Dos expertos entregan sus mejores consejos para construir una casa o edificio en madera

PORTADA Critical mass- Why builders are increasingly opting for engineered timber products - Swinerton Mass Timber

12 de Abril, 2022

Teniendo en cuenta las numerosas ventajas y beneficios que conlleva optar por este material al construir, es necesario tener claridad acerca de qué puntos fundamentales no se pueden dejar pasar. Por lo mismo, a modo de guía, el arquitecto UC, Andrés Sierra, y el director de Polomadera de la UDC, Frane Zilic, nos entregan sus mejores recomendaciones.

La madera posee numerosas virtudes constructivas y medioambientales. Su capacidad de almacenamiento de carbono, su poder estructural o su excepcional cualidad aislante, son sólo algunas de las ventajas que se obtienen tras optar por ella como principal materialidad de construcción. Sin embargo, todos estos beneficios no se producen mágicamente, pues, para hacerlos efectivos, se requiere que el inmueble esté bien realizado.

Ante este escenario, consultamos algunos puntos de vista a Frane Zilic —director de Polomadera de la Universidad de Concepción— y a Andrés Sierra —arquitecto y ex-subdirector de Transferencia del Centro UC de Innovación en Madera—, los cuales desde su experiencia y visión, entregaron sus mejores consejos para construir una casa o un edificio en madera. 

La madera posee numerosas virtudes constructivas, estructurales y medioambientales/ Agencias

Frane Zilic

Para Zilic, quien además es Magíster en Construcción en Madera, trabajar con este material se alza como la solución sostenible que necesita la construcción. No obstante, según su perspectiva, su adopción se ve ralentizada al tener que cargar con fantasmas del pasado. Por ejemplo, se le suele echar la culpa a la madera cuando la vivienda se pudre, se incendia, se recalienta en verano, vibra al pisar o tiene una mala aislación acústica. Una fama ganada injustamente debido a que no son problemas intrínsecos de la materia prima, sino de diseño, cálculo y ejecución. 

A continuación, el profesional expone sus recomendaciones. 

Inspección y redundancia

Suele ocurrir que, al diseñar, se piensa estéticamente y se cuenta con la total confianza de que todo resultará bien porque el cálculo es correcto. Sin embargo, en la obra misma, tanto en la edificación como en su operación, Zilic dice que hay que considerar que serán múltiples los factores que no saldrán como estaba planeado, desencadenando en fallas que afectarán el desempeño o durabilidad de aquello que se va a erigir.

Para esto, dice el director de Polomadera, “es bueno adelantarse y diseñar sistemas que sean redundantes, que se puedan inspeccionar y que acusen rápidamente las fallas antes de comprometer la integridad de la obra completa. Se acerca a gran velocidad un mundo lleno de sensores, pero, sin querer dejarlos fuera, hay mucho que se puede lograr con un buen detalle”.

Derecho a reparar

Si en el universo automotriz no existieran los repuestos adecuados para los vehículos que fallan, de seguro éste sería, en el corto plazo, una futura chatarra. Del mismo modo, si en la construcción se llevan a cabo proyectos complejos y difíciles de refaccionar, es probable que, gradualmente, el inmueble viva un proceso de decadencia complejo de rescatar. 

Zilic señala, como ejemplo, que “en Japón existe un templo de madera que tiene cerca de 1.500 años. Una de sus principales estrategias de durabilidad radica en la posibilidad de cambiar piezas para reparar los daños que ocurren a lo largo del tiempo. Sin necesidad de llegar a esos extremos de perfección carpintera, podemos empezar a pensar de qué manera estamos diseñando hoy para permitir la reparación futura. ¿Cuáles son las piezas más susceptibles de ser dañadas y cómo la reemplazamos sin tener que desarmar o desechar toda la obra?”. He ahí el desafío.

Frane Zilic es arquitecto y director de Polomadera, de la Universidad de Concepción / Agencias

Industrialización

Si analizamos las cifras de sostenibilidad económica, social y ambiental de los diferentes rubros, la industria de la construcción juega un rol ingrato al presentar bajos indicadores. Por ende, es fácil pensar que la construcción en madera, potencialmente, puede resolver gran parte del problema. Y si bien la respuesta no es negativa de antemano, sí es un hecho que sólo podría generar efectos si se industrializa.

“Esto no significa crear grandes plantas sacando miles de casas iguales al año. No”, recalca Zilic. “La industrialización que nos va a dar sostenibilidad tiene que estar radicada en la pyme, distribuida en el territorio generando empleo local. Necesitamos instalar capacidades de diseño tridimensional detallado para eliminar errores antes de que ocurran. Necesitamos prefabricar en un entorno controlado y seguro, donde podamos ir incluyendo automatización flexible. Y también necesitamos medir tiempo y calidad de ejecución en terreno y retroalimentar el proceso de diseño para tener una mejora constante”.

Copiar e innovar

Se suele decir que lo bueno se copia. Y si se mejora, bienvenido sea. Llevándolo a la construcción en madera, hoy en día, los que llevan la delantera en cuanto a desarrollo, se encuentran en Europa Central. Por consiguiente, es fundamental estudiar, comprender y adaptar las soluciones que ellos emplean para, en la medida de lo posible, poder replicarlo a nuestra realidad. Aunque para Frane Zilic no basta con eso. Sobre todo, tras la aprobación de la Ley Marco de Cambio Climático.

“Toda construcción que hagamos a partir del año 2050 tiene que ser carbono neutral, por lo que requerimos de una velocidad de cambio nunca antes vista en la construcción. Lo primero será entender y adaptar, pero luego, sobre eso, necesitamos innovación con base científica. En un escenario cambiante es posible que fallemos al hacer innovación, pero, si seguimos haciendo lo mismo, es seguro que vamos a fallar”, advierte.

Andrés Sierra

Para el arquitecto, Gerente de Tallwood Consultores y ex-Director Ejecutivo del Centro de Innovación y Desarrollo de la Madera UC – CORMA (CIDM), esta materia prima se encuentra en un momento privilegiado desde el punto de vista de la producción industrial, pero, a su parecer, resulta vital terminar con los prejuicios que existen contra este noble elemento a la hora de comenzar un proyecto. 

En los siguientes párrafos, el profesional da cuenta de sus consejos. 

Estar informado

Se dice que, el que no está informado, no puede tener opinión. En este caso en particular, la frase cobra sentido, pues la oferta de elementos disponibles para desarrollar proyectos —piezas y partes— es bastante amplia. Decisión que, dependiendo de lo que se elija, será clave para el resultado final. 

“Hoy existe un repertorio de productos de maderas de ingeniería, tales como los perfiles MLE —madera laminada encolada— y placas CLT, con los que, además de mayor tamaño y estabilidad dimensional, es posible recibir las piezas cortadas con alta precisión a través de maquinaria de control numérico —CNC—”, indica Sierra.

Andrés Sierra es arquitecto y ex-subdirector de Transferencia del Centro UC de Innovación en Madera / Agencias

Escoger la tipología constructiva adecuada

Puede sonar obvio, pero a veces no lo es tanto: es muy diferente pesar una vivienda, un edificio en extensión o un edificio en altura. Por lo mismo, asesorarse correctamente para elegir la tipología estructural adecuada, es la piedra angular de cualquier proyecto. A partir de ahí, habrá mucha más claridad en lo que respecta al financiamiento y a las posibilidades de diseño, marcando una hoja de ruta concreta y realista antes de comenzar la faena. 

“Existen consultores que ofrecen el servicio de estudiar la factibilidad y economía del proyecto, ayudando a lograr resultados económicamente viables y arquitectónicamente atractivos”, aconseja el arquitecto.

Diseñar con las dimensiones del material

Se pueden tener muy buenas ideas y tener muy claro que la madera es lo que se quiere utilizar, pero para eso es muy importante conocer el producto. Por ejemplo, a uno le puede gustar un zapato, pero si es demasiado grande —o demasiado chico—, no calzará por más que se le intente acomodar. Al construir en madera puede ocurrir algo parecido, ya que al no saber los tamaños de los paneles a utilizar, cuánto pesan o, incluso, de qué manera será su traslado, cualquier diseño previo puede resultar inútil.

“Sugeriría diseñar tomando en cuenta desde un comienzo las dimensiones del material. Esto, con el fin de modular, lograr eficiencias estructurales y evitar mermas. Además, considerar que la construcción en madera, actualmente, es igual a prefabricación, con lo que podrían incorporarse factores como dimensiones del medio de transporte, tamaños de las mesas de fabricación y cantidad de paneles a utilizar”, refiere Sierra. 

Utilizar conceptos de protección por diseño

Si bien es cierto que la madera tiene buenas propiedades de aislamiento, Andrés Sierra indica que hay que esmerarse para que esa función tenga un buen resultado. Para esto, es necesario identificar las “amenazas” naturales que pueden jugar en contra —el viento, el agua, el sol—, en qué sitios se desarrollará el proyecto y, lo primordial, utilizar los productos adecuados para que la materia prima pueda cumplir su función de forma óptima.

“Como ejemplos, está separar la madera del suelo, proteger los elementos de este material del sol y la lluvia, especificar envolventes ventiladas y utilizar bandas, membranas y barreras para la hermeticidad, humedad y vapor. Todo, con el fin de garantizar un buen desempeño térmico y evitar daños por condensación”, recomienda el arquitecto.


Escrito por Felipe De la Cerda E. 
Fotografía principal cortesía Swinerton Mass Timber

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