28 de Noviembre, 2022
Los inicios de este negocio corrieron a la par que los de la pandemia. Y es que debido a la situación sanitaria, sus fundadores comenzaron a trabajar remotamente en un nuevo material de construcción que siguiera las últimas tendencias de nuestro tiempo. Es decir, que fuese estructural, sostenible e innovador, pero por sobre todo que fuese respetuoso con su medioambiente. Una combinación que finalmente encontraron en la madera y en la lana de oveja.
“En ese entonces tenía el recuerdo de una compañera de la universidad que había desarrollado un proyecto de tesis, cuya propuesta era un hotel con envolvente térmico de lana de oveja. Desde aquel entonces, siempre se me quedó en la mente dicha iniciativa, por lo que en la pandemia comencé a investigar sobre sus características y la posibilidad de poder desarrollar un producto que contenga dicha materia prima a nivel industrial en Chile”, recordó Fernando Pairo, arquitecto y encargado de proyectos de Panel Sheep.
Él comenta que cuando comenzó ese proceso investigativo y de diálogo con distintos expertos, no encontró mucha información sobre este tipo de aplicaciones en particular. Salvo algunos proyectos interesantes y de buenas referencias, pronto se dio cuenta que no era algo conocido masivamente en nuestro país. “Incluso hasta el día de hoy”, advirtió.
Fue en ese contexto donde conoció a Bioaislant. Una empresa que provee un producto fabricado en base a fibra natural de lana de oveja, ligada con fibras de anclaje y tratada con agentes de protección biológica. Su materia prima especialmente procesada para lograr un material fibroso, con propiedades de aislación térmica para uso en construcción habitacional, aislación de techumbre, tabiques y pisos ventilados, lo terminaron convenciendo. Lo demás fue ocurriendo rápidamente.
“Integré la materia prima y el producto que habían creado, y diseñé un panel prefabricado estructural para la construcción, el cual lo revisamos en conjunto a mis socios y vimos que tenía un gran potencial, por lo que en menos de dos semanas ya estábamos fabricando los primeros prototipos con revisiones técnico-constructivas y estructurales. Y al cabo de unos meses logramos vender nuestra primera vivienda de 85 m2 en Pichilemu”, aseguró.
En términos simples, definen lo suyo como un servicio de arquitectura y de construcción prefabricada, con lana de oveja como aislante térmico. Dicha lana la obtienen de distintos criadores de ovinos del país, aunque la mayor concentración se encuentra en la Región del Biobío, debido a la proximidad con la planta de Bioaislant en Los Ángeles.
“Este producto, de carácter natural y de recolección manual, se encuentra bajo tratamiento y proceso industrial para otorgar los parámetros necesarios para su uso en la construcción, cumpliendo con los estándares normativos en durabilidad, limpieza y propiedades físicas, aprovechando su potencial térmico”, dice la web de Panel Sheep.
Fernando Pairo explica que dentro de las características de la lana que utilizan están sus altos rendimientos en transmitancia térmica, con formatos de rollo en 30, 40 y 50mm de espesor, lo que permite adaptación de acuerdo a los proyectos en que trabajan. Así, las opciones pueden ser numerosas y versátiles, tanto por la zona térmica como por el confort interior requerido por cada cliente. La conductividad de la lana de oveja es de 0,045 (W/m-K), siendo uno de los materiales más eficientes para uso habitacional, como apuntan.
Las propiedades de este recurso de origen animal combinan perfectamente con su uso en paneles prefabricados de madera, los que, en este caso, son de OSB. La lana, ya saneada y tratada a nivel industrial, se ubica en el interior de estos elementos, permitiendo una amplia gama de aplicaciones en la construcción, así como en la mueblería o en la decoración.
Junto a los atributos térmicos, otras características por las que destaca Panel Sheep es la rapidez para montar viviendas en poco tiempo, si se compara con otros sistemas de construcción basados en materiales convencionales o, incluso, en proyectos de carpintería. Lo anterior, afirma Pairo, se ve reflejado en los costos finales y en lo empírico; en tan solo 10 días es posible levantar una vivienda en su totalidad como obra gruesa.
“Tenemos una mayor presencia como Panel Sheep en el sector costero del litoral central. Hemos diseñado viviendas en Algarrobo, Casablanca y Pichilemu, y ahora nos estamos moviendo hacia el sur, en donde hemos diseñado viviendas en Cerro Castillo (Región de Aysén), y en este verano que viene comenzaremos nuestra primera vivienda en Valdivia”, reconoció.
“En los últimos dos años, nos hemos dedicado netamente en la vivienda, no obstante, también hemos diseñado módulos habitables para centros de Sename, y/o clínicas dentales móviles, y en general ideas de proyecto que se puedan modular y transportar, para usos comerciales o educacionales. Como el panel genera una envolvente habitable en cualquier zona del país, nos permite un gran uso de espacios y actividades de distinta índole”, diferenció.
En cuanto a la madera, las placas de OSB son adquiridas por medio de LP y otros proveedores similares, respondiendo a las normativas ISO, así como la madera estructural bruta y cepillada, según sea el uso e integración de cada panel.
El resto de la madera que utilizan para la edificación se compone, mayormente, de pino insigne. Es allí donde se ejecutan los cortes necesarios para cada obra, encontrando en la prefabricación un aliado necesario para cada proyección y futura panelización.
“El poder prefabricar la obra gruesa nos permite agilizar el sistema de montaje en repetición, tanto para fabricación de paneles de piso, muro y techos, lo que en terreno ocupa mayor tiempo y más recursos si se hace de manera tradicional. A su vez, aprovechamos la instancia de poder integrar especialidades, como las conexiones eléctricas, por ejemplo, en donde mediante planos de distribución, nuestros paneles consideran desde la fábrica dichas instalaciones, según se desprende del proyecto”, mencionó el arquitecto.
Continúa el encargado de proyectos. “El concepto de panelización prefabricada en conjunto a la estructura de madera de un proyecto, nos otorga resultados como cualquier otro hecho en carpintería en madera. Vale decir, que tanto los paneles en su aporte de estructura interior y de arriostramiento hacia las soleras inferiores y superiores y la pilarización de madera entre cada panel, nos entrega seguridad y eficiencia estructural para cualquier proyecto”.
Actualmente, en Panel Sheep se encuentran perfeccionando su producto.”Estamos desarrollando una versión 2.0 del panel, en que buscamos mejor eficiencia en tiempos, mayor integración de partidas y especialidades en el panel, e integrando herramientas de mayor desarrollo tecnológico”, finalizó Fernando Pairo.
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