3 de Octubre, 2019

Kay Bojesen: el diseñador que hizo sonreír a la madera

Famoso por sus juguetes de madera, sobre todo por su icónico mono, el danés Kay Bojesen es considerado uno de los diseñadores más importantes de Dinamarca. Su legado sigue vivo en manos de Rosendahl Design Group y la compañía Kay Bojesen, que han vuelto a relanzar sus líneas de productos.

Nacido en Copenhague en 1886, Kay Bojensen comenzó su carrera de joyero en 1910, luego de estudiar con el platero Georg Jensen. A este oficio se dedicó más de 20 años hasta que la vida lo llevó a relacionarse con la madera. Tenía 36 años cuando nació su hijo Otto y descubrió que los juguetes que le regalaban a su pequeño no duraban en sus manos más de dos minutos, ya que los destruía fácilmente. Fue ahí cuando recordó su propia infancia llena de figuras de madera talladas por su padre y decidió comenzar su propia colección. Así, creó una línea de juguetes sólidos, redondos, suaves al tacto y que inspiraban a los niños a jugar. Y, tal como él decía, piezas en las que “las líneas deben sonreír”.

Fiel al funcionalismo -movimiento de las artes decorativas del siglo XX fundado en el principio de que la forma debe estar determinada por la función- Bojesen pensó en hacer sus animales sin demasiado detalle ni apegados a la realidad, sino crear piezas simples e imaginativas. Así, realizó una colección de animales compuesta por un caballo (el primero que nació, en 1930), un elefante, un hipopótamo, un conejo, un oso, un caballito balancín, un perro salchicha, un loro, y el más famoso, el mono.

Bojesen también destacó como creador de cubertería. En 1938 presentó su última línea de cubiertos de plata, los que se llevaron el primer premio en la exposición mundial de Milán de 1951. Hasta hoy,  estos cubiertos se utilizan en las residencias de las embajadas danesas de todo el mundo. Pero además de esta cubertería en plata, y siguiendo con su línea de “la madera con líneas sonrientes”, en los años 40 creó la línea “Menagerie”, un conjunto de útiles preciosos para la cena, como cuencos para especias, tablas y otros utensilios cotidianos que quiso hacer lujosos a través de un uso exquisito de madera –con acabados redondos y agradables al tacto-.

Junto con las figuritas de madera de animales, también existen otras opciones de diseño de juguetes, como un cartero, un auto en diferentes colores, un policía, un guarda, un esquiador, una bandera e incluso gorros de estudiantes o de Santa Claus, entre otros.

Además de ser artesano, tal como él se definía, fue uno de los fundadores de la asociación “Den Permanente”, una tienda y espacio de exhibición donde distintos artistas vendían y mostraban sus creaciones, lugar que se convirtió al correr de los años en la galería donde se encontraba lo mejor del diseño danés.

Luego de su vasta carrera, en la que creó más de dos mil objetos, entre piezas de madera, joyería y cubertería, Kay Bojesen murió a los 72 años, en 1958. Sin embargo, su obra ha sido custodiada por sus descendientes y hoy está a cargo de Rosendhal Design Group, que ha relanzado varios de sus diseños, producidos en base a sus dibujos originales y con un gran respeto por los estrictos estándares de calidad en cuanto a materiales y artesanía. Su línea de cubertería, en tanto, está cargo de la compañía Kay Bojesen, dirigida por su nieta Sus Bojesen.

El mono de teca

El más famoso de sus diseños de madera es el mono. Esta figura la creó en 1951 cuando le pidieron que fabricara un perchero infantil para una exposición de muebles de madera. Su idea era que el simio se colgara y sus brazos y piernas se utilizaran como ganchos para gorros y bufandas. Sin duda, su uso y el de todos sus animales llegaron más allá y se han convertido en icónicos elementos decorativos.

El mono está fabricado con limba, una madera dura de origen africano, y con teca, que solo procede de plantaciones sostenibles en las que se practica la tala responsable de árboles. Cada simio consta de 31 piezas donde se utiliza la limba para cara, pies, manos y abdomen, y la teca para brazos y piernas. Así, cada mono tiene variaciones de color, desde amarillo cera hasta verde gris claro –una de las características que otorga la teca-, y el color más claro de la limba para el resto del cuerpo.

Hoy esta pieza se vende en cuatro tamaños: mono mini (9,5 cm), mono pequeño (20 cm), mono mediano (28 cm) y mono grande (46 cm). El mono pequeño también se ofrece en versiones de maderas de roble y arce y de roble ahumado y roble.


Escrito por Josefa Torres
Fotografías cortesía de Rosendhal Design Group y MCMDaily
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