En el estado de Pelgulinna, este edificio fue desarrollado por el arquitecto Must en donde el 85% de la estructura portante del edificio es de madera, además de 3.600 m2 de revestimiento y 33 km de elementos estructurales con este material.
Desde 2012, se han establecido en Estonia un gran número de escuelas secundarias superiores estatales para garantizar la disponibilidad de una educación secundaria superior de calidad en todos los condados.
Los cambios están siendo impulsados por una disminución en el número de alumnos y el consiguiente deseo de utilizar los recursos sabiamente y detener el flujo de niños de los condados a las ciudades más grandes. Inaugurada en 2023, la escuela secundaria superior estatal de Pelgulinna es la 26° escuela que se completa.
El concurso público de arquitectura lo ganó el arquitecto Must, cuya visión era crear una de las estructuras de madera más grandes de Estonia. “La escuela secundaria superior estatal Pelgulinna está orientada al medio ambiente y para nosotros era importante crear un vínculo orgánico entre el entorno espacial y la dirección de aprendizaje de la escuela a través de la elección de los materiales”, dice uno de los arquitectos del edificio, Ott Alver. “El 85 % de la estructura portante del edificio es de madera, además de 3.600 m2 de revestimiento de fachada y 33 km de elementos de estructura de madera”.
La madera se ha utilizado de muy diversas formas en el proyecto de construcción de la escuela y está bellamente expuesta. La madera se utiliza para paneles acústicos y perfiles triangulares reflectantes del sonido; los paneles de madera contralaminada para paredes, tabiques y techos; los techos de cassette, el revestimiento de fachada y el marco de la doble fachada. Los materiales de acabado son madera clara con un tono grisáceo, lo que confiere al edificio un aspecto general natural.
La estructura de pino termotratado de la fachada es la tarjeta de presentación del edificio. Un trenzado de madera, de casi un metro de profundidad, ayuda a romper los estrictos límites entre el interior y el exterior de la escuela. El marco está diseñado para no restringir las vistas desde el interior, sino para bloquear la mayor cantidad de luz solar posible desde arriba y desde los lados. Las aulas necesitan mucha luz natural, pero en los días soleados es necesario controlar su intensidad. Además, en las grandes fachadas de cristal se utilizaron cortinas de seguridad exteriores que se activan con la luz solar.
El marco que cubre la fachada de la escuela está hecho de un solo perfil de sección transversal, y la complejidad de este trenzado proviene de la repetición de un solo elemento: el perfil de madera se instala en un ritmo fijo horizontal y vertical. Además de cubrir toda la fachada del edificio, la estructura de madera laminada continúa como un banco de 300 metros de largo alrededor del edificio de la escuela.
Como la madera debe durar al menos entre 25 y 30 años, una fachada compleja y tridimensional plantea un desafío para los productos y materiales. En el caso de la doble fachada, se hace hincapié en garantizar la máxima resistencia a la intemperie. La vida útil requerida la proporciona a la madera el retardante de fuego aplicado en cámaras de vacío mediante el método de alta presión. Para las uniones de perfiles de madera se han utilizado espaciadores roscados con el fin de conseguir una mínima superficie de contacto. Todas las fijaciones de fachada son de acero inoxidable y los extremos superiores de los perfiles de madera están cubiertos con tapas de tablero compuesto.
Los arquitectos comentan que la Escuela Secundaria Superior Estatal de Pelgulinna se diseñó utilizando lo que aprendieron al experimentar con proyectos de edificios públicos anteriores y reuniendo soluciones probadas.
