30 de Septiembre, 2019

Estructura de madera para practicar yoga: la intervención temporal de FAD UFT en Playa La Carmela

Sobre el caudal del río Mapocho, a la altura de la comuna de Vitacura, se ubicó esta intervención urbana propuesta por docentes y estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Finis Terrae. Este puente, hecho en madera y con forma de semicírculo, se inauguró en diciembre de 2018. Fue una clara muestra de que el arte y la creatividad sí pueden tener un espacio dentro de la ciudad, en la medida que logren armonizar con su paisaje y territorio.

El río Mapocho es sin duda uno de los cauces más extensos e importantes que cruza de extremo a extremo la Región Metropolitana, con presencia en varias comunas de la ciudad. Y que históricamente ha cargado con muchos prejuicios por el olor, aspecto y color de sus aguas. No obstante, en los últimos años, desde las disciplinas de la arquitectura y el diseño se ha intentado reivindicar el uso de este espacio público-natural, dirigido a la recreación y ocio de la ciudadanía, con diversos proyectos como el Mapocho Pedaleable o Playa La Carmela. Este último se ubica en la comuna de Vitacura y es reconocido como un espacio de “atardeceres”, música, cultura y deporte a orillas del río.

A la lista de actividades y en el mismo lugar, se sumó en diciembre de 2018 el proyecto “Estructura Puente para Yoga – Intervención en el Río Mapocho” de la Facultad de Arquitectura y Diseño (FAD) de la Universidad Finis Terrae (UFT). Este puente de madera con forma semicircular buscó funcionar como un lugar de relajo, meditación y de práctica de yoga, sobre el emblemático caudal santiaguino.

Estructura de madera para practicar yoga en Playa La Carmela

Guiados por los docentes y arquitectos Mauricio Wood y Brigitte Woodward, los 30 estudiantes del curso “Estructuras y Construcción I” —correspondiente al segundo semestre del tercer año de la carrera de arquitectura que imparte la FAD UFT— diseñaron, construyeron, montaron y desmontaron esta estructura en madera, además de definir las principales características de la propuesta, como la relación con el territorio y sus potenciales usos. El 15 de diciembre de 2018 fue el evento de inauguración y al finalizar se desarmó la obra, reutilizando los materiales para otros cursos de la facultad. Según Wood, lo que se buscó fue “crear una intervención armoniosa, que propusiera alternativas de uso novedosas al río Mapocho, entendiendo el lecho como un parque natural de alto valor urbano, dentro de la ciudad de Santiago”.

El proyecto resultó de una invitación hecha directamente a la FAD UFT a participar de esta intervención, por parte de MUVA Arquitectos, creadores de la aclamada Playa La Carmela. Esta oficina también colaboró con la gestión de los permisos de uso del lecho del río frente a la Municipalidad de Vitacura y el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Materiales, método y dimensiones

Se utilizó pino radiata y terciado estructural, dado que son “los insumos de mayor uso en Chile”. También indagaron en las tipologías de presentación de esta madera y las oportunidades que ofrece cada una. En este caso, madera verde y seca, bruta y cepillada, según el requerimiento de las partes del sistema.

Respecto a las dimensiones y materialidades de los componentes de la estructura, el semicírculo era de 18 metros de largo aproximadamente y contenía nueve estaciones para practicar yoga, conectadas entre sí por un puente, el cual estaba apoyado sobre articulados compuestos apernados que absorbían las irregularidades del suelo, hechos con pino verde bruto de 1 x 6 pulgadas. Los pilares, que separaban la estructura del suelo y se fijaban a las vigas por presión, eran de pino verde bruto de 2 x 4 pulgadas. Para los arriostramientos se utilizó alambre galvanizado N°14 como tirantes sujetos a la estructura a través de pernos ojo 3/8 x 8 mm. Las herramientas ocupadas fueron: sierra circular, martillo, tizador, sargentos y prensas, atornilladores, escuadras y elementos de protección para los ojos, manos, cabeza y pies.

Para Mauricio Wood es importante el auge de estas intervenciones arquitectónicas o de diseño, sean permanentes o temporales, dentro de las ciudades: “Son alternativas exploratorias que manifiestan nuevas relaciones con el espacio urbano y con el territorio. Hoy existen variadas expresiones de este tipo en el mundo tanto en el ámbito educacional como profesional que indagan en nuevos métodos constructivos y materiales como así también en nuevas formas de habitar. En el caso de la madera me parecen interesantes iniciativas como Hello Wood o las instalaciones de Andrés Jaque”.

La importancia del aprendizaje en terreno

“Para nosotros, como cuerpo docente, siempre es muy satisfactorio e inspirador poder resolver de manera grupal un proyecto. Nos parece interesante que los estudiantes aprendan a resolver cualquier encargo de forma cohesionada, comprometida y coherente poniendo por delante las temáticas estudiadas de forma teórica en la aplicación práctica”, explica Wood.

Gracias a esta actividad, los 30 estudiantes del ramo “Estructuras y Construcción I” desarrollaron habilidades como diseñar, cubicar, presupuestar y construir, estableciendo cuadrillas de trabajo, asignando tareas específicas y labores en serie, entre otros. También potenciar la idea de prefabricación y de construir una estructura capaz de adaptarse a la morfología del lugar. Y aplicar técnicas constructivas como atornillar, ensamblar, clavar, cortar, montar, aserrar, medir, trazar, etc. Además de conocer y discriminar usos, propiedades y características del material (madera) en todas sus posibilidades: en placa, bruta, cepillada, verde y seca.

“Es de vital importancia la cercanía y el conocimiento empírico de los materiales, en este caso de la madera. Las asignaturas referentes a los estudios de materiales y sus sistemas constructivos se integran directamente como método de aprendizaje al proceso proyectual con el fin de manejar la completitud de los factores que intervienen en una obra. En el caso de la FAD, los ramos de estructuras y construcción son de gran relevancia y forman parte de una línea específica llamada Tecnología Aplicada. Queremos que el estudiante se familiarice con las propiedades y sistemas constructivos propios del material así como con las tipologías estandarizadas en el mercado”, señala Wood.

Además de construir y montar cada elemento de esta estructura, los estudiantes también tuvieron que definir algunos aspectos de la propuesta. Como la elección de la madera, por ser “un material de esencia cálida”. O que la forma fuese semicircular, para que “los practicantes pudiesen estar siempre conectados visualmente entre ellos y con su instructor”, además de transmitir un espíritu festivo y lúdico. Pero también tuvieron que considerar posibles problemas, como las condiciones geográficas del terreno y la inestabilidad del lecho del río. Para eso se propuso que el proyecto fuese respetuoso con el suelo, intentando intervenir lo menos posible en él. Así resultó una estructura flexible, adaptable a la inestabilidad del terreno, con sistema de patas retráctiles, de rápido montaje/desmontaje y de fácil transporte.

Wood valora la labor de MUVA Arquitectos y espera que más proyectos de este tipo se levanten en Santiago y en otras regiones de Chile, en especial en aquellas comunas con menos recursos o donde el acceso al diseño y arquitectura es más limitado. “No debemos esperar que sean solo las autoridades las encargadas de diseñar nuestra forma de utilizar la ciudad. Este cambio cultural lo podemos comenzar a ejecutar nosotros, proponiendo soluciones innovadoras y adecuadas que contribuyan con el desarrollo de la sociedad”, concluye el arquitecto y profesor Mauricio Wood.


Escrito por Diego Zúñiga
Fotografías cortesía de Mauricio Wood
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en LinkedIn
Compartir en Pinterest
Compartir en correo
Traducir »