8 de Julio, 2021
Klein Dytham Architecture (KDa), con sede en Tokio, diseñó la fachada de esta oficina de Cartier para contrastar con los exteriores de metal y vidrio de los edificios circundantes. La fachada de madera envuelve la esquina en ángulo del edificio existente, introduciendo un elemento cálido y texturizado en el paisaje urbano. Se colocaron una entrada y ventanas en dos lados dentro de arcos de doble altura, que permiten vistas de ambos pisos de la tienda ubicada en la capital nipona.
La fachada está hecha de hinoki, una especie de ciprés nativo del centro de Japón. La madera está asociada con la construcción de templos históricos, santuarios y castillos, y fue elegida para este proyecto por sus tonos cálidos.
La nueva fachada está comprimida en una zona de 200 milímetros entre el edificio existente y la línea divisoria. Se erigió un marco hecho de aluminio reciclado para unir los paneles hinoki a la estructura. El uso de metal reciclado y madera de origen nacional tiene como objetivo enfatizar las credenciales sostenibles del proyecto.
“Para crear una estructura ambientalmente consciente que refleje la participación de Cartier en la joyería responsable, KDa buscó fuentes renovables y recicladas, así como la artesanía local”, manifestó el estudio.
La artesanía fue otro enfoque clave para el proyecto, que tiene como objetivo hacer referencia al enfoque artesanal de la marca de joyería, así como evocar la historia de la artesanía tradicional de Japón. “El patrón geométrico de diamantes entrelazados que sobresalen suavemente se inspira tanto en las joyas clásicas de Cartier como en las tradicionales hinoki masu (cajas de sake) japonesas”, afirmó KDa.
Los detalles de la fachada, zócalos y ventanas arqueadas comprenden más de 2.500 unidades hechas a mano por maestros carpinteros de Kioto, utilizando técnicas tradicionales de ebanistería. Se utilizó madera de Hinoki de árboles de entre 60 y 70 años, secada para producir diamantes ligeramente sobresalientes en 12 formas diferentes.
Esta madera, que es naturalmente estable y resistente a la intemperie, se trató con una laca transparente para proporcionar una mayor resistencia a los rayos UV.
Las luces LED individuales colocadas detrás de cada unidad iluminan la estructura por la noche, produciendo un patrón de luz y sombra que se vuelve más nítido a medida que se acerca el crepúsculo. Irradiada por el diamante en forma de caja de cada sección, el efecto no solo aumenta la tridimensionalidad de la fachada, sino que le da un brillo cálido y acogedor”, agregó el estudio.
Klein Dytham Architecture fue fundada por los graduados del Royal College of Art Astrid Klein y Mark Dytham en 1991. Además de este ejemplo de Cartier, otros proyectos icónicos del estudio multidisciplinario incluyen un edificio comercial con una fachada enrejada que da a una concurrida intersección en Tokio, y una casa club para un hotel japonés con techos cónicos que asoman por encima del dosel de un bosque.
Ver más sobre: