2 de Abril, 2018
Está ubicado en Oslo y ha sido calificado como el aeropuerto más verde y ecológico del mundo, gracias a su nueva terminal hecha en base a piedra y a madera, proveniente de bosques, que han sido cultivados de manera sostenible. Esto se suma a la incorporación de tecnologías que promueven la eficiencia energética del edificio.
La última terminal del aeropuerto de la capital noruega fue abierta al público en abril de 2017 y permitió aumentar la capacidad del edificio a 32 millones de pasajeros por año. Fue diseñada por el estudio de arquitectos Nordic que tuvo la importante misión de reducir en un 50% el consumo energético de toda la construcción.
Una de las características que lo hacen único en el mundo es que su nueva terminal es el primer edificio de aeropuerto en obtener el sello de excelencia en la clasificación BREEAM, un método que permite conocer el desempeño ambiental de las construcciones.
“Además de ser un material de alta eficiencia energética, la madera le da a la terminal una identidad muy nórdica. Después de una era en la que la mayoría de los aeropuertos se parecen, es momento de destacar esos elementos que pueden darles a los viajeros un sentido de que están en un sitio específico, con su propia identidad local”, afirma Bjørn Olav Susæg, de Nordic.
Otro edificio que también destaca por un amplio uso de la madera es el Aeropuerto Internacional Mactan Cebu, en Filipinas, que en 2018 abrirá una nueva terminal construida en base a este material sostenible. La ampliación abarcará una superficie de 65.000 m2 y tendrá la forma de una ola creada a partir de vigas de madera laminada arqueadas.
Una de las principales novedades del proyecto es que se constituye como la estructura más grande hecha en base a Glulam, madera laminada encolada. Así se utilizarán cerca de 4.500 m3 de este material que ha sido producido por Rubner Holzbau, la compañía alemana líder en la construcción de edificios en madera.
Además de los ejemplos anteriores, es posible mencionar otros ejemplos como el Prince George Airport, ubicado en la Columbia Británica de Canadá. Este edificio fue construido en 1970 y posteriormente ampliado, por The office of mcfarlane biggar architects + designers, quienes dieron un amplio uso de la madera ya que existía una necesidad de que representara a la comunidad en la que está situado, donde la silvicultura es una actividad predominante. De esta forma, la ampliación considera una estructura levantada en base a postes y vigas de Glulam. Ésta última se obtuvo de madera de abeto Douglas.
El estudio de arquitectos también ha realizado remodelaciones en madera de otros aeropuertos canadienses como el Canadian Rockies International Airport, que mezcla el material con amplios ventanales de vidrio y el Aeropuerto Internacional Fort McMurray, donde destaca la estructura de madera maciza en el techo.
Chile también cuenta con algunas de estas edificaciones en madera, como el aeródromo Desierto de Atacama donde se usó el material para fabricar la cubierta, a la que luego fue aplicado un revestimiento metálico.
Esta estructura fue construida con vigas de 30 metros de madera laminada y evoca un ala suspendida en el viento. Una de las principales novedades es que la cubierta es un caso único en Chile, porque fue íntegramente hecha en base al material.
Finalmente, otros aeropuertos en Chile que también han incorporado madera es la ampliación del terminal aéreo Carriel Sur, ubicado en la ciudad de Concepción. Aquí se utilizó pino radiata para techos y muros en el primer y segundo nivel.
Imágenes: Aeródromo Desierto de Atacama /Aeropuerto Concepción