Proyecto de vivienda colectiva basado en sistema constructivo de madera prefabricada obtuvo el segundo lugar del XVII Concurso de Arquitectura

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20 de Diciembre, 2022

La propuesta llamada “Colgando Comunidad” establece un espacio continuo de libre disposición para los residentes, a partir del sistema de plazoletas. A su vez, el plan dispone de comercios de barrio que se extienden hacia lo público, contribuyendo a la economía de sus residentes y posibilitando la proyección de ambientes e instancias de mejor calidad.

Para poder explicar de buena manera lo que plantea este proyecto surgido en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, titulado “Colgando Comunidad”, habría que conocer primero qué se entiende por vivienda suspendida. Un desarrollo que les permitió obtener el segundo lugar del XVII Concurso de Arquitectura organizado por Madera21. 

Según palabras de Marco Rodríguez, uno de los miembros del equipo junto a Sebastián Mena y Francisco Luco, es un tipo de construcción que dispone de una estructura que permite levantar la obra, con el objetivo de liberar el primer nivel. De esta forma, para la problemática abordada en la propuesta y con la meta de tener un nivel de ocupación de suelo mínimo, la estrategia de diseño elegida permitió desarrollar una edificación superior y mantener un patio inferior inalterable en sus dimensiones, el cual queda permanente para los usuarios. 

Teniendo esto claro, y adentrándonos ya en su trasfondo, la idea posiciona a esta vivienda colectiva frente a plazoletas de barrio, a partir del reconocimiento de un modelo urbano replicable. De esta forma, se proyecta el levantamiento de una gran residencia —en este caso, en la comuna de Recoleta— que se posa sobre una barra de servicios, generando una gran contribución a lo público y a lo doméstico. 

La iniciativa promueve el habitar comunitario y sustentable por medio de la madera / Equipo ganador

Respecto al origen del proyecto, Rodríguez explica que emerge a partir de una reflexión espacial y social de la micro-radicación —estrategia habitacional dirigida principalmente a familias compuestas por más de un núcleo y que residen en la misma propiedad—, creando una nueva mirada acerca del lote 9×18. La tipología más frecuente en Santiago, que corresponde a más del 10% de la superficie total de la ciudad, principalmente en el pericentro. 

Sobre el lote mencionado, vale destacar que los sitios a medio construir y los con edificaciones precarias se convierten en un desafío que llama a tomar esos trozos de ciudad ya fundada, emprendiendo en ella una segunda etapa de construcción y consolidación.  

“La observación arrojó que la situación actual de los barrios conformados por los lotes 9×18 disponen de un excesivo uso de suelo, los cuales en algunos casos llega a un nivel de ocupación de un 80%, de modo que los espacios abiertos, como el patio, se ven reducidos con los niveles de allegamiento en los hogares. Nuestro proyecto reconoce el valor de la comunidad y la situación actual de los lotes para plantear una radicalidad en el hogar cotidiano, explorando los límites que pueden proveer un habitar colectivo cuando éste se mezcla y se enriquece con núcleos familiares preexistentes”, dice Rodríguez. 

Razones de por qué hacerlo con madera prefabricada y en Recoleta

El proyecto obtuvo el segundo lugar del Concurso de Arquitectura organizado por Madera21 / Equipo ganador

Teniendo en cuenta que el déficit habitacional en Chile exige soluciones rápidas y efectivas, el equipo optó por incorporar nuevas tecnologías de prefabricación en madera. Éstas, además de acelerar el proceso constructivo, también permiten incentivar un mercado desde el mismo proceso de edificación, planteándose desde un sistema estructural sencillo y disponiendo de piezas simples. De esta forma, “Colgando Comunidad” fomenta la madera prefabricada para la conformación de un módulo estructural inicial, incorporando esta materia prima de manera tecnificada, lo que permite tener piezas de grandes luces a disposición y generar amplios espacios liberados de cualquier estructura. 

Concretamente, tanto las vigas como los pilares involucrados se sirven del proceso tecnológico para el diseño de las uniones constructivas mecanizadas, optimizando el montaje en obra. Además, debido a la sencillez de las piezas, se hace necesario el uso de refuerzos, por lo que se dispuso de paneles CLT que, además de apoyar con sus cualidades estructurales, aportan con su rapidez de fabricación y rápido ensamble. 

En cuanto al uso de estas tecnologías, Rodríguez espera que éstas “incentiven una economía de mercado desde el propio proceso constructivo. Además, dado que la propuesta concibe un despliegue sobre el espacio público, se dispone la utilización de suelos como un plan de mejoramiento y reacondicionamiento de plazas de barrio”. 

Igualmente, es importante señalar que, para el desarrollo de la estructura flotante y de doble altura, se visualiza trabajar con dos tipos de madera. La primera corresponde a la laminada, la cual posee el mayor protagonismo a través del uso de vigas y pilares con uniones mecanizadas. Por otro lado, se encuentra el uso puntual de los acabados a nivel de piso, ítem escogido con madera contralaminada.

En lo que respecta a la elección de Recoleta para llevar a cabo el proyecto, las razones se basan en la identificación de una importante cantidad de lotes de 9×18 con allegamiento, situados en torno a plazoletas de barrio. Éstos, además de estar a cinco o diez minutos de paraderos del transporte público, se encuentran a otros 15 de una serie de servicios, por lo que la comuna cuenta con las características para trabajar en la exploración y disposición de viviendas a través de la ya mencionada micro-radicación. 

Segundo lugar en Concurso de Arquitectura 2022

El plan considera su aplicación en la comuna de Recoleta, frente a plazoletas barriales / Equipo ganador

Para ser reconocidos, en cualquier ámbito, se requiere de visión, trabajo, constancia y determinación. En este caso puntual, el hecho de haber obtenido el segundo lugar en el XVII Concurso de Arquitectura, da cuenta de un proyecto que, además de abordar el déficit habitacional de manera eficiente y ágil, se preocupa de la comunidad y lo urbano, proponiendo viviendas de calidad llevadas a cabo con materiales sustentables y de rápida ejecución. 

“Obtener el segundo lugar con nuestra propuesta no solo representa que el proyecto presentado es llamativo frente a las soluciones de micro-radicación, sino que pone de manifiesto la discusión por nuevas formas de habitar, basados en la comunidad y lo colectivo, que como alternativa se muestra interesante a la hora de abordar las propiedades ocultas de la micro-radicación y los núcleos familiares que ésta aborda”, declara su integrante. 

Ahora bien, conversando con Marco Rodríguez y llevando este proyecto a la realidad dentro del panorama más óptimo, una posible edificación de este tipo podría considerar, en su totalidad, unos tres meses. Aquello, debido a que casi la totalidad de la obra presenta piezas prefabricadas, garantizando un proceso de construcción continuo al tener mayor flexibilidad en los campos de gestión. Adicionalmente, como una de las grandes ventajas, destaca la alta reiteración de sus piezas, debido a su carácter modular, así posibilitando la utilización de tecnologías de prefabricado para sus espacialidades anexas al núcleo estructural. 

En lo formal, se promueve un habitar comunitario que atomiza y despliega en unidades mínimas privadas los dormitorios y baños, donde el área colectiva unifica y establece un espacio continuo de libre disposición para los residentes. Por otro lado, la estrategia de levantamiento tiene una función que avizora un comercio de barrio, impulsando el emprendimiento y dando un 50% del área del predio para que, los que allí habiten, puedan contar con espacios de recreación y encuentro.


Escrito por Felipe De la Cerda E. 
Fotografía principal cortesía de equipo ganador

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