29 de Enero, 2018
Acero, pallet, madera reciclada, esos son parte de los elementos que dieron vida a una renovación del Colegio Subercaseaux. El establecimiento se arriesgó con materiales alternativos y fue Cercha la empresa constructora que llegó hasta la comuna de San Miguel, región Metropolitana, para ejecutar una idea no solo arquitectónica sino también educativa.
Y es que Cercha, creada en 2006 por el arquitecto Felipe Carrasco, se ajustaba a la iniciativa: impulsar la sustentabilidad y educar a las nuevas generaciones al fusionar las técnicas del pasado con una mirada innovadora. “En el Colegio Subercaseaux, por ejemplo, entendimos como fundamental el concepto educativo como es reciclar y reducir, por lo tanto utilizamos los pallet bajo ese criterio”, explica Carrasco.
En Chile, para usar correctamente la madera en aplicaciones estructurales, se debe cumplir con ciertos requisitos. Sin embargo, un material que a primera vista podría parecer sencillo también trae la necesidad de experimentar e investigar nuevas estrategias constructivas que aún no están normadas.
Así, por ejemplo, en el proceso de Cercha apareció la utilización de aditivos como lacas para tratar la madera, conocimiento nuevo que aprovecharon de aplicar en dos salas del colegio, suspendidas por un parrón, y que trabaja de manera bio climática para generar sombra.
Gracias a la estrategia aplicada la nueva estructura cuenta con un 35% de ahorro energético con respecto al edificio original del establecimiento. Una vez concluido el edificio se transformó en una vitrina para que otros interesados pensaran sus construcciones con Cercha y para que la empresa lo utilizara de guía para los proyectos que siguieron.
Cercha se ha volcado cien por ciento a la madera reciclada. Luego de realizar su especialización de arquitectura sustentable en Australia, Felipe Carrasco decidió plasmar lo aprendido en una iniciativa que gira en torno a la arquitectura sustentable.
“Hemos entendido que para poder hacer un proyecto sostenible y por lo tanto sustentable, en términos generales la madera reciclada es uno de los elementos que al darle un segundo uso disminuimos la huella de carbono”, señala Carrasco.
Y aunque la madera reciclada toma un nuevo impulso con Cercha, lo cierto es que todavía se encuentra a una escala incipiente. “Reciclar, reducir y reutilizar al final termina siendo la clave de la arquitectura que nosotros queremos aplicar. La madera reciclada en Chile es un tremendo tema que se abrirá ante el inminente agotamiento de ciertos recursos naturales”, agrega el arquitecto.
El equipo se posiciona como pionero en el uso de la madera reciclada. Llevado a un punto de vista arquitectónico y estético se ha transformado en un “caballo de batalla” en los últimos años. Y en el camino han encontrado con dificultades, ya que en la madera de baja denominación se disparan los costos en el proceso de impermeabilización.
De ahí la necesidad de generar conocimientos cruzados. Para Carrasco un pilar es conocer los sistemas constructivos según la ubicación geográfica. “Es una economía de recursos que tiene que funcionar cooperando entre distintas ramas”.
Y en ese vínculo que se genera con el trabajo diario encontraron en Algarrobo una antigua técnica de carpintería: mezclar latex blanco con cera de abejas, repelente natural del agua que sella el poro de la madera sin que pierda la humedad interior.
Ese conocimiento sostenible local se mezcló con el trabajo ya aplicado por la empresa, el conocimiento adquirido en Australia sobre la técnica japonesa Shou Sugi Ban, que consiste en quemar las capas superficiales de la madera entre 3 a 4 milímetros. Es un proceso en el que han profundizado en los últimos meses al descubrir los distintos niveles de acabado para impermeabilizar la madera.
Al hablar de madera carbonizada o quemar la madera para impermeabilizarla según el tipo de proyecto, Carrasco señala que todavía no se ha transformado en una tendencia local. “Técnicamente si se busca a nivel de nuestra competencia tengo entendido que nadie más la utiliza. Es importante entender que aquí no hay ninguna innovación porque esta técnica la utilizaban nuestros ancestros hace cien años en Chile, sobre todo de los sectores sureños y pre cordilleranos, porque ante la ausencia de una buena manera de impermeabilizar la madera, se quemaba para evitar cualquier tipo de infestación de algún agente cilófago o agente de descomposición de la madera”.
El proceso comienza con la elección de la madera, ya que no todas responden de la misma forma a este tratamiento de quemado. Le sigue entender el ambiente o entorno climático en que se utilizará la madera para elegir un material que tenga las mismas características y así comenzar con el quemado superficial, que evitará daños por humedad y la protegerá ante el fuego.
El último paso es la terminación con el cepillado de la superficie de la madera hasta llegar al tipo de quemado que se busca. Para terminar aparece la cera virgen de abeja mezclada con trementina, como un sistema de acabado superficial que se utilizaba ancestralmente.
Ese proceso y preparado no solo se aplicó en aproximadamente 700 metros cuadrados del Colegio Subercaseaux, también ha sido parte de otras cuatro viviendas en que se utilizó el Shou Sugi Ban, que se ha transformado en la técnica estrella a la hora de hablar de mantención de madera. “La característica más importante de Cercha es que exploramos en distintas técnicas constructivas ancestrales o vernáculas para hacer nuestra vivienda, además de sustentable, sostenibles. Finalmente lo que generamos es una investigación de técnicas constructivas que permiten llevar esto de manera sostenible en el tiempo”, concluye Felipe Carrasco.