Foto: Pedro Quintana
Foto: Pedro Quintana
En medio de sus ires y venires de Santiago de Chile al mundo, la arquitecta Cazú Zegers abre un espacio de conversación con Madera21. Se explaya respecto de su mirada, que sitúa a la humanidad en el tránsito de un sistema egocéntrico a uno ecocéntrico, en el que la madera se levanta como el material que revoluciona y actualiza la industria de la construcción alineándose a las exigencias del siglo XXI. Nos cuenta de sus actuales proyectos y de la monografía “Arquitectura en territorios poéticos” a lanzarse en octubre en Rizzoli Nueva York y, en fechas por confirmar, en el Museo MAXXI de Roma y en Chile.
Foto: Marcos Zegers
“No solo se trata de ser sostenibles, sino de la regeneración y recuperación del hábitat. De volver a crear con belleza y amor, para un nuevo mundo, el que perdimos por falta de conciencia”, dice Cazú desde el Aeropuerto Internacional Viru Viru, en Santa Cruz de La Sierra – Bolivia, donde se encontraba defendiendo la propuesta para las nuevas oficinas corporativas de ANAPO (Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo), “el que estamos proponiendo sea enteramente en CLT”, nos comenta.
Y es que Cazú Zegers, una de las arquitectas chilenas más destacadas y premiadas, no sólo es posible definir por su oficio, también por su conceptualización y por la intención que pone al crear, por la sensación que imprime en sus obras, cruzando -en sus propios términos-: “la palabra poética con el territorio y el encargo”. Para Cazú “el lugar siempre habla y trae una dimensión poética que recojo y materializo con el ‘material del lugar’, que en la mayor parte de los casos es madera”.
Destaca la “vocación maderera” de Chile, anclada en las añosas construcciones de las celebradas iglesias de Chiloé, en la región de Los Lagos. “Los sacerdotes jesuitas que las construyeron, traían los diseños desde Europa de iglesias en mampostería o piedra, pero acá se encontraron con el bosque nativo y los huilliches que manejaban el material de forma magistral e hicieron sus iglesias con el material del lugar y la mano de obra con sus saberes locales, creando estos edificios que hoy son patrimonio de la humanidad”.
Foto: Marcos Zegers
El nuevo paradigma de la arquitectura del Siglo XXI
Alineada con el planteamiento del arquitecto británico Alex de Rijke, que sostiene que, como material representativo de una era, la madera/ CLT es al Siglo XXI como el hormigón fue al Siglo XX, para Cazú la acción responsable desde el diseño arquitectónico en pos de desafiar el calentamiento global “está ligada a cambiar los hábitos de cómo hacemos las cosas. Y para mí, ese cambio de hábito pasa por los sistemas constructivos, el manejo de residuos. Nosotros como Estudio adherimos al llamado de los arquitectos ingleses a ser 100% sustentables architectsdeclare.com. Y todos nuestros proyectos los estamos planteando en madera industrializada y en CLT, dependiendo del caso”.
La renombrada arquitecta menciona que las credenciales medioambientales de la edificación en madera de alta tecnología revolucionan y actualizan la industria de la construcción, minimizando la huella de carbono del sector. Se trata, para ella, de un nuevo paradigma de la arquitectura del Siglo XXI, “un cambio completo en la forma como diseñamos y construimos nuestro hábitat. El planeta no nos sostiene más con la mentalidad depredativa y extractivista. Estamos pasando de un sistema egocéntrico de desarrollo a uno ecocéntrico, donde el ser humano no está arriba de la pirámide, sino es parte de un sistema complejo de relaciones ecosistémicas. Y en esto, la arquitectura y la construcción tienen mucho que aportar”.
Todo suma. El diseño, el artista, el oficio del artesano, el creador a menor escala. Ejemplo de ello es la pieza Alma de Woodnic. “Creo que el trabajo que hace Patricio Toledo – gerente general de Woodnic- desde el oficio del artesano que le aporta alto valor al desecho a través del diseño, y rescata maderas que serían quemadas o eliminadas, convirtiéndolas en piezas bellas para nuestra vida cotidiana, es hacia donde nos queremos mover como sociedad y como seres humanos”. Alma by Cazú Zegers – dice la artista- “habla de que todo en la naturaleza tiene un ser, un espíritu. Esto, los pueblos indígenas lo tienen clarísimo y es parte de su cosmogonía, los mapuches lo nombran como ngenechén. Además, se relacionan con los seres no humanos con respeto y devoción, cosa que los no indígenas no comprendemos. Si incorporamos esta conciencia, no podremos seguir teniendo mentalidad extractivista”.
Cazú es clara, “no solo se trata de ser sostenibles, sino de la regeneración y recuperación del hábitat”. Es por ello que se siente completamente en concordancia con el concepto de Nature Net Positive, que se vincula a la idea de frenar la pérdida de naturaleza y también, recuperarla reforzando los servicios que realizan los ecosistemas. Para ella se trata de “volver a crear con belleza y amor, para un nuevo mundo, el que perdimos por falta de conciencia. El Nature Net Positive nos devuelve al origen, pero con conciencia, volviéndonos así seres humanos respetuosos, conectados con todos los seres vivos, como una gran red, éticos, libres”.
Foto: Marcos Zegers
El presente de Cazú Zegers
La fundadora y directora del Estudio Cazú Zegers está comprometida en múltiples proyectos y en diversos entornos alrededor del mundo, haciendo proliferar la arquitectura como un acto de transformación social, explorando en madera y rompiendo paradigmas sobre lo que se puede hacer y lo que no, con este material. Llevando su oficio y la relación de éste con la poesía.
Actualmente y justo antes de ir a Bolivia a defender su propuesta para las nuevas oficinas corporativas de ANAPO, aterrizó en Santiago desde Ginebra, donde fue a formalizar el Jardín Memorial de la Cruz Roja, en recuerdo de los caídos en servicio y la crisis humanitaria, “proyecto que tendrá una etapa intermedia donde esperamos construir dos memoriales menores con la plataforma colaborativa educativa Andes Workshop”, puntualiza.
Y sus proyectos suman y siguen. “Estamos trabajando en un barrio piloto en CLT para un comité de vecinos de Maipú, que se organizaron para tener una ‘vivienda digna’ y me buscaron para ser su arquitecta, porque yo y mi estudio representamos los valores que ellos querían para su barrio y viviendas”. El trabajo se está realizando con la entidad patrocinante La Unión y junto a un equipo de estudiantes de arquitectura y arquitectos de la Universidad de Chile y otras, a quienes Cazú llama el “Chile Team”. “Sinceramente espero que este piloto demuestre que podemos hacer vivienda social de mucho más alta calidad, donde las familias puedan desplegar su vida”.
A su vez está armando la Casa de la Geopoesía de Keneth White en el condado de Beaumont Ardéche en Francia, junto a su Estudio – un ecosistema creativo multidisciplinario y diverso, como se definen-; están también trabajando en un hotel en Puertecillo y comenzando con un pequeño hotel boutique en Pucón. “A su vez – nos cuenta- lanzamos en abril nuestra alianza junto a RCM Modular, para ofrecer dos diseños de Tiny House, obras que se incorporan a una nueva categoría que hemos desarrollado dentro del estudio llamado ‘Leve by Cazú Zegers’”.
Foto: Gentileza de Woodnic
Arquitectura en territorios poéticos
Cerca de 250 páginas recopilan un trabajo íntimo de casi dos años. Impulsado por el escritor y editor de más de 150 libros y monografías de destacados artistas, Philip Jodidio, la monografía “Arquitectura en territorios poéticos”, recopila planos, dibujos, textos y fotos, además de materialización de conceptos de la obra de Cazú, desde el año 2000 en adelante. “Es un bello libro con fotos de Cristóbal Palma y Marcos Zegers. Cada capítulo se introduce con mi metodología de creación, que nace del cruce entre palabra poética, territorio y encargo -señala la arquitecta-. Metodología que he nombrado como ‘Tesis del Territorio’ y se basa en una progresión de la materialización de una idea en forma construida, progresión que nombro como gesto, figura y forma, donde el gesto siempre surge de la palabra poética”.
La monografía, de carácter internacional y escrita en inglés, realza el concepto que acompaña y distingue a Cazú. “Esa cifra poética que surge de la palabra, para mí es definitivamente la primera materia en la obra de arquitectura, aparece en la introducción manuscrita y en español, como una buena forma de conectar a las audiencias hispano parlantes”, dice.
El libro monográfico cuenta con un primer capítulo breve con tres de sus obras en hormigón, una de ellas seleccionada para representar el año 2000, por una publicación inglesa sobre arquitectura hecha por mujeres: “Cien años cien obras”, “el resto son todas obras en madera que representan este compromiso con la sostenibilidad y mi nueva forma de trabajo”.
Foto: Gentileza de Woodnic