13 de Noviembre, 2024
Entre el 16 y el 19 de octubre, Ancud se convirtió en el epicentro de la reflexión y la creatividad en torno a la madera con el Primer Festival Creativo de la Madera: Ensambla Chiloé. Este evento, que tuvo lugar en el Museo de las Iglesias de Chiloé, marcó un hito al posicionar al archipiélago como un referente en la cultura de la madera.
Organizado por la Fundación de las Iglesias Patrimoniales de Chiloé y financiado por el Fondart Regional 2024, el festival tuvo como objetivo resaltar la importancia histórica y patrimonial de la madera, al mismo tiempo que promovió el diálogo sobre su uso sostenible y sus posibilidades innovadoras.
Con más de 400 años de tradición arquitectónica basada en la madera, Chiloé se alza naturalmente como el espacio para albergar un festival que celebre este material, tan profundamente ligado a su historia y cultura. Desde el período colonial, la abundancia de especies como el mañío, el alerce, el ciprés y el coigüe permitió a los habitantes de Chiloé desarrollar una identidad arquitectónica única, plasmada en herramientas, viviendas y las emblemáticas iglesias patrimoniales, reconocidas mundialmente.
En este contexto, el Festival Ensambla Chiloé surgió como respuesta a la necesidad de generar un espacio de discusión sobre los desafíos contemporáneos en la preservación del patrimonio maderero, en un contexto marcado por el cambio climático y la importancia del manejo sustentable de los bosques nativos. Este evento inaugural se concibió como un punto de encuentro para expertos, estudiantes, artesanos y comunidades, con el fin de proyectar un futuro sostenible para el uso de la madera.
Talleres, concursos y una feria llena de tradición
Las conferencias, talleres, feria, conversatorios y recorridos guiados por la ciudad de Ancud, atrajeron a un público diverso, desde familias hasta expertos, generando un espacio de aprendizaje y convivencia en torno a la madera. Fueron cuatro días de celebración de la cultura de la madera, con participantes de distintas regiones del país.
Entre las actividades más populares estuvieron las clases de técnicas de ensamblaje, el curvado de madera y la carpintería moderna, que permitieron a los asistentes explorar sus propias capacidades creativas.
El Concurso de Dibujo-Relato fue una de las iniciativas más emotivas del festival. Este certamen incentivó a los niños de educación básica a plasmar su relación con la madera a través del arte y la narrativa, conectándolos con las tradiciones chilotas desde una perspectiva lúdica. Los ganadores, provenientes de escuelas rurales, demostraron cómo la cultura de la madera sigue viva en las nuevas generaciones.
Además de las actividades prácticas, el festival ofreció momentos de reflexión a través de conferencias y paneles de discusión con expertos nacionales e internacionales. La proyección del documental “Ensamble Patagonia” complementó estas instancias, abordando la arquitectura chilota y su influencia en la región de Magallanes.
Por su parte, la Feria de la Cultura de la Madera, con la participación de 16 expositores, ofreció una ventana al mundo de los oficios en madera. Desde muebles y herramientas hasta esculturas y piezas artísticas, la feria mostró la versatilidad del material y su capacidad para adaptarse a diferentes usos y estilos.
Un espacio para las futuras generaciones de profesionales
El festival destacó por la participación de estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, la Escuela de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María y el Liceo Politécnico de Castro, con su unidad de Patrimonio, quienes se sumaron al intercambio de saberes reforzando la necesidad de alinear el desempeño profesional con las necesidades culturales y ambientales del territorio.
Entre las actividades realizadas por los estudiantes estuvo la construcción de un Quelcún -refugio tradicional chilote- realizado por estudiantes de arquitectura de la Universidad de Chile, que puso de manifiesto cómo las técnicas tradicionales pueden integrarse con la innovación para formar una base sólida para el aprendizaje práctico. Por su parte, la Universidad Federico Santa María colaboró con la muestra de un brazo robótico para carpintería, traído especialmente para la ocasión. Y, por último, los alumnos del Liceo Politécnico de Castro ofrecieron una muestra a escala de la desaparecida Catedral de Ancud.
El Primer Festival Creativo de la Madera: Ensambla Chiloé cerró sus puertas con la promesa de volver con nuevas ediciones, para celebrar y reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de la madera, y la conservación del patrimonio.
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