Como una forma de responder a los desafíos planteados a nivel país, en términos de dar acceso a soluciones habitacionales de calidad, contribuyendo al desarrollo de comunidades, barrios y ciudades equitativas, integradas y sustentables; y considerando, además, que existe un potencial de desarrollo en el uso de la madera en Chile, especialmente, por ser uno de los principales productores a nivel mundial, es que en estos últimos años se ha avanzado sostenidamente en establecer alianzas colaborativas en el ámbito académico, sectorial e interinstitucional, para levantar, en forma conjunta y unánime, una agenda que impulse su uso en la construcción.
Esto, con base en sus atributos más relevantes, como su velocidad de construcción y su potencial para la generación de industrialización, al igual que su mayor economía y eficiencia energética, lo que la convierte en una materialidad que permite abordar las soluciones habitacionales con un enfoque sustentable y, al mismo tiempo, con un carácter de innovación, de mejora en la productividad y con altas expectativas de crecimiento.
Dicho esto, cabe destacar que durante la pandemia los trabajos, estudios y desarrollos impulsados por el Minvu en el ámbito de la construcción en madera no se han detenido, enfocándose en cinco pilares fundamentales: normativa, calidad, soluciones constructivas, capacitación y difusión y proyectos detonantes. El objetivo de esta estrategia ha sido establecer los cimientos que permitan avanzar en la superación de brechas normativas y culturales, romper prejuicios, incorporar nuevas tecnologías y generar industrialización que apunte a la rapidez en la ejecución, sin descuidar la calidad.
Se ha avanzado sostenidamente en el desarrollo de normativa, manuales y soluciones constructivas, para edificación en media altura. Asimismo, se han definido parámetros de estandarización de proyectos y prefabricación de productos como la madera, con valor agregado, para reducir los costos y tiempos de construcción.
Precisamente, en materia de innovación normativa para construir en madera, se ha avanzado en esta agenda y en la actualización de 42 normas relacionadas, encontrándose disponible para los profesionales y diseñadores una plataforma interactiva desarrollada en conjunto con CIM UC, denominada “Diseña Madera”. Una plataforma que contiene más de 260 soluciones constructivas acreditadas en resistencia al fuego y acondicionamiento térmico y acústico, que apoyan el diseño de las edificaciones de madera de uno a seis pisos. Las fichas técnicas incluyen soluciones constructivas descargables con componentes BIM (Building Information Modeling) y datos de apoyo, entre otros elementos.
El desafío para 2022 es avanzar en calidad y verificar que todo lo desarrollado en la agenda Minvu en materia de diseño estructural y arquitectónico, se traspase de buena manera a las obras. La construcción en madera debe ser abordada como un todo, considerando la arquitectura e ingeniería, la coordinación con las industrializadoras y empresas constructoras, y la incorporación de las condicionantes de eficiencia energética, seguridad y acondicionamiento ambiental. De esta manera, el avance hacia una construcción más sustentable se hará una realidad.
Como ministerio, nuestra convicción apunta a que el alto estándar de construcción en madera sea concebido con una perspectiva de innovación, industrialización y sustentabilidad. En el caso específico de la industrialización, el enfoque es una construcción controlada en planta, con niveles de aseguramiento de la calidad y apostando a un cumplimiento normativo pleno. Esto implicará también una construcción con mayor eficiencia, que genere bajos residuos y una ejecución más limpia y rápida que, al mismo tiempo, apunte a objetivos sustentables.
Hablamos de madera que cumpla con todas las normas que hemos actualizado y con los estándares necesarios para la construcción, por eso es que ponemos en valor el concepto de madera para uso en construcción, lo que se refiere a: madera clasificada estructuralmente conforme a la norma de diseño estructural NCh1198 (con grados estructurales visuales o mecánicos tales como GS, G1, G1 y mayor, G2, C16, C24, MGP10, MGP12), madera con humedad menor al 20%, con escuadrías estandarizadas, e impregnada.
Con ello se incorpora una nueva forma inspección técnica de obras o fiscalizadores técnicos dependiendo del tipo de proyecto, con conocimiento en procesos estandarizados, que verifiquen protocolos en las plantas industrializadas, además de nuevas formas de transporte, actas detalladas de entrega de paneles o módulos en obra, izamientos y tolerancias, pasando a ser relevantes temas que antes no se verificaban al detalle tales como fijaciones, sellos y aplome, entre otros. Esto, sin dejar de lado los controles propios de la materialidad de la estructura en madera, a través de los laboratorios oficiales vigentes en el registro del Minvu.
Como ya se mencionó, el desafío para 2022 es avanzar en calidad, por lo tanto, iniciaremos un proceso de calibración del “Protocolo de Inspección para Proyectos Industrializados”, desarrollado en conjunto con el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción (CTeC). Adicionalmente, esperamos continuar con el trabajo colaborativo en los cinco pilares citados, junto a representantes del ámbito académico, sectorial e interinstitucional, quienes nos han permitido impulsar una serie de iniciativas que tienen como objetivo que la madera se convierta en una alternativa competitiva en el mercado de la construcción.
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