12 de Mayo, 2021
Desde la puesta en marcha del Comité de Huella de Carbono Sector Construcción en 2019, se estableció como objetivo primordial la consecución de una estrategia global a nivel país para el control y reducción del CO2 en el rubro constructivo. El comité, creado gracias al convenio de colaboración entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Instituto de la Construcción, cuenta con la encargada de la Secretaría Ejecutiva de Construcción Sustentable del Minvu, Paola Valencia, como presidenta. El organismo, conformado por expertos de carácter técnico y representantes directivos del sector público y privado, definió ciertos aspectos básicos para la hoja de ruta, tales como los objetivos, alcances, plazos, actores, financiamiento y resultados.
Valencia adelanta que uno de los avances relevantes para elaborar y coordinar el borrador de la llamada “Estrategia Nacional de Huella de Carbono en Construcción”, ha sido la licitación de una consultoría, la cual fue adjudicada en enero de 2021 y estaría terminada a finales de abril. ¿La meta? La carbono neutralidad para 2050.
“Lo que se ha planteado es que el sector construcción gestione su huella de carbono de forma más eficiente para aportar a la carbono neutralidad, la que depende de la gestión de la energía a nivel nacional y no de un sector productivo en particular”, aclara Paola Valencia, quien ve como “crucial” el trabajo de levantamiento de información sobre los impactos para ir en busca de ese desafío. Su importancia radica en la escasez de datos que existe en el país al respecto, por lo que su obtención permitirá gestionar la huella con conocimiento de causa, permitiendo reducir los impactos ambientales, agilizar los procesos y utilizar menos recursos naturales. Así, además de crear beneficios para la productividad, será un tremendo alivio para el medioambiente y un plus para la calidad de vida de las personas.
De hecho, según cifras a nivel internacional la construcción genera cerca de un 38% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. En Chile, debido a la ausencia de un reporte, no existen cifras que entreguen información certera sobre el nivel de contaminación. No obstante, tomando, por ejemplo, antecedentes a partir del Tercer Informe Bienal de actualización sobre cambio climático, es posible conseguir estimaciones que proyectan un 23% de participación del total de emisiones de gases de efecto invernadero considerando el ciclo de vida completo de los proyectos de construcción en el país.
Al respecto, Valencia asume que hay un retraso en lo que respecta a la conciencia e iniciativas públicas y privadas en construcción sustentable al comparar con otros países, por lo que la elaboración de esta estrategia toma aún más urgencia para poder avanzar en la materia. “Estamos atrasados respecto a las políticas de los países europeos y con los países de nuestra región, si bien en algunas cosas hemos avanzado en forma similar, en otras están más adelantados que nosotros”, reconoce con la intención de poder modificar ese escenario.
Ser carbono neutral significa conseguir que las emisiones sean equivalentes a cero. Y si bien, tal como señaló la presidenta del comité, es bastante difícil que se consiga esa cifra, sí es fundamental y necesario crear planes de acción para reducir, compensar y/o remover las emisiones generadas para lograr la alineación a la carbono neutralidad que se busca. Por lo mismo, una vez que el borrador de la estrategia esté disponible, será sometido a consulta pública para ajustar su contenido durante el segundo semestre de 2021.
Todo esto no sería posible sin la colaboración activa y comprometida de las instituciones que participan; expertos que representan a entidades del sector público y privado y que están interesados en la gestión responsable de las emisiones de CO2 en la construcción. Éstos son: Instituto de la Construcción (que coordina la operación del comité), Certificación Edificio Sustentable, Corporación Chilena de la Madera, Instituto del Cemento y del Hormigón, Cámara Chilena de la Construcción, Volcán, Asociación Chilena del Vidrio y Aluminio, Ministerio de Energía, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio del Medioambiente, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Chile Green Building Council, Pontificia Universidad Católica, Universidad Andrés Bello, Universidad de Chile, WSP Chile, AZA, ECOEd y consultores independientes.
Este pacto denota su responsabilidad a través de la asistencia a sesiones bimensuales de trabajo enfocadas, justamente, en la definición de los lineamientos de la estrategia. Asimismo, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a través de la Secretaría Ejecutiva de Construcción Sustentable, ha impulsado una serie de iniciativas de carácter estratégico, basadas en el trabajo colaborativo para ayudar a que la industria sea más sustentable en el mediano plazo. Una de las más relevantes es, sin duda, la conformación del Comité de Huella de Carbono, cuyo foco está en desarrollar, implementar y hacer un seguimiento de la estrategia que se configura actualmente.
Al ser consultada por la contribución y presencia de los privados en la misión que se tiene por delante, Paola Valencia reconoce que “hay bastante interés”, pero señala que “aún faltan esfuerzos concretos en levantar información”. Sin duda ese es uno de los retos que la Estrategia Nacional de Huella de Carbono tendrá que asumir dentro de las incorporaciones que se realicen al documento en el transcurso de este 2021.
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