Janina Gysling: “El gran desafío está en la Industria del Aserrío”

Si Chile quiere avanzar hacia etapas superiores en la construcción con elementos de madera, no hay duda de que el gran desafío, público y privado, está en la industria del aserrío y su rol fundamental e irreemplazable en la producción de madera aserrada de calidad, tanto para usos estructurales como no estructurales.

En tal sentido, los problemas que afectan a la industria del aserrío en el país son numerosos, diversos y complejos: van desde el bosque y el manejo de los recursos madereros que la abastecen, hasta la comercialización de los productos, pero sobre todo están en las plantas de procesamiento, su gestión y su tecnología.

De acuerdo a un reciente estudio realizado por el Instituto Forestal (INFOR), en el año 2018 la producción de madera aserrada estructural en los aserraderos permanentes del país alcanzó a 495 mil m3ssc, lo que representa el 6,1% de la producción total de este tipo de aserraderos y algo menos del 6% de la producción nacional de madera aserrada en el mismo año. Sin embargo, esta estimación se basa en la percepción de los aserraderos que declaran producir este tipo de madera aserrada y no corresponde, necesariamente, a madera aserrada estructural que esté formalmente clasificada como tal.

En el mismo estudio, realizado en el contexto del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades tecnológicas del Instituto Forestal (INFOR), para el desarrollo de la Industria Secundaria de la Madera (ISM), a través de bienes públicos, orientados al sector de la construcción”, financiado por CORFO, se determinó que la producción de madera aserrada estructural clasificada (MAE) fue solo algo más de 20 mil m3 en el 2018.

Otros resultados del estudio mencionado indican que todos los aserraderos grandes, es decir, con producción anual de madera aserrada superior a 100 mil m3, conocen el concepto de madera aserrada estructural, mientras que, en los aserraderos medianos, con una producción entre 10 mil y 100 mil m3, el nivel de conocimiento es en torno al 65%. En los aserraderos pequeños, en tanto, con menos de 10 mil m3, el porcentaje baja a menos del 50%.

Así también, en el estudio se determina que en la producción de los 495 mil m3 declarados como madera aserrada estructural, con o sin clasificación, participa el 31% de los aserraderos de tipo permanente. Esto significa que actualmente hay 139 unidades productivas partícipes de este mercado, los que representan el 14% del número total de aserraderos que trabajaron el año 2018 en el país.

Cabe señalar que la madera aserrada estructural debe cumplir con cuatro requisitos para que sea clasificada como tal: tener un contenido de humedad menor al 19%, estar preservada según NCh 819, tener dimensiones uniformes según NCh 2824, y tener grado estructural visual según NCh 1207, o mecánico.

El estudio realizado por INFOR, confirma que existe una falta de conocimiento bastante generalizada, sobre el concepto de madera aserrada estructural y de los requisitos para su clasificación. Por esta razón, el volumen de madera aserrada estructural clasificada es mínimo respecto de la producción total de madera aserrada y del volumen que podría demandar el sector de la construcción.

Dada la importancia que tiene este producto para avanzar hacia nuevas etapas en el uso de la madera en la construcción, particularmente para cumplir con el objetivo trazado en la Política Forestal de Chile, es fundamental que las numerosas instituciones públicas y privadas que están de una u otra forma comprometidas con un mayor desarrollo de la construcción en madera, particularmente la propia industria del aserrío, aúnen esfuerzos y se enfoquen en consolidar una producción de madera aserrada estructural clasificada.