16 de Mayo, 2018
El estudio francés Odile Guzy Architectes ha desarrollado un proyecto de viviendas sociales en la ciudad de Chalon-sur-Saône, al sur este de París, que está conformado por una hilera de casas pareadas y un bloque de departamentos. Todos cuentan con fachadas de madera que se extienden hasta formar pantallas solares con listones.
El proyecto fue realizado para OPAC Saône & Loire, una organización de vivienda social que tiene como objetivo proporcionar alojamiento de alta calidad y bajo costo a las personas en la región oriental de Francia.
Así, el estudio, fundado por Michael Guzy y Julien Odile, basó el diseño en las tipologías arquitectónicas que prevalecen en los suburbios de la ciudad, que incluyen departamentos, casas unifamiliares, casas pareadas y viviendas sociales de baja altura.
Conforman el proyecto 26 viviendas en total, divididas en 20 departamentos y una fila de seis propiedades juntas entre sí y situadas a ambos lados de un callejón central con un jardín.
En respuesta a las dimensiones restringidas del sitio y el tejido urbano cercano, los arquitectos propusieron un plan que proporciona variaciones en la densidad y en la privacidad, a medida que los edificios se extienden desde la calle.
La entrada al condominio conduce a un estrecho espacio destinado como estacionamiento junto a garajes existentes. Por su parte, el bloque de departamentos se levanta de tal forma que coincide con las alturas de los edificios vecinos.
Los espacios incorporados en la estructura rompen la masa total. De esta forma, lo que resulta es una transición más permeable y acogedora desde el estacionamiento hasta el callejón central, que se puede ver desde la calle.
“Los vacíos ayudan a crear una secuencia de diferentes experiencias a medida que avanzas por el sitio”, explica el estudio y señala: “ésta puesta en escena se prolonga a través del uso de pasarelas y escaleras externas que ofrecen vistas distantes y marcos notables hacia la ciudad”.
El callejón central es pavimentado y conecta las dos partes del proyecto. Pero, además, crea otra área abierta que desempeña una función social importante y permite que se incorporen jardines al proyecto.
Por otra parte, frente de los departamentos se dispuso una zona de gravilla donde se plantaron abedules, mientras que una línea de arbustos crecerá rápidamente para proporcionar privacidad a la hilera de casas.
Cada una de las casas tiene un pequeño jardín orientado al sur, que está conectado a una sala de estar protegida del sol por un prominente toldo hecho de la misma madera de listones que las fachadas.
El informe de diseño del proyecto establecía que la construcción de madera debería usarse en todas partes. Para reforzar este enfoque sostenible, los arquitectos revistieron los edificios completamente con tablillas verticales.
El material de revestimiento entrega a las superficies exteriores un ritmo que continúa a través de los lados de los balcones, donde los listones están separados para permitir la vista, mientras protegen los interiores del sol directo y dan privacidad a los departamentos.
Por otra parte, los techos de las casas están revestidos de azulejos que completan un patrón de diamantes de colores que ofrece un alegre contraste con los edificios monótonos circundantes. Dicho diseño hace referencia a techos encontrados en históricas construcciones en Borgoña, lo que ayuda a crear un vínculo significativo con la historia de la región.
Texto original por Alyn Griffiths para Dezeen / Fotografías de David Foessel.
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