Desde cepillos de dientes hasta escobillas para el baño, cada vez son más los productos fabricados en madera que están pensados en contribuir al medioambiente.
Tic tac. Tras anuncios como el informe emitido en octubre pasado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, quienes marcaron el año 2030 como la fecha límite en que el mundo se desgastaría enormemente de no hacer un giro hacia el desarrollo sustentable, hoy existe una sensación de urgencia ante el panorama.
Frente a un cada vez mayor estado de alerta sobre nuestras costumbres como consumidores y las decisiones diarias que podríamos tomar para evitar aquel futuro de ecosistemas no funcionales, la madera ha aparecido como una respuesta eficaz.
Bajo aquel sistema apodado como “Basura Cero”, hoy se está trabajando en un gran abanico de productos que no solo fomentan el reciclaje, si no que enfrentan el problema de los residuos materiales desde su origen.
Este formato no busca únicamente el tratamiento de la basura para ser reciclada sino recuperar el
material orgánico, mejorar el diseño de los productos para que de esta forma aumente su vida útil,
y desarrollar tecnologías para evitar la generación de desechos innecesarios.
“Basura Cero” es un plan de estrategias que busca copiar el modelo cíclico de la naturaleza, ya que
la naturaleza no produce basura. Todos los procesos naturales y sus ecosistemas generan dinámicas cooperativas y simbióticas, donde el desecho de uno es el alimento de otro.
Con ese contexto, una tendencia que ha ido al alza es el eco diseño, ya que incorpora criterios sociales y medioambientales a la creación de cualquier producto y busca que los diseñadores reflexionen bien antes de fabricar y lanzar algo al mercado. La meta es que, al momento de dejar de ser utilizados, estos productos no generen desechos para el medioambiente.
Esta misión ecológica ha potenciado la aparición de diferentes objetos con un fin sustentable, los cuales comienzan a popularizarse en el mercado.
Dentro del ámbito del cuidado personal, en Chile existen marcas como Peinetas Ancestrales, donde destacan los cepillos para pelo en madera, como una excelente fórmula hipoalergénica y anti-frizz, la que incluso algunos diseñadores definen como vía para absorber exceso de grasa o impurezas.
Marcas como Biobrush han visto cómo los cepillos de dientes en madera tienen su espacio desde hace un tiempo en el mercado, convirtiéndose en uno de los productos íconos del sistema “Basura cero”. La producción de estos cepillos busca terminar con la utilización del plástico en este producto, ya que cada uno de ellos demora aproximadamente 600 años en degradarse.
Estos cepillos están compuestos de bambú y cerdas de nylon biodegradable, diseñado bajo los estándares de calidad que requieren los odontólogos tanto en tamaño, medidas y forma.
Además del cuidado personal, la producción de objetos en madera se ha ampliado a otros
ámbitos, especialmente de uso hogareño. Un ejemplo de esto pertenece a Sin Plástico, que ofrece una escobilla de baño con fibras vegetales, que es una excelente opción si de sustentabilidad se trata ya que está fabricada con madera de haya no tratada.
Esta mezcla con otras fibras vegetales ha demostrado ser muy útil para la fabricación de escobas o
esponjas para limpiar la cocina, debido a su dureza y resistencia.
En la cocina, además, las tablas para picar en madera destacan al ser las más seguras para
manipular alimentos. Son más higiénicas que el vidrio y el plástico, ya que son los poros de la
madera los que atrapan a las bacterias en su interior, frenando su reproducción y eliminándolas.
Incluso, dentro del sector cocina podemos encontrar coladores de té elaborados con bambú, sin
plástico, y de residuo cero, que además de ser sustentable, es ecológico, duradero y hecho a
mano.
Un mercado que se sigue ampliando y que permite encontrarnos con productos más allá del uso
cotidiano, con nuevas alternativas disponibles en el mercado nacional, como escobillas en madera
para limpiar el calzado, u otros diseños que de aquí al futuro estarán usando la madera como uno
de los mejores aliados para la sustentabilidad.
Escrito por Paloma Ávila.
