7 de Febrero, 2019
Lograr cero basura al levantar una vivienda. Ese es el objetivo que se propuso el arquitecto chileno Alberto Mozó, quien hace tres años trabaja en el desarrollo de una solución constructiva en madera que permitiría producir viviendas industrializadas de forma eficiente.
Viga Aislación Pilar (VAP) es el nombre de la solución que creó junto al equipo de Prefabrica Studio, oficina que lidera y que consiste en una solución técnica formada por dos láminas laterales de madera contrachapada, adheridas a un bloque de Poliestireno Expandido (EPS).
Cada viga VAP tiene seis metros de largo y su ancho puede variar entre 600 y 610 mm, dependiendo del revestimiento que se quiera utilizar en el interior. Además, esta solución constructiva tiene la posibilidad de cumplir dos funciones al mismo tiempo: puede ser viga y pilar a la vez.
Algo clave ha sido la flexibilidad de esta propuesta. Con esta creación –que ya está patentada– VAP permite formar un anillo o silueta de una casa, que puede ser rectangular, cuadrada o con techo inclinado, de dos aguas o un agua. Así, el sistema optimiza al máximo el material por lo que casi no se generan residuos en la obra.
“Es una gran oportunidad lograr un sistema constructivo con madera que invite a que los arquitectos o diseñadores del proyecto logren cero basura”, dice Alberto Mozó, quien además explica cómo se levanta una estructura con VAP. “Con un mismo elemento, armas un arco y una secuencia de arcos. Con eso, un gran porcentaje de la casa ya está hecho. En esa misma acción tienes techo, muro, loza, aislación y estructura. Lo que tú agregas es revestimientos”, cuenta.
Esta versatilidad consigue crear espacios de acuerdo a las necesidades de los usuarios, quienes además pueden modificarlos fácilmente.
“Este marco que se repite no requiere de divisiones internas que sean parte de la estructura. Tú podrías subdividir el espacio interior por tu cuenta sin necesidad de recurrir a un calculista, lo que te da la opción de hacer un tabique y más adelante sacarlo si quieres”, asegura el arquitecto.
Además de la libertad al momento de diseñar y crear una vivienda, VAP cuenta con otros beneficios. Al estar conformado por un bloque de EPS, entrega gran aislación térmica a las construcciones, la que llegaría a ser incluso cuatro veces mayor a la de un tabique tradicional.
Por otro lado, el EPS actúa como un soporte para que la viga no se deforme, dándole mayor resistencia estructural. Así, la mantiene en su plano y al momento de cargarla es capaz de transmitir los esfuerzos hacia el suelo, por lo que no requiere la adición de otros elementos sobre ella, como cadenetas.
Este sistema VAP se elabora en Chile y actualmente Prefabrica Studio es capaz de producir 100m2 de estas vigas en un día, lo que se traduce en la obra gruesa de una vivienda que posteriormente podrá ser montada en tres días por mano de obra no calificada. Esto porque sólo se necesita un taladro y una llave de impacto inalámbricos para colocar los tornillos que unirán cada pieza.
Mozó explica que su montaje sencillo es producto de la liviandad de este sistema constructivo que sólo utiliza 0,1 m3 de madera por metro cuadrado en una casa. Por su parte, el EPS es un producto que contiene 3% de materia prima y el 97% es aire. Todo esto permite que las vigas se puedan levantar fácilmente, sin la necesidad de grúas.
Recientemente, VAP fue uno de los 13 proyectos ganadores, de los más de 360 que postularon al Programa Huella. Se trata de una nueva línea de financiamiento creada por Corfo para acelerar emprendimientos innovadores que estén orientados a dar solución a problemas sociales y/o ambientales.
Gracias a este fondo, la solución constructiva podrá masificarse llegando a todo Chile.
“Nos van a financiar el diseño del sistema automatizado para producir un VAP en un minuto y ese sistema que estamos planteando podrá replicarse en distintos puntos del país. Nuestro objetivo es crear pymes que hagan casas de una forma sencilla, fácil, sustentable, cero basura y con una gran aislación térmica”, destaca Mozó.
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