16 de Noviembre, 2021
Algo sucede con la altura. Ya sea cuando estudiamos una carrera, entramos a un nuevo trabajo o nos proponemos un objetivo difícil de alcanzar. Quizás el hecho de apuntar alto para lograr metas pareciera ser el factor común para triunfar, competir contra los mejores o, tomando la frase con más literalidad, para despegarse del suelo y diferenciarse de aquellos que no ascienden demasiado.
Si aplicamos esta metáfora en el proyecto francés “Sensations Wooden Block” (tres edificios; uno de 11 pisos y dos de ocho), encontramos una clara intención de alejarse de lo convencional y dirigirse hacia arriba, constructivamente hablando. Y no por el hecho de que su torre más grande es la edificación residencial en madera más alta de Francia, sino que también por la propuesta en sí, ya que esa altura mencionada tiene mucho que ver con la demostración de factibilidad y calidad a la hora de llevar a cabo una obra de tal magnitud, hecha totalmente de esta materia prima.
En otras palabras, apuntar alto, más que para jactarse de haber alcanzado el mayor nivel, para aportar a la ciudad, al medio ambiente y a la sociedad. Según cuenta Nicolas Ziesel, co-fundador de KOZ Architectes y arquitecto a cargo del proyecto, “cambiar la industria de la construcción del hormigón, que es responsable del 8% de las emisiones globales de CO2, a la madera y otros materiales sostenibles, es una alta prioridad. Un cubo cuadrado de hormigón libera una tonelada de CO2 a la atmósfera, mientras que el mismo volumen de madera en la construcción almacena una tonelada de CO2. En cuanto a hoy, los bosques son el único sumidero de carbono masivo que podemos movilizar para mitigar el curso acelerado del cambio climático”.
Respecto al origen del proyecto, todo surge a partir de la misma comunidad de Estrasburgo, la cual organizó un concurso de diseño y construcción para un nuevo desarrollo urbano, orientado a la construcción sostenible y la arquitectura de madera. Ziesel recuerda que “el hecho de proponer una estructura de madera de altura media fue una de las razones por las que ganamos”.
Como se dijo, “Sensation wooden block” tiene la particularidad de contar con el edificio residencial de madera más alto de Francia. Sin embargo, más allá de ese rótulo, el hecho de haber optado por una estructura de esa materialidad fue una prueba de concepto que buscaba, sobre todo, la factibilidad de realizarlo a gran escala en edificios de mediana altura. Para ello estaba la necesidad de optimizar el volumen de madera y limitar el peso de la estructura, cuya fachada de CLT está ideada para estabilizar, darle menos esfuerzo a la cimentación (considerando que es una zona de alta frecuencia sísmica) y para lograr una mejor emisión de huella de carbono.
Tal como agrega Nicolas Ziesel, otro aspecto se relaciona con la tipología residencial, pues al tener una fachada de CLT dura, evita el riesgo de que los habitantes deterioren el complejo de ésta y creen fugas térmicas; así como también los riesgos de agua de lluvia en el interior. Lo otro, es que permite una mayor flexibilidad durante toda la etapa de diseño y en la vida útil de lo construido.
En lo formal, la obra consta de tres edificios con núcleos centrales de madera, léase suelos, muros de carga y la mencionada fachada (con madera laminada CLT). Asimismo, la estructura de columna-viga también cuenta con madera laminada, ítem fundamental para los 146 departamentos que allí se emplazan. La torre de mayor altura cuenta con 38 metros y la superficie total consta de 9.146 m2. Al pie de las construcciones, en tanto, se encuentran tiendas que facilitan la rutina de los residentes.
A la hora de centrarnos en los tipos de madera y en sus formas de obtención, Ziesel explica que “la madera es principalmente pino blanco de Austria para el CLT y varias especies de pinos de Francia para el glulam y otros elementos. También, hay algunos paneles OSB de origen europeo mixto”. El arquitecto agrega que hubo dos calidades de acabados, los cuales dependían de si los elementos eran visibles o no. Durante la construcción se le prendió fuego a una maqueta a escala real, con el fin de probar su efectividad ante un incendio. El 90% de la estructura de madera no presentó daños a la vista.
Al hablar de una ecociudad o ciudad ecológica, nos referimos a un propósito que surge de la necesidad de preservar el medio ambiente y disminuir los efectos del cambio climático. La idea es que esté diseñada bajo principios ecológicos y busque el desarrollo sustentable, cualidades que, justamente, propone el proyecto ÉcoCité Strasbourg Métropole Deux Rives. “Toda el área cuenta con 500 unidades, tanto privadas como sociales; también con estacionamiento aéreo y con un amplio jardín público en el medio”, adelanta Ziesel.
Y profundiza: “El objetivo de las autoridades era crear un efecto masivo para alentar a la industria maderera local a crecer e invertir en nuevas tecnologías de construcción como CLT. El plan maestro fijaba alturas de las distintas parcelas y teníamos la más alta. Los proyectos, por su parte, utilizan madera y otros materiales sostenibles, tales como aislamiento de paja o cáñamo y revestimiento de tierra, acabados orientados a la salud. Algunas de las ambiciones no llegaron al final; por ejemplo, la forma de la coronación de nuestras tres torres es permitir el posicionamiento de un techo fotovoltaico que aún no ha encontrado un modelo de negocio y una unidad de calefacción central para las 500 unidades, que también fue costoso de desarrollar. Por lo mismo, durante los talleres, los equipos de los diferentes proyectos se reunieron periódicamente con las autoridades reguladoras de la edificación e industriales, desde el sector forestal hasta los contratistas madereros. Este taller tuvo como objetivo compartir innovaciones, resolver problemas regulatorios -como la seguridad contra incendios- y encontrar soluciones comunes que pudieran permitir la reducción de costos”.
A modo de reflexión, el arquitecto señala que este enfoque holístico debe extenderse a las comunidades que se ganan la vida a través de los bosques. En ese sentido, remarca, la construcción con madera brinda oportunidades laborales e ingresos gratificantes, ya que cada paso de la transformación del bosque al edificio multiplica por 100 el valor de la madera.
“Puede ayudarnos a relacionarnos más a nivel personal, a sensibilizarnos con los problemas globales, a cuidar mejor a las personas y a todos los seres vivos. ¡Cada edificio de madera debe ser un templo para celebrar y fortalecer la vida!”, cierra con entusiasmo y convencimiento.
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