Silvina Cerminara es una artista plástica nacida en Avellaneda (Argentina) en 1971 y residente en la actualidad en Buenos Aires. Es licenciada en Artes Visuales y ha ejercido como profesora superior de pintura en escuelas argentinas, recibiendo varios premios a lo largo de su carrera como pintora.
Pero incluso en ese primer periodo pictórico, sintiendo ya la necesidad de trabajar en el espacio real, desarrollaba esculturas en madera: “En esa época ya hacía objetos en madera que eran móviles, se colgaban. También realizaba otros que a su vez tenían encastes de otras formas en madera como agujas de tejer, es decir, objetos en madera de asuntos cotidianos. También en esa época pintaba sobre madera y, en lugar de dibujar, cavaba las líneas con gubias como si fuera un taco para xilografías.”.
Con el tiempo, se dio cuenta que su intención era trabajar con el espacio real. “Empecé ensayando con distintos materiales, y comprendí que lo que más me gusta es la madera”, indica Cerminara. Después, durante 2017 y 2018, asistió al taller de Edgardo Madanes, escultor argentino que realiza esculturas e instalaciones escultóricas con materiales naturales.
La madera tiene diferentes atributos, explica la artista. “Por un lado, desde el punto de vista técnico, se puede utilizar en diversas formas y formatos, técnicamente se puede encolar, atornillar, encastrar, ensamblar, se puede trabajar por planos… Presenta distintos niveles de elasticidad, flexibilidad y resistencia, la cual la hace ideal para mis construcciones”.
Para Cerminara, la madera también tiene un componente emocional. “A mí me remite al juego, a lo lúdico, ya que nos hace pensar en los juguetes de madera de cuando éramos chicos. Cuando uso la madera me siento conectada con el material, como jugando, lo que me remite a la infancia”.
En su última obra, La mismidad, realizada en 2021 con una estructura circular, donde también recoge el momento actual de pandemia aparecen, además de la madera en chapa, maniquíes de madera, esos que se utilizan en las academias de bellas artes para dibujar la figura humana, entrelazados y todos iguales. “Justamente, la pandemia nos puso en evidencia eso, que ante un virus de tal magnitud somos todos iguales. Nos mostró lo frágiles que somos, el que tenemos que actuar en comunidad, que nadie se salva solo. La pandemia puso en jaque el vínculo con el otro”, comenta Cerminara.
En general, utiliza madera de guatambú o cualquier otra que tenga un color claro, tanto en su formato de chapas como de forma sólida, las que obtiene de proveedores certificados. Empieza trabajando con una estructura, que puede ser de un objeto en madera que le interese por la forma, como su última obra La mismidad, donde le interesó la estructura laberíntica, la forma circular. “A veces hay objetos de madera que son de uso cotidiano que veo en un negocio o carpinterías, me intereso por la forma y me inspira para crear algo”, agrega.
“Una vez que tengo la estructura, después voy trabajando la obra. Me interesa la madera en chapa porque puede trabajar por planos: la obra la trabajo por adición o sustracción de planos, manipulando la torsión y la flexión del material. Por intuición voy construyendo mi propio diseño de obra final. Lo que tiene muy bueno la madera en chapa es que se puede flexar, uno puede trabajarla como si fuera una hoja de papel, aunque con diferente resistencia”.
Además, para la artista, esta madera en chapa le habla de la fragilidad de los vínculos de unos humanos con otros. “Para mí, mis obras son dispositivos relacionales donde cada lámina de madera en chapa tiene que ver la una con la otra, en relación a los vínculos de unos con otros. Estos vínculos actualmente son frágiles, y por eso justamente La fragilidad de lo continuo”.
Esta fue su primera escultura en madera y fue seleccionada para su exposición en el Salón Manuel Belgrano del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori en Buenos Aires en 2019. Le tomó un año completarla, y en el proceso fue cambiando cómo quería presentarla.
“Yo voy trabajando la obra como un mueble modular, voy viendo qué saco, qué pongo. El mismo material y la forma me va guiando para continuar la obra. No es que yo trabaje con una técnica tradicional de escultura en madera, tampoco hago talla, sino que la técnica está en la función del material que utilizo y el diseño que quiero crear. Van de la mano”, explica sobre su trabajo artístico.
En el 2019, además de sus obras Discontinua (con un tratamiento similar a La fragilidad de lo continuo) y Dinámica inducida (que trabajó con cuatro estructuras semicirculares que unió para formar una rueda con volumen que habla del movimiento, de lo que cambia y se transforma), realizó El lazo vacío, que como en La mismidad también utilizó maniquíes, aunque en esta ocasión solamente uno, intervenido con una chapa de madera.
El lazo vacío fue seleccionada en 2020 en el certamen artístico internacional AskatasunArte de San Sebastián (España) y expuesta en uno de los salones de forma virtual (debido a la pandemia). Actualmente, esta obra junto con La mismidad y La fragilidad de lo continuo están expuestas en el Centro Cultural Casa de América en Madrid.
Cerminara está trabajando en un nuevo proyecto, pero esta vez realizado con pequeños pedazos de madera, concretamente con varillas muy finas utilizadas comúnmente para las maquetas de obras arquitectónicas, porque pretende disminuir la dimensión de sus piezas. “Estoy tratando de hacer piezas más pequeñas, por un tema de espacio y económico: necesito un flete, cuatro manos…”, aclara.
Además de su práctica artística, también se dedica a la investigación de la madera en todos sus aspectos. “La madera es un material que me permite investigar desde muchos puntos de vista: lo simbólico, el material, la técnica… Hay un campo experimental en el material de la madera que tiene mucho futuro”, señala la artista.
“Lo lindo que tiene la madera es que se puede trabajar de infinitas formas. Es algo que siempre me invita a experimentar y me dan ganas de trabajar, cosa que con otros materiales no me sucede. La madera es el material con el que quiero trabajar, con el que me siento bien, que me abre caminos para investigar y experimentar”, finaliza Silvina Cerminara.