Joaquín Rosas pensó en Chile a través de sus personas, así es como llegó a Tagua, un trompo hecho en base a madera con el que fue uno de los finalistas del Concurso Diseño Marca Chile. Además de este proyecto, el diseñador nacional también ha creado otros objetos de este ya que para él es representativo de la cultura nacional.
Pueblo, personas, cobre, política, cultura, madera, Chile. Esos son algunos de los conceptos que forman parte del brief que el diseñador nacional, Joaquín Rosas armó para elaborar un producto que representará al país. Esto, para participar en el reciente Concurso Diseño Marca Chile, organizado por Chile Diseño e Imagen de Chile.
Así, Joaquín llegó a un trompo, un juego típico que ha traspasado diversas generaciones y que, para él era justamente el reflejo de las personas. “Ahí hice la analogía con el chileno. Hice la relación con el trompo porque el chileno se cae, se levanta, le gusta bailar, saca la vuelta”, explica Rosas.
De esta forma, a partir de madera de Roble y cobre diseñó con un torno de precisión “Tagua”, un trompo que resultó ser uno de los finalistas del concurso. “Además de ser un objeto lúdico que se basa en la simple acción de observarlo girar, también se le vincula al uso popular que tenía en aquellas décadas pasadas lideradas por los que hoy tienen más de 40 años desde una perspectiva nostálgica y desde la memoria retrospectiva, que hoy está en pleno revival”, reseña la explicación del proyecto.
Pero además de Tagua, Joaquín ya había experimentado con la madera anteriormente. Así, por ejemplo, en 2013, en base a instrumentos antiguos como la guitarra, diseñó “Wood Music”, un parlante hecho en base a madera de pino, en el que se puede introducir un teléfono y que sirve para amplificar más de 13 decibeles.
¿Por qué con madera? El diseñador asegura que, además de ser un material más accesible ya que se trata de pino sellado, éste también permitía que las ondas rebotaran mejor. Junto con esas características, Joaquín destaca que la madera aporta una serie de beneficios al diseño de productos. De esta forma, además de ser parte de la tradición de nuestro país y estar en el imaginario chileno, la madera aporta nobleza y sustentabilidad. “Un proyecto de éstos te puede durar para toda la vida, es resistente y durable. En caso de botarlo, es biodegradable”, sostiene.
Joaquín Rosas actualmente se encuentra desarrollando un nuevo proyecto en madera, que espera que se encuentre finalizado en 2018. Se trata de “Chile en miniatura”, donde tomó la geografía del país para dar vida a distintas ciudades hechas en base a pequeñas piezas de madera, de 10 cm como tamaño máximo. “Creo que es una buena forma de reflejar los íconos tangibles que uno tiene, que no son muchos. Y en este formato de miniatura se alcanza a reflejar bien una ciudad, con esta forma sintetizada”, explica.
