La escuela de danza de Mario Cucinella que contagió belleza

PORTADA nido exterior©Bellipario_Geraldina

8 de Marzo, 2023

El proyecto representa la resiliencia de toda una comunidad que se levantó luego de un sismo. En palabras del arquitecto Mario Cucinella, gestor de la Escuela de Danza de Reggiolo: “La arquitectura de calidad promueve valores como la ecología, la calidad ambiental, la innovación, la sostenibilidad y da valor al territorio creando una nueva empatía con el paisaje. ¡La belleza es contagiosa!”, señaló.

 

La Escuela de Danza de la localidad de Reggiolo, Italia, destaca con sus volúmenes en madera.  La construcción reemplazó a la anterior obra destruida por un terremoto el año 2012 que azotó a Reggiolo, ubicada en Emilia Romagna, región del noreste italiano. 

El proyecto fue uno de los cinco surgidos del “Workshop Ricostruzione”. Esta iniciativa tuvo como objetivo la reconstrucción del territorio y de edificios públicos destruidos. 

El responsable del proyecto arquitectónico fue el estudio de Mario Cucinella Architects.  Junto con 6 jóvenes arquitectos e ingenieros del taller “Construir para Reconstruir” desarrollaron esta obra con el foco puesto en la seguridad antisísmica y medioambiental. Una arquitectura de calidad orientada hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética.

Sencillez con fuerza expresiva

El edificio se compone principalmente de dos volúmenes conectados entre sí. El cuerpo principal alberga la sala de danza y se conecta con un prisma que alberga vestuarios y servicios. En la pieza de conexión se encuentra la entrada y la recepción. En total suman aproximadamente 500 m2.

La imagen del edificio la confiere el entramado de listones de madera que envuelve al volumen principal de la sala de danza. Se trata de un guiño a la tradición local de producción artesanal de cestos de mimbre. También ayuda a conectar al edificio con su entorno de manera conceptual, al estar situado en una zona de transición entre la ciudad y el campo.

Esta pieza principal consiste en una caja ortogonal de estructura de madera laminada. Envolviéndolo, aparece una segunda piel, independiente. Es un sistema curvo de pantallas que genera una planta ovalada. Entre las dos paredes, surgen dos jardines en los espacios intermedios. La visión de los jardines confiere intimidad al espacio interior y, al mismo tiempo, la trama de madera lo protege de la luz solar directa.

Luz al interior del espacio va cambiando durante el día, así como en el transcurrir de las estaciones del año. El efecto se invierte durante de la noche, cuando la obra pasa a convertirse en un foco de luz, una linterna de tramas que sirve de punto de referencia para el territorio circundante.

 

Una estructura en madera laminada

La estructura de la sala de baile está realizada íntegramente con vigas y pilares de madera laminada. Los pilares se sitúan perimetralmente y sostienen el entramado de vigas dispuesto de manera diagonal. 

Esta disposición oblicua tiene una explicación antisísmica y al mismo tiempo dota a la sala de una imagen propia. La conexión entre los diferentes elementos, así como la unión de los pilares con los cimientos, se realiza mediante conectores metálicos. 

Los elementos estructurales principales son piezas de madera laminada GL24H con una medida de 160x680mm. Se trata de un sistema estructural basado en el conocido “platform frame”. Es muy apropiado para cubrir grandes luces, permitiendo un interior diáfano y flexible además de un óptimo funcionamiento sismo resistente.

Los elementos de cierre, tanto de muros como de techo, se apoyan sobre panelería de virutas de madera orientadas (OSB) de 15mm. 

Dos de las paredes de este espacio son ciegas. Sobre montantes de madera de roble, se colocan  espejos y mobiliario de madera de abeto, respectivamente. Y las otras dos fachadas son totalmente acristaladas, permitiendo la visión hacia los jardines interiores.

 

Sostenibilidad ambiental

 

Una de las características principales del proyecto es su enfoque sostenible. Placas fotovoltaicas, recuperación de aguas pluviales o un elevado aislamiento térmico, son algunas de las estrategias bioclimáticas utilizadas. Todo ello para reducir el consumo de energía y optimizar el confort interior.

Uno de los sistemas pasivos utilizados es la ventilación natural a través del techo. El falso techo de madera oculta el sistema de ventilación. Los huecos practicados en el mismo dejan pasar tanto la luz cenital como el flujo de aire.

La gran calidad de la solución arquitectónica le valió al equipo de proyecto el reconocimiento de varios premios, entre los que destaca el “European Sustainability Award”.


Escrito por Ruth González-Miró Pérez

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