La información es muy similar en muchos otros países del mundo.

En las circunstancias actuales, los edificios de acero y hormigón están constantemente produciendo residuos (edificios demolidos), lo que significa que sus propiedades de durabilidad son una desventaja a la luz de la demolición “temprana” de una cantidad considerable del entorno construido.

Por otro lado, la madera puede reutilizarse o reciclarse fácilmente, o incluso utilizarse como combustible al final de su uso para fines de construcción. Esta energía puede usarse para calefaccionar otros edificios o para producir otros productos en base a madera. De esta manera puede convertirse fácilmente en un material neutro en carbono.

Los edificios de madera de gran altura necesitarán el desarrollo de nuevos sistemas estructurales si la industria busca la construcción de estructuras de más de doce pisos.

Los nuevos sistemas estructurales están comenzando a utilizar una amplia variedad de productos de madera, aprovechando las cualidades y propiedades de cada uno para las diversas funciones que requieren los sistemas estructurales.

Un rascacielos es una estructura muy compleja y no puede construirse usando exclusivamente madera, por lo tanto, es probable que en el futuro los sistemas estructurales serán mixtos, pero siempre buscando usar la mayor cantidad de madera posible y disminuir la cantidad de acero y hormigón.

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Productos en madera

Hoy en día, los productos en base a madera más utilizados disponibles en el mercado son madera laminada encolada (Glulam), madera contralaminada (CLT), madera de chapa laminada (LVL), madera laminada de filamentos (LSL) y madera paralela de filamentos (PSL) .

El Glulam se produce pegando láminas de madera, creando un material compuesto homogéneo sin limitaciones de ancho y largo. Debido a esto, es posible estandarizar la calidad de la madera y desarrollar estructuras de madera con precisión de ingeniería, proporcionando así una alternativa ecológica al acero y al hormigón.

El CLT es un panel compuesto de varias capas individuales pegadas entre sí a 90 grados. La deformación vista en madera maciza debido a variaciones en las condiciones de humedad es prácticamente inexistente en el CLT. Dicha estabilidad da como resultado tolerancias para aplicaciones de construcción de prefabricación, que permiten construir con la misma precisión que el acero y el hormigón.

El LVL se produce utilizando capas delgadas de chapa de madera blanda pegadas juntas y generalmente orientadas en la misma dirección. Puede ser muy fuerte en la dirección longitudinal paralela a las fibras de madera, y favorece grandes dimensiones para pisos, techos y paredes, columnas y vigas.

El LSL es similar al LVL pero en lugar de capas de chapas finas está hecho de capas de astillas de madera prensados con adhesivo. Finalmente, el PSL se fabrica a partir de hebras orientadas en la misma dirección y se combinan con adhesivo para formar tacos de gran formato. Se usa en aplicaciones donde se necesita un alto esfuerzo de flexión y compresión.

La importancia de una buena gestión de los bosques

Todos los productos de madera disponibles en el mercado, generalmente, se utilizan para diferentes partes de edificios, cumpliendo funciones particulares de acuerdo con las características y propiedades específicas de cada producto.

Pero todos estos productos requieren grandes cantidades de madera, y existe preocupación de muchas personas sobre el abastecimiento de esta materia prima.

Es imprescindible una buena gestión para poder mantener el área de nuestros bosques sin dejar de utilizarlos intensamente para la construcción. Las mejoras en silvicultura y genética han aumentado la productividad y lo harán aún más en el futuro.

Hoy en día, la utilización de árboles jóvenes permite fabricar una serie de productos de ingeniería muy resistentes a partir de piezas pequeñas de madera (como los expuestos anteriormente en la nota). Además, este tipo de materia prima es aún más sustentable, ya que los árboles absorben CO2 más rápido en sus primeros años, por lo que se absorberá más carbono en la madera si los árboles son talados jóvenes y reemplazados rápidamente.

Si los bosques están bien gestionados y la tecnología continúa desarrollándose, la industria forestal podría cubrir de una manera sustentable la demanda de madera sin problemas.

En conclusión, los desafíos del calentamiento global y las emisiones de CO2 deberían resolverse de manera parcial a través de la densificación de las ciudades que usan la madera como el material primario de la construcción.

Para lograr esto, los sistemas estructurales y los productos en base a madera deben continuar desarrollándose, y la industria forestal debe estar preparada para responder a una mayor demanda de material en el futuro, lo que puede lograrse aumentando la productividad y la eficiencia de la producción de este recurso renovable.

Las ciudades compactas de madera parecen ser una forma viable y efectiva de crear un entorno construido sostenible en el que viven muchas personas. Sin embargo, la adopción de la construcción con este material en los centros urbanos tiene que ocurrir más rápido que en la actualidad.

Esto es posible solo a través del aumento de las normas y regulaciones que promuevan el uso de la madera como material de construcción y el desarrollo de nuevas tecnologías innovadoras, con el fin de combatir el calentamiento global.


Publicado originalmente en ArchDaily.com

 

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