11 de Noviembre, 2021
En la Plaza de Armas de Santiago, dos casetas de madera contienen un inmenso bloque de hielo en su interior. Cada uno pesa mil kilos y están ahí desde hace 10 días, bajo el marco de un experimento cuyos resultados se conocerán hoy en la COP26. Y es que una de ellas se construyó con el estándar alemán “Passivhaus”, que se fundamenta en la arquitectura bioclimática y la eficiencia energética capaz de mantener temperaturas ideales en viviendas. Atributos que se pondrán a prueba en unas horas más, cuando se abran sus paredes y sepamos qué ocurrió con esas masas de agua congelada.
El reto mundial “Ice Box Challenge” es una demostración científica que exhibe los beneficios del aislamiento térmico en distintas materias ambientales de las edificaciones. Un desafío por el que se han sumado Vancouver, Nueva York, Los Ángeles, Bruselas, Viena y otras capitales europeas, donde el objetivo es demostrar cuánto se derriten cada uno de esos bloques y así divulgar nuevos paradigmas sustentables de construcción para enfrentar el calentamiento global.
“Es imprescindible que la ciudadanía tome conciencia de que hacer bien los edificios puede ser una revolución. Puede servir para cambiar sus vidas y la del planeta”, dijo el arquitecto Marcelo Huenchuñir, Presidente del Instituto Latinoamericano Passivhaus (Ilaph) y coordinador de la iniciativa.
A comienzos de mes, Chile se convirtió en el primer país latinoamericano en aceptar el reto y ejecutar el montaje, dando continuidad a este desafío global cuya última demostración fue durante agosto en Escocia, donde la estructura Passivhaus logró mantener 121 kilogramos de hielo después de dos semanas. Los números de este estándar de construcción aseguran un ahorro de hasta un 90% de energía, aprovechando fuentes de calor internas y técnicas de enfriamiento pasivo.
A continuación, tres empresas que participaron como auspiciadores del desafío comentan sus aportes y reflexiones.
Niuform (CMPC) colaboró con todos los paneles de CLT utilizados para estructurar ambas casetas y así contener los cubos de hielo, ofreciendo atributos esenciales para el aislamiento térmico y acústico, además de una alta resistencia estructural y la captura de CO2 en todo su desarrollo.
Junto a lo anterior, y de la mano del equipo latinoamericano de Passivhaus, se han preocupado de generar contenido audiovisual y de streaming a modo de registro de la actividad, destacando la importancia del material como solución constructiva del futuro.
Recordemos que esta empresa se origina a partir de la unión de Cortelima, especializados en soluciones constructivas en madera, con CMPC, uno de los principales actores forestales del continente con más de 100 años de historia. La conjugación de su trabajo busca repensar la industria en base a vigas laminadas, Glulam, CLT y cuanta otra solución innovadora que el material permita extender sus ventajas y potenciar positivamente a la población.
Su especialización en estructuras y soluciones innovadoras, potencian la más alta tecnología para la construcción, con el fin de realizar trabajos eficientes y sostenibles.
Martín De Mussy, Jefe de Marketing de CMPC Maderas, valoró iniciativas como el Ice Box Challenge ya que “son esenciales para acercar los beneficios de la madera como solución constructiva en Chile. Este tipo de instancias permiten desmitificar varios de los aspectos relativos a las condiciones técnicas de un material como la madera y la dotan de un nuevo significado y valoración al transmitir los atributos de sostenibilidad, eficiencia y versatilidad que entrega”.
“El Ice Box Challenge —continúa De Mussy— ha demostrado el creciente interés que existe entre quienes participan de la industria de la construcción por promover soluciones constructivas en madera, pero además creo que abren la puerta a un mayor entendimiento de toda la ciudadanía sobre los alcances y beneficios que las construcciones en maderas pueden ofrecer. Ese es un gran logro, que sin duda debe seguirse fortaleciendo y promoviendo durante el próximo tiempo”.
Lanarq ofrece una arquitectura sustentable en base a la madera y el uso de un aislante térmico-acústico de lana de oveja obtenida a través de un comercio justo y circular con sede en Coyhaique. Su presencia en este desafío sigue la misma lógica con que ofrecen sus productos al mercado, pues su aporte en el Ice Box Challenge fue con su aislador natural, ubicado entre las capas interiores y exteriores del CLT, junto con las membranas especificadas por Ilaph.
El fundador de Lanarq, el arquitecto Andrés Villouta, afirmó que participar de sucesos tan significativos como este reto mundial fue una gran oportunidad para relucir su producto combinado con las bondades de la madera, siendo un gran aprendizaje para ellos como empresa al motivarlos en la exploración de nuevos usos.
“Uno de los principales atributos de nuestro aislante dice relación con la sustentabilidad, marcando una diferencia respecto a otros Ice Box Challenge en el mundo, debido a que el mensaje medioambiental de la versión en Santiago propone utilizar un aislante eficiente de origen natural. Por ello, pusimos a disposición nuestro producto, elaborado con la mayor base tecnológica, mediante el cardado de lana de oveja”, declaró.
“Estos productos de madera y lana de oveja son circulares en nuestro territorio y replicables para otras zonas del país. Esta iniciativa nos entregó una gran oportunidad de explorar soluciones constructivas, bajo el estándar Passivhaus, para la Región de Aysén, implementando una arquitectura más eficiente y sustentable en viviendas rurales donde se encuentran dos materiales importantes dentro de una obra, como son los de la estructura y revestimientos de la madera, y todo el aislamiento térmico aportado por la lana. Algo que nos hace total sentido, dado que son elementos producidos en el territorio”, afirmó Villouta desde la zona austral.
Rothoblaas, empresa multinacional encargada del desarrollo y provisión de soluciones tecnológicas para la construcción en madera, también se hizo presente en este desafío bajo dos temáticas que caracterizan su oferta en el mercado. La primera fue con los conectores estructurales utilizados para el CLT, donde se emplearon tornillos HBS y VGZ. El primero tiene un hilo parcial que permite juntar elementos y recibir esfuerzos importantes de cizalle con alta ductilidad, mientras que el segundo es de un hilo continuo, siendo capaz de resolver encuentros de alta rigidez de manera oculta y a un bajo costo.
La otra temática tiene que ver con la eficiencia energética de la estructura de madera, donde se emplearon cintas como la “Expand Band”, que aporta a la hermeticidad de ventanas y reduce el puente térmico entre el marco y el vano de la misma, como también de la “Flexi Band”, que evita las infiltraciones de aire al pegarse en todos los encuentros de paneles, en el traslapo de membrana, en el marco de la ventana, etc. “Gracias a su flexibilidad, permite lograr altos niveles de hermeticidad y evitar la pérdida descontrolada de calor, o frío en este caso, evitando la condensación intersticial en capas no deseadas”, especificó Quentin Ruberu, Técnico comercial de Rothoblaas Chile.
Para este reto mundial, también se ocupó su membrana “Clima Control”, la que en función de la humedad interna de la caseta, abre o cierra su transmisión de vapor de agua por un factor de hasta 30 veces (de 0,15 a 5m), “permitiendo evacuar la humedad acumulada en las temporadas más exigentes y funcionar como freno de vapor el resto del año”, dijo el profesional.
Con respecto a la participación en el Ice Box Challenge, Ruberu manifestó un especial reconocimiento por su posible efecto en la población.
“Este tipo de acciones son muy necesarias para la causa. Existen todavía muchos conceptos equivocados en la construcción y eso es por falta de conocimiento. En esta instancia, como en otras del país como la Semana de la Madera, muchos profesionales se acercan y quedan impresionados del potencial. La madera tiene esta capacidad de acercar a la gente y yo creo que a medida que agreguemos más valor al producto, más se utilizará. Vemos que se viene un futuro muy próspero para este tipo de construcción. Nos lo confirma cada año la COP y el crecimiento de las industrias especializadas en la prefabricación a nivel industrial en Chile”, finalizó.
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