27 de Mayo, 2021
Los pabellones exhibirán el trabajo de 50 diseñadores en cinco secciones diferentes para celebrar el título de Valencia (España) como Capital Mundial del Diseño para 2022.
Cada sección (diseño y arte, economía circular, industria y artesanía, tecnología y economía transformadora) se encuentra dentro de su propio mini pabellón formado por dos semicilindros.
Estos consisten en paredes curvas de cuatro metros de altura, que se pueden colocar por separado o juntas para crear un laberinto de pasillos sinuosos y nichos aislados.
En el interior, el marco y la construcción de madera de pino de las unidades están al descubierto, mientras que el exterior convexo está revestido con cientos de pequeñas aletas de madera superpuestas, que suman alrededor de 220.000 en los cinco pabellones.
La madera natural se convierte en una constante en toda la exhibición, tanto en la estructura de los diferentes pabellones, como en el revestimiento de los mismos. Pequeñas piezas actúan a modo de piel y escamas, generando un marco de materialidad orgánica que contrasta con la exposición audiovisual de los proyectos seleccionados para la muestra.
Originalmente, la madera estaba destinada a convertirse en la estructura y figuras que se queman ceremonialmente como parte del histórico festival de Fallas de Valencia cada marzo, pero el evento se canceló debido al brote de coronavirus.
En cambio, la madera se utilizó para esta instalación, que se exhibió como parte del Festival de Diseño de Madrid este 2021 antes de convertirse en una exposición itinerante.
“Aquí en Valencia, tenemos muchos talleres de madera tradicionales que crean obras para el festival de las Fallas”, dijo Alberto Sánchez, cofundador de MUT Design.
“Pero se canceló debido a la pandemia y se dejaron muchos materiales en la estantería. Así que decidimos colaborar con uno de los talleres para darle una nueva vida a la madera y crear alguna obra para los constructores”.
Cada escala fue hecha a mano por el carpintero local Manolo García y recortada en tres tamaños estándar de 14, 16 y 18 centímetros. Luego, estos se alinearon y alternaron para crear una superficie texturizada no muy diferente a la corteza de los árboles.
“Queríamos unir tradición y vanguardia recuperando algo que es realmente nuestro, profundamente arraigado en nuestra ciudad”, explicó Sánchez.
En particular, el estudio se basó en texturas naturales que se encuentran en el Parque Nacional de la Albufera, al sur de la ciudad, así como en los techos de paja de las casas tradicionales conocidas como barracas.
Dividir cada pabellón en dos semicilindros permite combinar las unidades individuales en “composiciones infinitas” que se pueden adaptar a diferentes espacios para la exposición itinerante.
“Por ser una exposición itinerante, queremos crear experiencias únicas en cada uno de los varios lugares que visitará”, agregó Sánchez.
Las unidades también fueron diseñadas para desmontarse en piezas separadas, que se pueden apilar para facilitar su transporte.
Los colaboradores de la exposición incluyen al diseñador Jaime Hayon, las marcas Andreu World y Expormim, y varios estudios emergentes.
“Queríamos traer a Madrid una selección diferente de proyectos que están liderando una transformación silenciosa de la sociedad”, explica Xavi Calvo, director de World Design Capital Valencia 2022.
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