Unión de paisaje y funcionalidad en los rodoviarios de La Junta y Puerto Cisnes

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24 de Abril, 2024

En la búsqueda del desarrollo de una arquitectura territorial, los proyectos para los terminales rodoviarios de las localidades de La Junta y Puerto Cisnes, en la Región de Aysén, proponen materiales naturales como madera y piedra, que permiten una construcción perdurable y adaptada a las distintas condiciones ambientales del lugar. El diseño de los arquitectos Cristóbal Tirado y Sebastián Hernández, toma las ventajas del uso de la madera laminada en pino radiata a favor de la rapidez de la ejecución de las obras y la disminución de los costos.

A casi 132 kilómetros de distancia se encuentran los terminales de autobuses de las localidades de La Junta y Puerto Cisnes en la Región de Aysén. Una distancia que en autobús se puede realizar en unas tres horas. ¿Qué encontrarán en común los pasajeros que sigan este recorrido? Los rodoviarios, ambos proyectos de los arquitectos Cristóbal Tirado y Sebastián Hernández, quienes se adjudicaron los concursos públicos realizados a fines de  2020 por la División de Transporte Público Regional del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Cisnes.

El sello de los dos terminales dice relación con que “su expresión y carácter hagan propio el contexto climático, geográfico y programático del lugar. Se trata de construir un Edificio Público Urbano, más allá de una pieza de infraestructura, se entiende el mismo como un edificio cívico, que acoge con dignidad una actividad pública principal”, como se señala en la memoria descriptiva del proyecto.

“Los proyectos de arquitectura, ingenierías y especialidades técnicas fueron terminados, incluida la aprobación de ambos permisos de edificación, a finales de 2022. Hoy, estamos a la espera de la aprobación del RS del Ministerio de Desarrollo Social, es decir, de la recomendación satisfactoria del sistema nacional de inversiones”, nos cuenta el arquitecto Cristóbal Tirado respecto de la etapa en la que se encuentran los desarrollos y complementa, “ambos proyectos responden a la necesidad de dar cumplimiento al plan de conectividad austral del Ministerio de Transportes, que busca lograr una adecuada integración regional, a través de obras que ordenen y concentren las actividades asociadas a la operación de buses rurales e interurbanos, con especial focalización en fomentar una mayor eficiencia en los servicios a través de mejoras funcionales, operacionales y urbanas, en especial en una región con tantas dificultades de conectividad como Aysén”.

La esencia de los proyectos

Desde el susurro de los viajeros que intercambian historias, hasta el bullicio de la vida urbana que se filtra desde las calles cercanas, cada rincón de un rodoviario respira la esencia del movimiento y la conexión. Y para Cristóbal y Sebastián, imaginar un escenario donde la espera y el encuentro sean protagonistas y se fundan con la inmensidad del paisaje de las localidades australes inspiraron el diseño arquitectónico de los terminales y su materialidad.

Al fusionar la funcionalidad con la belleza, la madera y la piedra emergen como protagonistas, impregnando los edificios con su calidez natural y su resistencia innata. La madera laminada de pino radiata se erige como la columna vertebral interna, “favoreciendo la prefabricación, rapidez de ejecución, y disminución de costos. Para los revestimientos interiores se consideran maderas de la región como lenga u otra similar”, señalan los arquitectos.  Mientras que una sutil estructura metálica secundaria se despliega oculta entre las capas de la cubierta, otorgando eficiencia y durabilidad, sin sacrificar la elegancia.

Pero más allá de su apariencia, estos edificios albergan un compromiso con el futuro, abrazando soluciones energéticas sostenibles que equilibran la ecuación entre la funcionalidad y el respeto por el medio ambiente. Cada detalle se ha pensado para perdurar en el tiempo, minimizando los costos de mantenimiento y garantizando una resistencia impenetrable ante el constante flujo de la vida urbana.

La Junta

Para el terminal de buses de La Junta, la propuesta arquitectónica se adapta armoniosamente a su entorno montañoso, ofreciendo una experiencia visualmente impresionante y funcionalmente eficiente. La cubierta del terminal se extiende majestuosamente, con dos amplias lucarnas que enmarcan las vistas de los cerros y permiten apreciar la cambiante belleza del clima patagónico.

En cumplimiento con las normativas establecidas para portales y veredas cubiertas, la altura del espacio se ha diseñado cuidadosamente, permitiendo el tránsito fluido de autobuses con una altura mínima de 4,2 metros. Esta elevación genera una primera cubierta que se ve atravesada por el patio de maniobras, creando un patio abierto que se integra orgánicamente con el entorno. Paralelamente, una segunda cubierta cubre el área interior del terminal, definiendo así su espacio propio.

La cubierta de esta zona se distingue por su diseño cóncavo, adornado con dos lucernarios que recorren todo el edificio, inundando los espacios interiores con luz natural y ofreciendo vistas panorámicas de los cerros circundantes. La lucarna que se proyecta hacia la plaza se eleva aún más, actuando como una linterna que destaca la presencia del terminal en el paisaje urbano. Además, se propone la instalación de un reloj, rindiendo homenaje a la tradición de los terminales de transporte y los edificios cívicos.

El diseño arquitectónico se caracteriza por su funcionalidad y líneas limpias, creando un conjunto que se integra de manera ligera y cívica en el entorno urbano. El pórtico normativo que rodea el terminal contribuye a esta estética, otorgando al conjunto un aspecto moderno y civilizado que enriquece el espacio urbano en su totalidad.

Puerto Cisnes

La propuesta para Puerto Cisnes considera el emplazamiento en una terraza elevada, extendida de norte a sur, que permita actuar como un mirador, que deleite a los pasajeros y turistas con vistas al Parque Río San Luis, la Bahía del Canal Puyuhuapi y el Cerro Gilberto.

El proyecto consta de tres cubiertas diferenciadas, dos de ellas con pendientes opuestas unidas por una gran canal central que define el eje longitudinal. A lo largo de este eje se distribuye el programa solicitado y se organizan los recorridos de los usuarios y sus medios de transporte. El programa cerrado se dispone en un volumen compacto bajo las cubiertas, con dos crujías y una circulación central.

La cubierta incluye una lucarna central para la entrada de luz a ambos lados de la canal. Además, se proponen dos verticales en los extremos, actuando como linternas urbanas visibles desde lejos.

Con un diseño que fluye sin obstáculos, los espacios de los rodoviarios de Puerto Cisnes y La Junta invitan a todos a participar en la experiencia, asegurando que cada individuo pueda moverse con libertad y dignidad gracias a la accesibilidad universal.

Imágenes: Gentileza de Cristobal Tirado y Sebastián Hernández

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