24 de Julio, 2018
En medio de los humedales de Harbin, una ciudad que se ubica al noreste de China, se levanta un moderno edificio que, sin duda, genera un abrupto quiebre con el espacio. Son curvas que se desplazan y levantan para dar vida Harbin Opera House.
El proyecto fue terminado en 2015 y es parte del complejo artístico del Harbin Cultural Island. Estuvo a cargo del estudio MAD Architects, reconocidos a nivel mundial por diseñar arquitectura futurista. La construcción es una respuesta “a la fuerza y el espíritu de la naturaleza virgen y el clima gélido de la ciudad norteña”, afirman los arquitectos.
Son cerca de 85.000 m2 de una estructura que está conformada por tres espacios. Un teatro con capacidad para 1.600 personas, otro para 400 y una plaza pública. Por fuera, todo está cubierto por formas ondulantes conformadas por paneles de aluminio blanco. “Tenemos la visión de Harbin Opera House como un centro cultural del futuro, un espacio público dramático que encarna la integración de los recursos humanos, el arte y la identidad de la ciudad mientras se mezcla de forma sinérgica con la naturaleza que lo rodea”, señala uno de los arquitectos.
Sin embargo, uno de los aspectos que más destacan del proyecto es el interior, ya que una importante masa de madera con formas curvas da vida a los espacios, tanto aquellos de espera y tránsito del público como a una de las salas de concierto. Según han señalado los arquitectos, han intentado emular un bloque que se ha erosionado de manera suave.
Así, por ejemplo, para acceder al teatro más grande que está totalmente cubierto de madera, desde el hall de entrada, es necesario recorrer amplias escaleras del mismo material. Ese bloque, en el interior, contrasta con paredes blancas y una fachada compuesta por amplios ventanales que conforman los laterales del teatro y luego una masa ondulante de cristal que envuelve parte de los espacios y se alza hasta la parte superior de la estructura.
La madera de fresno de Manchuria, fue utilizada en toda la estructura del gran teatro.
Así, reviste tanto en el escenario como en los asientos, paredes y techos. Al igual que en la parte exterior del mismo, la madera también se muestra suavemente erosionada y, así, entrega una gran acústica a un espacio cálido y acogedor. Todo este espacio, a su vez, parece estar iluminado naturalmente gracias a una claraboya que se ha ubicado en la parte superior de la estructura.
Por su parte, el teatro más pequeño también recibe luz natural desde el exterior, pero esta vez por parte de un amplio ventanal que se ubica al fondo del escenario. A diferencia del anterior, la madera no fue utilizada en grandes proporcionan y solo destacan algunas partes de los asientos.
Finalmente, la tercera parte de la estructura, la plaza pública, ofrece un área para diversas actividades al aire libre. Dicho espacio, también se constituye como una plataforma donde es posible observar la ciudad.
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