1 De Haro: El primer edificio construido con estructura de CLT en San Francisco

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28 de Diciembre, 2022

Liviano, sostenible, eficiente y con una estética cuidadosamente estudiada, el edificio 1 De Haro en Estados Unidos destaca por su transparencia que deja ver las atractivas losas de madera de su estructura.

En el corazón del distrito SOMA Design, en San Francisco (Estados Unidos), se alza el edificio conocido como 1 De Haro. Con estructura de madera maciza contralaminada, es el primero construido en la ciudad con este material, y la primera edificación en altura con CLT en toda California. Se trata de un sistema constructivo aún no muy desarrollado en Estados Unidos, aunque las normativas en cuanto a sistemas de madera en altura están comenzando a cambiar, abriendo el camino a futuras propuestas.

Terminado de construir en el año 2021, alcanza una altura de 18m con sus cuatro pisos de altura, entre los que se reparten 134.000 m2 de superficie construida. Está dedicado a usos mixtos de oficinas en los pisos superiores y usos industriales livianos de carácter creativo en la planta baja y entrepiso. Responde a una zonificación única de San Francisco, denominada “PDR”, que obliga a dedicar 1/3 de la superficie al fomento de actividades innovadoras. De este modo, se pretende integrar edificios industriales en el tejido de la ciudad.

Los desarrolladores  de la obra fueron SKS Parterns y el proyecto estuvo a cargo de la firma Perkins&Will, con Peter Pfau al frente del diseño. La obra combina tanto en su estructura como en su estética, hormigón, acero y madera, con encuentros muy cuidadososo y sutiles, ofreciendo una imagen contemporánea y minimalista, donde lo industrial no está reñido con la calidad interior que aporta la madera vista.

La madera contralaminada como insignia del proyecto

La estructura se pensó en madera desde el inicio, ya que la deficiente calidad del suelo exigía una estructura liviana. El sistema de entramado de dicho material permitió construir con un peso un 30% inferior a una estructura equivalente de hormigón, al reducir la cantidad de pilotes necesarios. 

Sobre la cimentación y como base del entramado estructural de los pisos superiores, el edificio se alza sobre un basamento de hormigón que configura el espacio dedicado a los usos específicos de la planta baja. Con 6m de altura libre, el espacio se adapta muy bien a los requisitos espaciales del concepto de PDR. 

La solidez de la parte inferior contrasta fuertemente con la liviandad de los pisos superiores / Nordic

La planta se encuentra modulada por una retícula de pórticos de pilares y vigas de madera laminada. Estos elementos, completamente prefabricados, se unen entre sí con precisión mediante ensambles y se hallan asegurados con conectores de acero integrados. Esta precisión de los encuentros, en gran parte expuestos a la vista en los interiores, confieren al espacio una apariencia nítida y estudiada, en palabras de Pfau.

Sobre este soporte se apoyan las losas, también prefabricadas, de madera contralaminada. Gracias al hecho de que las vigas se alojan en un hueco en la parte superior de los pilares, la losa se posa limpiamente a ras sobre las mismas, permitiendo maximizar la altura de cada planta. Enfatiza además esa sensación de limpieza en los encuentros.

La producción de los componentes se realizó con unas estrictas tolerancias dimensionales, inferiores a 1/16 de pulgada, lo que permitió una mayor velocidad de montaje; se llegó a alcanzar la llamativa cifra de 3.000m2 por día.

Un muro cortina envuelve la estructura de CLT

Con estructura de madera maciza contralaminada, es el primero construido en la ciudad con el material / David Wakely

La envolvente es un muro cortina conformada por perfilería de acero. Para minimizar el impacto de la radiación solar en este frente vidriado, se incorporan parasoles móviles de láminas de madera. Estos paneles no sólo ofrecen protección solar, sino que también se suman a la calidez del espacio aportada por la madera natural vista de toda la estructura. El ambiente generado es muy diferente al que nos tienen acostumbrados este tipo de edificios de oficinas. 

La solidez de la parte inferior contrasta fuertemente con la liviandad de los pisos superiores. Las losas de madera maciza parecen flotar dentro de la transparencia del muro cortina que las envuelve, mostrándose con una contundencia deliberada.

Esta potencia se ve acentuada por la geometría propia del lote donde se inserta, de forma triangular con marcados ángulos. De día la transparencia de sus fachadas nos deja ver el protagonismo de la madera y por la noche, el muro cortina iluminado destaca aún más la presencia dominante de la obra en su entorno. 

“Es increíble lo hermoso que es. No tienes que invertir dinero para tapar una construcción fea, sino que simplemente celebras la belleza de la madera y la artesanía detallada”, describe su creador.

La sostenibilidad como parte del proceso proyectual

“La elección del material permite que las aspiraciones, el carácter y la sostenibilidad se combinen”, dicen sus autores / D.W.

La sostenibilidad del proyecto le aseguró la certificación LEED Gold, una de las más prestigiosas a nivel internacional. Ésta valora el impacto medioambiental del mismo a lo largo de toda su vida útil, desde su diseño hasta su demolición, considerando todo el proceso de producción así como posibles intervenciones posteriores.

La madera empleada proviene de Canadá, extraída de bosques certificados por el Forest Stewardship Council. Nordic Structures, desde su base en Montreal, ha sido la empresa responsable de la producción de los elementos de madera maciza. Finalmente, se trasladaron en ferrocarril hasta el lugar de la obra. 

Los proyectistas calcularon que en todo el ciclo vital del edificio, éste ofrecería una reducción del 51% en su huella de carbono comparado con un sistema basado en hormigón armado tradicional, lo que equivale a 2.500 toneladas de CO2. Uno de los motivos de subrayar la madera vista es precisamente llamar la atención sobre la importancia de construir de manera sostenible.

No sólo se tuvo en cuenta todo el proceso de producción de la madera. También se incorporaron al proyecto otros sistemas pasivos para mejorar la eficiencia energética, como la cubierta verde, un sistema fotovoltaico en la azotea, además del sistema de protección solar ya mencionado.

Para concebir un edificio sostenible debemos considerar todos los aspectos del mismo de manera global: el impacto en el medio ambiente, pero además aspectos, económicos y sociales. En este sentido, el CLT es el material más adecuado para resolver todas las variables. Resulta económicamente más rentable al reducir tiempos y mano de obra. Y sus conocidos atributos de calidez, organicidad, de conexión con lo natural, provocan una clara mejora en el bienestar del usuario.

“La elección del material permite que las aspiraciones, el carácter y la sostenibilidad se combinen de manera integral para crear un entorno construido que se vea y se sienta bien”, explica la Gerente de Proyectos de Perkins&Will, Lee Ishida.

Otros aspectos destacables en la ingeniería de la obra

El proyecto estuvo a cargo de la firma Perkins&Will, con Peter Pfau al frente del diseño / D.W.

Como siempre que hablamos de edificios en altura construidos en madera, las problemáticas como la aislación acústica y la protección anti-incendios se deben tener en consideración para adecuarse a las normativas locales de construcción, en muchos casos, no adaptadas a la construcción en madera.

En cuanto al aislamiento, se mejoró el rendimiento de las losas de CLT incorporando una alfombra acústica, además de una ligera losa de hormigón, material con grandes propiedades aislantes gracias a su masa.

La protección ante los incendios, por su parte, se diseñó en colaboración con el departamento de bomberos local. Se dotó todo el edificio con un sistema de rociadores que garantizan la evacuación en los tiempos previstos.

Asimismo, en un lugar tan activo sísmicamente como es el área de San Francisco, el cálculo de la estructura debía responder a las ordenanzas reguladoras al respecto. Para ello, se incorporaron tirantes de acero en los pórticos, reduciendo así el pandeo de los elementos estructurales en caso de terremoto.

En conclusión, nos hallamos ante una edificación que logra aunar eficiencia estructural con respeto al medioambiente y el carácter industrial con la calidez del ambiente interior. Un proyecto donde los detalles fueron minuciosamente calculados, pero que a la vista se nos muestra con aparente sencillez y sinceridad en el uso de los materiales.  


Escrito por Ruth González-Miró Pérez
Fotografía principal cortesía David Wakely

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