Se trata de una vivienda panelizada que tendrá tres veces más metraje que las tradicionales y contará con revestimiento interior. Además, con el material que sobre de su fabricación, se harán muebles que serán entregados con la misma vivienda.
Hace 52 años nace Fundación Vivienda para hacer frente a la fuerte necesidad habitacional que surgió debido a la migración campo-ciudad pero que con el tiempo también comenzó a hacerse cargo de las necesidades post-catástrofes, una realidad a la que el país está cada vez más acostumbrado y, al parecer, cada vez mejor preparado.
Desde el inicio se creó con un área industrializada de fábrica donde se elaboraban casas que luego eran entregadas a las personas que más las necesitaban. Actualmente fabrican entre 1000 y 1.100 cada año. “Nos financiamos con la venta de nuestras viviendas, todo lo que vendemos lo ocupamos para financiar nuestros programas sociales”, señala Miguel Mora, Director de Operaciones de Fundación Vivienda.
Son casas de un piso, panelizadas, que se instalan en sólo dos días. Tienen un marco de madera y una aislación en el interior similar a un panel SIP. Todas cumplen con las normas para viviendas transitorias que impone la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI).
Además de la fabricación de viviendas, la Fundación desarrolla modelos para damnificados de las diferentes emergencias que ocurren en Chile. “Hemos estado en casi todas las catástrofes. La última fue la emergencia en Chaitén, donde construimos 25 casas y el año pasado en el gran incendio que remeció al país y donde de las 420 casas que se requerían, 315 pertenecían a la Fundación”, señala Miguel Mora.
Por un lado están las viviendas con las cuales esta Fundación ha logrado mantenerse por años pero, recientemente, estrenaron dos nuevos proyectos para ayudar de una forma innovadora al financiamiento.
Se trata de los llamados “muebles con sentido”, elaborados a partir de la merma de material que rescatan de todos los procesos productivos. “Con ellos generamos recursos y al mismo tiempo estamos reduciendo la cantidad de basura. Este año hemos vendido más de 200 muebles y hemos reutilizado más de 2 toneladas de residuos”, añade Miguel Mora.
Son escritorios y estanterías elaboradas con retazos, lo que contribuye a generar una economía circular. Los nuevos modelos estuvieron, de forma inédita, en la Semana de la Madera 2018 y serán lanzados al público oficialmente a fin de octubre.
“La madera te da esa versatilidad: la puedes ocupar en cualquier cosa y en este caso, el material que queda de merma todavía se puede utilizar y tiene una buena segunda vida”, complementa Mora.
El otro proyecto consta de viviendas definitivas de mayor metraje y con mejores terminaciones que están listas para instalarlas. Son viviendas panelizadas, al igual que las tradicionales, pero duran toda la vida y también serán “Basura Cero”, ya que con el despunte que se genera al construirlas se hacen los muebles con los que la entregan.
“Esta casa tendrá tres veces más metraje y dispondrá de terminaciones que la transitoria no tenía. Los interiores van con revestimiento y cualquier persona la podría comprar, ya que es una casa de armado rápido pensada para espacios rurales pero, de todas formas, estamos trabajando en una de uso urbano”, asegura Mora.
La madera se ha convertido en el actor principal de la Fundación y, a pesar de la intención que tuvieron de probar con otras materias primas, sigue siendo el material preferido. “Todo es en madera. Nos hemos mantenido así y no hemos querido experimentar con otras cosas por un tema de sustentabilidad”, agrega Mora.
“Nosotros hablamos desde las propiedades medioambientales y de sustentabilidad que tiene la madera, ya que la cantidad de energía que se ocupa al utilizarla en construcción es menor y se contamina menos”, menciona el Director de Operaciones.
Una Fundación que lleva más de medio siglo en nuestro país pero que recién comienza a internacionalizarse ya que, en palabras de su director, en el resto de Latinoamérica no existe un mercado de vivienda de emergencia tal como sí existe en Chile. “Nos gustaría poder internacionalizar nuestro modelo porque es sustentable económicamente, medioambientalmente y socialmente”, señala Mora.
El primer proyecto internacional de Fundación Vivienda es en Jordania y tiene que ver con una investigación en los campos de refugiados, para lo cual está trabajando en conjunto con Mott Macdonald–UK para presentar un nuevo modelo en el proyecto “Healthy Housing for the Displaced” (Vivienda saludable para las personas desplazadas), comenzando a exportar, de esta forma, su conocimiento al extranjero.
Todos los productos de Fundación Vivienda se encuentran disponibles en aquí.
Escrito por Paloma Ávila
