Circuito Interactivo Lúdico humano y canino en azoteas de edificios con configuraciones que logran el movimiento corporal con cambios de ritmo, de libre interpretación, en donde se genera un espacio más amplio para mascotas y niños. Espacio personal para moverse y respirar, generar vitalidad, compartir y al mismo tiempo estar protegido.
Debido a las cuarentenas las personas han sido obligadas a encerrarse en sus viviendas por tiempos indefinidos y eso ha causado estrés y cansancio en ellas. Hemos llegado a concluir que las personas que viven en departamentos donde el espacio es chico son el principal problema de esto debido a que no tienen un patio donde salir o un espacio al aire libre para darse el momento de descansar y olvidarse de los problemas del día a día. Es por esto que hemos desarrollado esta propuesta de diseño en departamentos con espacios no tan amplios e incómodos para las personas, la cual incentiva el deporte o el movimiento y da una solución para estas personas que viven con escasos espacios al aire libre.
Entrando en detalles, la forma de la propuesta se ve muy relacionada al material que se debe usar, el cual es la madera. Esto se puede notar en la forma orgánica que lo caracteriza.
El circuito está dividido en cuatro distintos módulos y un módulo central el cual tiene la función de poder seguir con el circuito y generar las esquinas para así dar la vuelta completa en la azotea del edificio. Estos cinco módulos en total se repiten en los cuatro lados del edificio y así generar el circuito completo sin ningún quiebre. Cada módulo cuenta con distintas placas de madera las cuales van cambiando su forma para así generar esta forma orgánica. Al tener todas las placas que generan el módulo, estas cuentan con una mínima separación y se unen con una pieza metálica. Ya teniendo el módulo completo, este se encaja en una viga central también de madera, donde los módulos se desplazan con facilidad gracias al roce entre el metal y la madera.
