13 de Febrero, 2023
Woodnic es una iniciativa nacional de creación y producción de objetos de madera de uso cotidiano. Está ubicada en Villarrica y la lideran el ingeniero forestal Patricio Toledo y la arquitecta Katherine Martinez.
Las primeras líneas creativas de la compañía fueron enfocadas en objetos de baño, de cocina y de escritorio. Ahora quisieron ampliar el camino y convocaron a un equipo de trabajo integrado por Yulisa Mosqueira, Diseñadora Industrial de la UCT y Maria Jesús Gatica, estudiante de diseño industrial de la PUC. El equipo es complementado por Felipe Lorenzini, emprendedor y diseñador Industrial de la PUC y Josefa Rozas, estudiante de comunicación audiovisual de la PUC.
El grupo, inspirado en los procesos naturales que se dan en los bosques, comenzaron su trabajo creativo con la meta de lograr los primeros MVP (Producto Mínimo Viable) este año. Para potenciar la creatividad de los estudiantes y conectarlos con el origen, el equipo de Woodnic los lleva a la naturaleza. Luego de eso empieza el proceso creativo.
“El objetivo básico era que a través de una historia, un juego lúdico, se permitiera a los niños tomar los primeros contactos con la madera, desde el punto de vista de la importancia del material, sus propiedades, textura y acústica. Queremos sembrar hoy desde la infancia, el amor por la madera que se mantendrá en estas nuevas generaciones”, explicó Patricio Toledo, ingeniero de Woodnic.
El nuevo juego que Woodnic actualmente está desarrollando estará dirigido a la niñez temprana -entre los 3 a 5 años de edad- y se buscará posicionarlo en jardines infantiles, Kinder Garden y en los hogares de las familias.
“La idea es potenciar el juego simbólico. Es decir, simular situaciones, objetos y personajes que no estén presentes en el momento del juego. Algunos de los beneficios que aportan al desarrollo del niño son comprender y asimilar el entorno, aprender y practicar conocimientos sobre los roles establecidos en la sociedad adulta, desarrollar el lenguaje (ya que los niños verbalizan continuamente mientras juegan solos o acompañados) y por último, favorecer la imaginación y creatividad. Además, queremos usar las ventajas sensoriales de la madera: tacto, aroma, estética”, apuntó Patricio Toledo de Woodnic.
Para Woodnic, “las propiedades de la madera la posicionan como el material del siglo XXI, ya que es el único que en vez de emitir carbono a la atmósfera en su producción, retira carbono y lo almacena en cadenas de celulosa en el proceso de fotosíntesis, liberando oxígeno. Vemos una oportunidad en potenciar el uso en objetos basados en la naturaleza y recursos renovables, que sean preferidos por consumidores conscientes”, explicó Patricio Toledo.
A futuro, la compañía especializada en madera sueña con que este material esté presente en cientos de hogares, como una acción en beneficio del medio ambiente. La ambición en términos de impacto es grande y en amplios sentidos.
“Desde el punto de vista del producto, nos interesa lograr el mayor alcance posible, ya que es nuestra forma de educar y transmitir el amor por la madera. También nos entusiasma la idea de que estos juegos -así como otros objetos que desarrollamos- duren muchos años y puedan ser traspasados entre las familias. Cada uno de estos objetos es carbono capturado y preferirlos (por sobre una alternativa plástica) es un aporte al medio ambiente. Creemos que cada vez hay más consumidores que buscan productos de origen, materiales, diseño y fabricación locales, y los prefieren por sobre las alternativas importadas que hay en el mercado”, sostuvo el innovador.
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