13 de Septiembre, 2018
Cerca de 40 mil asistentes, más de mil participantes en los más diversos seminarios -con expositores nacionales e internacionales- y más de 100 proyectos Arquitectura, Diseño, Ingeniería e Innovación. Esas son algunas de las exitosas cifras que dejó la última edición de la Semana de la Madera, un evento que desde 2006 se ha propuesto poner en valor y mostrar la versatilidad de la madera en diversos ámbitos.
Sin embargo, para llegar a esto, la Semana de la Madera ha hecho un largo camino. Hace ya 12 años este evento partió como un modesto concurso para estudiantes de Arquitectura que poco a poco fue creciendo hasta que, en 2012, se incorporó por primera vez una convocatoria exclusiva para estudiantes de Diseño. Y luego, en 2014, se sumaron los concursos de Ingeniería e Innovación.
Y si bien los concursos son el corazón de la Semana de la Madera, y con un público ávido por conocer las bondades de este material, diversas actividades se fueron incluyendo a su cada vez más nutrido programa.
Junto con ello, distintos espacios de la capital fueron acogiendo este evento a lo largo del tiempo. Primero fue Matucana 100, luego el Centro Cultural Estación Mapocho y ahora el Centro Cultural Gabriela Mistral.
Las cifras de visitas también hablan por sí solas. Si en 2015 el récord de visitas fue 8.500, en tres años esta cifra se ha quintuplicado. Aun así, los números no son lo único que cuentan y es por eso que cada versión ha marcado un hito en el mundo de la madera.
En 2016 el foco estuvo puesto en la sustentabilidad de este material y por eso las convocatorias de los concursos estuvieron centradas en los jardines infantiles y salas cuna, generando una sinergia entre las propuestas de los estudiantes con las necesidades del país.
Pero eso no es todo. Ese año la gran novedad fue que por primera vez los estudiantes tuvieron que exponer sus proyectos ante el jurado, lo que resultó ser un interesante ejercicio de aprendizaje y retroalimentación, dándole un sello formativo al evento.
Los seminarios también se robustecieron, con distintos expositores internacionales como “cabeza de serie” en cada bloque temático. Así, por ejemplo, Elisa Strozyk, en diseño textil, sorprendió a los asistentes con sus vestidos de madera, mientras que Brian Court comenzaba sutilmente a instalar el tema de la construcción en altura con este material.
Sin embargo, era necesario llegar a un público más amplio y diversificar aún más las temáticas relacionadas con la madera.
Con el objetivo de fomentar una mirada crítica sobre las ciudades del futuro, la madera en el espacio urbano fue el énfasis de la convocatoria 2017. En esta ocasión, el evento se trasladó por primera vez al GAM y desde allí quiso invitar al público a sumarse a esta fiesta.
Con el lema “La madera sorprende”, y con Michael Green como expositor destacado, sin duda la gente fue cautivada por las infinitas posibilidades de este material.
La participación del público fue clave. Por primera vez la muestra “Hecho en Chile, hecho en madera” tuvo una convocatoria abierta para emprendedores y diseñadores y por primera vez, también, se lanzó el concurso “El público elige”, con dos convocatorias distintas, una destinada a premiar lo mejor de la arquitectura en madera y otro para destacar la madera en nuestra vida cotidiana a través de la fotografía.
Con cifras de visitas y satisfacción del público y expositores cada vez más altas, el evento se propuso un importante desafío para su nueva edición: alcanzar su internacionalización.
La versión 2018 estuvo marcada por instalar el tema de la bioeconomía en el centro de la discusión, obligándonos a repensar nuestro actual modelo y pensar en alternativas más sostenibles con el planeta.
Así, el expositor que llevó adelante esta bandera fue el director del Instituto Forestal Europeo, Marc Palahí, que entregó algunas pistas de cómo la madera y sus productos derivados puede ser una gran aliada para enfrentar los próximos desafíos humanos.
Aquí nuevamente la participación del público se hizo presente, puesto que de forma inédita los concursos tradicionales de arquitectura, diseño, ingeniería e innovación también se abrieron a las votaciones del público.
Pero además la participación en los concursos aumentó casi un 20% -en cuanto al número de proyectos presentados- y específicamente los postulantes del concurso de diseño prácticamente se triplicaron, mientras que el número de universidades en competencia se duplicó.
Otra de las novedades de esta edición fue que por primera vez se incorporó un concurso de cuentos para niños y jóvenes, que recibieron propuestas de todo el país. Además, también de forma inédita, se realizó el primer Wood Venture Day de Chile, una convocatoria que dio espacio para que startups relacionadas a la madera encontraran apoyo y redes de contacto para sus emprendimientos.
También, en la versión 2018, se alcanzó la tan anhelada internacionalización de los concursos, recibiendo en total 12 participantes de Europa y Latinoamérica.
Sin duda, la Semana de la Madera ha crecido a pasos agigantados en el último tiempo, pero aún tiene mucho que mostrar de este noble material. “Queremos profundizar más lo que fue el Wood Venture Day de este año y seguir avanzando en la internacionalización de la Semana de la Madera”, comenta Francisco Lozano, presidente de Madera21, institución organizadora del evento.
Por otra parte, la prefabricación, las industrias 4.0 y el internet de las cosas parecen ser temas interesantes de explorar con madera, pero impulsar el desarrollo de la construcción en altura sigue siendo uno de los desafíos pendientes. Pero, por sobre todo, cambiarle la cara a la madera en Chile y que más personas puedan disfrutar de sus beneficios es otro de los retos.
Y por eso, todo parece indicar que la gran apuesta para su próxima versión será impactar comunicacionalmente de forma masiva y categórica, posicionando a la madera como líder indiscutido no sólo en construcción sino también en otras industrias, revolucionando la forma de hacer las cosas y desarrollando al fin una cultura de la madera en Chile.
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