29 de Enero, 2020
W Costa Rica Resort es el nombre de la filial que abrió en noviembre de 2018 la cadena internacional Marriott International Inc. en la provincia de Guanacaste, al noroeste de San Juan, capital costarricense. El hotel se ubica específicamente en la Reserva Nacional Conchal. Playas paradisiacas, flora y fauna selvática, surf y cultura indígena convergen en un solo lugar gracias a la propuesta que diseñó la oficina Zücher Arquitectos.
En el concurso público, convocado a mediados de 2016, Zürcher se adjudicó el diseño y la empresa Volio y Trejos, la construcción. De ese nexo, la empresa chilena Ingelam fue contactada para fabricar parte de la propuesta, en este caso, las sombrillas que cubrirían parte de un restorán interior y la zona de terrazas.
Según explica Jorge Becerra, gerente de operaciones de Ingelam, no solo acudieron a ellos para pedir la manufactura de la madera laminada, sino que también asesoría técnica y participación en el montaje. “Solicitamos información y nos mandaron los planos. Desarrollamos la ingeniería de detalles, considerando transporte, planificación y logística. Entregamos un proyecto de cálculo, que Zürcher aprobó y entregó a su cliente. Finalmente, la empresa constructora nos contrató”, agrega. En septiembre de 2017 les dieron el sí. Dicha parte del hotel comenzó a construirse en marzo de 2018 y se finalizó en junio. El hotel abrió sus puertas oficialmente en noviembre de ese año.
Hazel Chan, arquitecta asociada de Zürcher, señala que la experiencia “fue muy enriquecedora. No solo por el hecho de trabajar para una marca de hoteles que es bastante abierta al diseño de espacios con formas atrevidas y creativas”. También destaca el hecho de que grandes cadenas hoteleras estén apostando por el uso de la madera: “Hoy día, y sobre todo con la accesibilidad a maderas cultivadas dentro de procesos altamente controlados, consideramos que es muy beneficioso y valioso incorporar estos materiales naturales a la arquitectura, sobre todo en nuestro caso, que exploramos con formas orgánicas inspiradas en la naturaleza costarricense. También es destacable la filosofía detrás de los dueños, quienes tienen una serie de programas que fomentan el desarrollo de proyectos sostenibles”.
Ingelam fabricó piezas curvas especiales para darle forma a estas sombrillas que cubren un sector del hotel, con una superficie de 1137 metros cuadrados. Son en total trece sombrillas, de las cuales cinco miden 4 metros de alto, 7 de 5,2 y 1 especial de 11,2 metros de alto.
Se ocuparon 300 metros cúbicos de madera laminada hecha a partir de pino radiata. “La madera fue tratada con impregnante MicroPro para evitar la acción de los bichos del Caribe. Este es un ambiente muy agresivo con el material: bichos, humedad y calor de la zona. La protección fue algo fundamental”, explica Becerra. Todo se fabricó en Chile con tornillería oculta de RothoBlaas, empresa italiana con filial en Chile. El cálculo estructural se desarrolló junto al chileno Juan Acevedo.
La etapa de ingeniería y constante revisión de los detalles, relata Becerra, se gestionó a través de comunicación virtual con las oficinas en Costa Rica, tanto de Zürcher como de Volio y Trejos. Se utilizaron 10 contenedores de 40 pies para llevar todas las piezas, vía marítima. El ingreso del material estuvo a cargo del cliente y no hubo problemas con la aduana local. Cuando llegó el material al hotel, Ingelam tenía un equipo armado para coordinar con la mano de obra del lugar.
Ingelam posee representación comercial en Costa Rica desde el año 2002. Han participado de la construcción de dos hoteles en la ciudad de Papagayo: el Andaz y el Four Seasons. Ambos junto a la constructora costarricense Edificar. También han montado obra en un hotel en Panamá. En estas tres experiencias ha quedado demostrada la eficiencia de la madera laminada, sobre todo en cuanto a su tratamiento de protección, frente a los factores externos que pueden atacar el material, factores propios de países de Centroamérica. En 2019, Ingelam cumplió 20 años y Jorge Becerra lleva 16 años desempeñándose como gerente de operaciones.
Respecto a la recepción, Becerra señala que esta fue muy positiva: “Basta con ver las fotos para apreciar la calidad del proyecto finalmente terminado”. Otro aspecto que destaca es toda esta gestión fue made in Chile: desde el desarrollo de la ingeniería, a la fabricación del material y la supervisión del montaje. También, las características del material: “La madera laminada viene a solucionar un problema de terminación. No necesita revestimiento, en sí como estructura es un elemento visto”.
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