12 de Diciembre, 2018

A través de un módulo a escala real y habitable, demuestran la eficacia de la construcción en CLT

Tiene el tamaño estándar de un container que puede ser trasladado en un camión con todas sus uniones estructurales, pero está hecho a partir de madera contralaminada, una solución constructiva en madera que espera imponerse en Chile con ventajas que la hacen más competitiva que otros materiales.

Hace más de 15 años que se escuchó hablar por primera vez de la construcción en madera contralaminada, más conocida como CLT. Una tendencia exitosa a nivel europeo, rentable y sostenible que poco a poco se instala en nuestro país ya que, a pesar de la significativa producción de la industria maderera, el conocimiento de este sistema se restringe a pequeñas iniciativas con una escasa transferencia al sector de la construcción.

Por este motivo, el Programa Polomadera de la Universidad de Concepción ejecutó el Programa de Difusión Tecnológica (PDT) de Corfo “Proyectar, Manufacturar y Construir de forma sostenible con sistema de madera contralaminada, CLT”, el cual buscaba sentar las bases para promover su uso a nivel transversal en el rubro constructivo.

EL CLT es un tipo de construcción en madera sólida, diferente al entramado liviano utilizado tradicionalmente en Chile. La conformación de esta solución, con al menos tres capas de madera entrecruzadas y pegadas, proporciona rigidez estructural, resistencia de impacto y vibración, además de estabilidad para que no haya variación dimensional de la madera.

Frane Zilic, Director de Polomadera y arquitecto especialista en construcción en madera, comenta que existen características locales que dan lugar a que este nuevo sistema sea una buena opción para la construcción, que “tienen que ver con el costo de la edificación general que existe en el país, similar a los valores del CLT en Europa, pero en condiciones de calidad y tiempo inferiores. Esta opción permite una edificación rápida, segura y, en temas de sostenibilidad y eficiencia, más barata que el hormigón, albañilería y el acero”, afirma.

El desarrollo del PDT, que comenzó en junio del 2017 y tuvo duración de un año, contempló la participación de distintos especialistas internacionales, representantes de las instituciones líderes en práctica y conocimiento de esta tecnología, tales como la empresa Rothoblaas y la Universidad de Bologna, ambas adjuntas al proyecto.

También participaron actores nacionales como CMPC y Crulamm, empresa impulsora del CLT en Chile. Su gerente, Jorge Calderón, comenta que la ejecución del PDT cobra relevancia en esta zona, no sólo por la participación de la industria de la madera, sino por la presencia de “potentes escuelas de arquitectura e ingeniería, que deben tener la posibilidad de instruirse en de este nuevo sistema constructivo”.

El proyecto, contempló el desarrollo de un seminario de inicio, otro de cierre y cuatro talleres de especialidad para la edificación en CLT enfocados en arquitectura, ingeniería, eficiencia energética e instalaciones; los que se dictaron en Talca, Concepción y Temuco.

Las actividades anteriores, en su mayoría, estuvieron destinadas a los 40 beneficiarios adscritos al proyecto, los que también son actores en distintas etapas de la cadena productiva. Dentro de ellos se encuentran ingenieros, arquitectos, diseñadores y otros profesionales vinculados al rubro de la construcción cumpliendo así el objetivo de generar conjuntos de empresas capaces de abarcar los desafíos interdisciplinarios de la construcción en CLT.

Fue con la presencia de los especialistas italianos Federica Morandi y Gianni Del Ri de la Universidad de Bologna que se llevó a cabo el último taller que tuvo como objetivo poner en práctica lo aprendido en los cursos anteriores lo que resultó la construcción de un módulo CLT.

El pabellón pretende mostrar el desarrollo de una construcción en madera contralaminada con calidad, rapidez y eficiencia. Es una muestra de construcción en CLT a escala real y habitable, del tamaño estándar de un container para ser trasladado en camión con todas las uniones estructurales que podría tener una vivienda común.

Su conformación incorpora las exigencias de transmitancia térmica y acústica de la reglamentación de construcción chilena, superando las actuales. De esta forma, se hace énfasis en la construcción en madera de calidad y duradera.

La estructura está compuesta de paneles de madera contralaminada de 90 mm en piso y techo, y 150 mm de espesor en piso, unidos en todos sus cantos con tornillos especiales para este sistema y sellado con cintas de hermeticidad en todos sus uniones.

La solución completa se constituye de muros de madera contralaminada, 50 mm de lana mineral y 100 mm en techo, protegidos con una membrana resistente al paso al vapor de agua por todo su perímetro. Lo anterior, hace que tenga un resultado en transmitancia térmica muy por debajo de los estándares normados convirtiéndose en una real alternativa con alta eficiencia térmica.

Los muros y techos de revestimiento, cumplen la función de mantener la fachada ventilada y proteger la membrana de la radiación y los rayos UV, aumentando la vida útil de esta.

Por el interior, se completó con yeso cartón de 12 mm sobre distanciadores que dan espacio a las instalaciones eléctricas, sin la necesidad de modificar los paneles ni rebajar sus secciones o nada que pueda reducir su comportamiento estructural o generar puentes térmicos. Respecto de la resistencia al fuego, la solución de madera contralaminada, más 50 mm de aislación y la membrana de revestimiento, tiene una resistencia completa de F-60.

El Módulo será utilizado, por el momento, por la Universidad de Concepción como muestra que ejemplifica y pone en valor este sistema constructivo. Lo que también coincide con el desarrollo del diseño de una torre construida en CLT proyectada por Polomadera.


Escrito por Paloma Ávila.
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