7 de Marzo, 2023
IWI es un proyecto arquitectónico que ofrece al usuario un espacio habitable que se adapta a su estilo de vida. Se trata de un producto desarrollado y patentado en Ecuador por los arquitectos Juan Ruiz y Amelia Tapia. El espacio habitable es construido en madera mediante producción digital de corte por control numérico (CNC milling), creando un producto industrializado que permite su universalidad, producción en serie y fácil montaje y desmontaje.
El espacio se extiende o comprime, según las necesidades del usuario. Al comprimirse, se comporta como un mueble o estantería. Al extenderse se convierte en un espacio habitable que contiene todo lo necesario para cumplir con sus diferentes funciones, como oficina/despacho de trabajo, estudio de yoga, espacio de relax, taller, sala de reuniones, cuarto de huéspedes, etc. Permite la flexibilidad de uso tanto en su interior, como el aprovechamiento del espacio exterior (al comprimirlo), mostrándose respetuoso con el entorno.
Los arquitectos experimentan con un espacio mínimo pero equipado y pensado al milímetro para que cada experiencia sea única y confortable. A través de dos módulos conectados por una estructura plegable se modifica el espacio, al comprimirlo o descomprimirlo. El módulo posterior, está constituido por un ̈mueble ̈ con todo lo necesario para el uso del espacio, sillas, mesas, cajones, estanterías, etc. Además, contiene todas las instalaciones que cada uso determine, como lavabo, iluminación, toma corrientes, interruptores eléctricos, etc. IWI permite su uso “On grid” u “off grid”, dependiendo del lugar donde se sitúe. El módulo frontal es el ingreso al espacio y se desliza sobre ruedas, desplegando la estructura tipo “acordeón”, que es recubierta con un textil.
En este caso concreto, IWI se asienta sobre una terraza en el Norte de Quito, orientándose al oeste, con vistas a la ladera del volcán Pichincha. Su uso específico es de estudio o lugar de trabajo. El espacio cuenta con todo lo necesario para un lugar de trabajo para dos personas. El módulo posterior, contenedor de las instalaciones y mobiliario necesario, está pensado al milímetro para que albergue todos los elementos necesarios para su función. Este ̈mueble ̈ contiene dos mesas y dos sillas, espacio para impresora, cajones, estantería y además un espacio de cafetería con lavabo oculto. También incluye las instalaciones eléctricas y de agua, listas para conectarse a la red existente.
El espacio de la terraza no se pierde, se transforma, dando espacio exterior o espacio interior según la actividad que se realice. El habitáculo se puede extender completamente, teniendo un espacio para 2-4 personas. Se puede extender a la mitad, dejando espacio exterior para realizar cualquier otra actividad al aire libre, o se puede cerrar completamente y usar todo el espacio exterior.
Ver más sobre: