El edificio de madera contralaminada de cuatro pisos se convertirá en la sede permanente del Centro Oxford-India para el Desarrollo Sostenible.
El edificio Ratan Tata es la culminación de una década de amistad entre Somerville College y el presidente emérito del Grupo Tata, el Sr. Ratan Tata, en cuya memoria fue nombrado. La construcción se presenta como una gran oportunidad para expandir el espacio de enseñanza y aprendizaje de Somerville College, apoyar la investigación y articular su visión como comunidad académica sostenible y futurista.
El nuevo edificio, sede del Centro Oxford India para el Desarrollo Sostenible, priorizará la sostenibilidad, centrándose tanto en la reducción del carbono operacional como en la del carbono incorporado. Diseñado siguiendo los principios de Passivhaus, el edificio tiene como objetivo lograr cero emisiones de carbono en funcionamiento por lo que se construirá con madera contralaminada y un enfoque que priorizará la estructura y que incluye una envoltura hermética y altamente aislada, sistemas totalmente eléctricos, bombas de calor de fuente de aire y energías renovables en el sitio, incluidos paneles fotovoltaicos en el techo.
“Para reducir el carbono inicial, el diseño incorporará una estructura de madera masiva regenerativa con bajo contenido de carbono, con revestimiento que reflejará los edificios patrimoniales circundantes. El edificio Ratan Tata está diseñado para durar 100 años y más”, afirmó David Storring, director y jefe de sostenibilidad e innovación en Morris+Company.
A través del vestíbulo de entrada de cuatro alturas del edificio, se ha creado una ruta adicional hacia la universidad y el patio. La planta baja incluirá un espacio para eventos de usos múltiples y acceso público. Los niveles superiores albergarán ocho salas de tutorías, dos de seminarios, una Chai Ideas Room y alojamiento para becarios y académicos visitantes, así como una terraza en la azotea.
Diseñado para armonizar con el diverso contexto arquitectónico y patrimonial del Radcliffe Observatory Quarter, el reducido tamaño de la construcción requirió una solución espacial compleja para dar cabida a un programa intrincado, impulsado por una serie de curvas que extienden el edificio, con sensibilidad, hacia el paisaje circundante y las vistas clave.
La fachada del edificio se inspirará en la diversidad arquitectónica de su contexto histórico y se expresará a través de una serie de delicados parteluces. Su lenguaje arquitectónico es sobrio pero sofisticado, con sutiles guiños a su contexto. El diseño equilibra la sensibilidad hacia el entorno histórico con un enfoque de futuro, asegurando que el edificio “tenga su propio estilo” sin superar a sus distinguidos vecinos.
Nota original de Morris+Company
