28 de Marzo, 2022
El 2020 fue un año bisagra para Cristián y Daniela Castro. Dos hermanos dedicados laboralmente a la creación —el primero como arquitecto y la segunda como directora de arte— que unificaron sus trabajos, experiencia y conocimiento en un solo concepto, fundando The Woods. Un taller y estudio creativo dedicado a los objetos y el mobiliario en madera, el cual propone proyectos y soluciones con el fin de generar espacios memorables por su calidez y el aprovechamiento del material.
Por medio de diseños robustos, minimalistas y basados en colores neutros, su apuesta se enfoca en la creación de productos atemporales y de delicada manufactura, los que destacan por su estética, calidad y aprovechamiento de las bondades del material. Es así como en su catálogo se encuentran mesas, sillas, sitiales, comedores, veladores y objetos decorativos en madera, los que llevan a cabo con técnicas carpinteras, herramientas manuales y también eléctricas, siempre cuidando que sus proporciones y detalles sean visualmente atractivos.
Un trabajo a mano que sus autores buscan ver reflejado en los prototipos, en los moldes, los encajes de estructuras, ensambles, lijados y en el acabado final.
Para estos hermanos, la madera es un material noble, el que en su relación histórica con el hombre ha desarrollado una interrelación basada en la calidez. Y en su rol de diseñadores, encuentran en ésta un insumo encantador, versátil y de fácil manejo para trabajar y transformarse, además de rescatar que es un recurso renovable y reutilizable.
Actualmente, los Castro trabajan con dos tipos de materia prima. El denso y resistente roble americano, por su estética y propiedades mecánicas adecuadas para la carpintería, mientras que para algunas versiones de lujo de sus productos emplean nogal americano.
“La madera que utilizamos es aserrada y la compramos en lugares certificados y seguros de su procedencia. Cada parte del proceso de construcción de un mueble es importante. No es lo mismo elegir una madera para una mesa que para una silla. Es necesario estar en constante aprendizaje, ya que la madera tiene diferentes propiedades, de acuerdo a su posición, corte, humedad, veta, etc”, explica Daniela.
Si bien ambos ya tenían gustos similares y carreras que coincidían en ciertos puntos de desarrollo, la puesta en marcha de este emprendimiento fortaleció la capacidad creativa de estos hermanos. Cristián Castro ya tenía mucha experiencia en proyectos digitales y de diseño industrial, y Daniela en el trabajo de taller con la madera, especialmente en lo que implicaba las terminaciones y acabados con el material.
Por ello, una de las cosas que ambos vieron robustecidas fue su proceso de diseño, ya que afirman que si bien podrían realizarlo en un papel o en un render, ellos prefieren que dicho trabajo también sea in situ, en el taller, porque es allí donde van saliendo detalles que modifican el producto final. “Equivocarse es parte del aprendizaje de este oficio y hay que tomarlo como una oportunidad para crear”, dice Daniela.
Ella indica que el acabado es una parte fundamental para el cierre de sus procesos carpinteros, pues es aquí donde se resalta la belleza natural de los productos en madera, al mismo tiempo que se protege de las inclemencias del uso y del clima.
Un ejemplo de lo anteriormente explicado fue su “Silla Faceta”. Uno de sus productos más elaborados, pues tardó cuatro años de prototipeo y cerca de 50 posibles versiones a mano en las que se utilizaron lenga, eucalipto, castaño y raulí. Luego de todo este trabajo, sus reflexiones y conclusiones del oficio, lograron crear una silla de roble americano natural con tinta negra, sin marco, cómoda y estable, junto a una edición de lujo de la misma pero en nogal negro.
“Estamos conscientes que el material que usamos proviene de la naturaleza y tardó tiempo en crecer. Por eso nuestro trabajo es lento, de baja escala. Diseñamos improvisando y maquetando prototipos. Jugamos con la diversidad de las formas, forjando nuevas ideas, donde la madera y el diseño cumplen un rol protagónico. Trazamos el camino desde la búsqueda de la madera hasta el objeto, formando parte de un entorno. Y nos mantenemos alineados con el compromiso de hacer de la manufactura local un mercado de excelencia”, finaliza Daniela Castro.
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