Casa El Pinar surge entre los árboles de un predio aún tomado por el bosque en el corazón de Valle de Bravo. El contexto marcó la directriz del diseño: nuestra prioridad fue generar un proyecto amable con el entorno y al mismo tiempo contundente en su lenguaje, utilizando técnicas constructivas que expresan que la madera laminada es una opción real y eficiente para la construcción de un futuro sostenible.
La accidentada topografía llevó a diseñar el proyecto en sección. Además de respetar los árboles preexistentes y utilizar el mínimo de área para el desplante, se escalonó el programa para evitar en la medida de lo posible la excavación y nivelación del terreno.
Se eligieron materiales sencillos y aparentes, mezclando la madera estructural de pino laminada (con certificación FCS y protegida con aceite) con conexiones de acero, un poco de concreto y piedra local. El lujo de la calidad espacial de cada una de las habitaciones radica en lo sutil del diseño, la autenticidad de los materiales y en la constante conexión con el bosque.
La pendiente del terreno sube gradualmente desde la banqueta hasta la pétrea base del volumen principal. Dicho sótano alberga todos los servicios. Una escalera integrada al exterior del sótano sube hasta el acceso en el primer nivel. Este nivel está conformado por una crujía orientada al sur (albergando la mayoría del programa), formada por marcos de madera estructural laminada de pino y algunos muros interiores recubiertos por triplay.
La fachada sur tiene ventanales de piso a techo, garantizando luz natural y la máxima captación posible rayos solares para contrarrestar el frío clima, siendo la madera un elemento esencial para el confort térmico. La conexión visual con la naturaleza resultante contribuye a la tranquila atmósfera del espacio.
La fachada norte consiste en un pasillo con muro ciego que conecta el área pública con tres habitaciones. Al otro extremo del volumen, un bungalow para visitas se conecta a la crujía por medio de la terraza.
El proyecto es simple y honesto en esencia. La estructura y los acabados no se separan, sino que se mimetizan; con sus líneas depuradas y sus pocos materiales, esta casa es un refugio sin ostentación que invita a reflexionar y contemplar.
Fue importante la implementación de sistemas de recolección de agua pluvial SPL y una planta de tratamiento TIM de reciclaje de aguas negras para el riego de las áreas verdes.
La madera como material constructivo es el único sistema constructivo con un balance negativo de emisiones de carbón, además de ser un material renovable. Aunque en México muchas comunidades buscan un manejo responsable del uso de la madera, cada año se pierden miles de hectáreas de bosques y selvas. Casa El Pinar apoya el uso responsable de alternativa que contribuye a retirar emisiones de CO2 de la atmósfera, además de promover el uso de madera certificada que permite la regeneración de bosques degradados por cultivos agrícolas. La sustentabilidad debe ser contemplada en todas los proyectos y tipologías, incluyendo la casa habitación.
