29 de Mayo, 2023
En el pueblo japonés de Toga, la mayoría de los 600 residentes tienen más de 65 años, lo que pone a la comunidad en riesgo de desaparecer lentamente. Esto, y el hecho de que la región se encuentra en un lugar con mucha vegetación, impulsó la idea de crear el prototipo de una casa de huéspedes que fuera fácil de erigir y pudiera atraer visitantes, tal vez gente joven que quisieran pasar tiempo con sus parientes mayores.
El concepto -desarrollado por Vuilt Architects- busca el uso de madera local que se corta en el aserradero ubicado en el pueblo que cuenta con una máquina CNC recientemente desarrollada. Los frontones están orientados al norte y al sur, con los costados paralelos a las montañas circundantes, lo que brinda protección contra el viento y asegura una buena ventilación y luz natural.
El edificio está diseñado para que incluso aquellos sin experiencia puedan ensamblarlo, y esto le ha dado al proyecto una dimensión social, con los residentes uniéndose para ayudar. No se necesita andamiaje y el kit consta de más de 1000 piezas de madera y el mismo número de conexiones.
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