Conjunto habitacional Bajos de Mena

El Conjunto Habitacional Bajos de Mena busca abordar los problemas habitacionales y sociales de la localidad mediante una nueva concepción urbanística y arquitectónica que recupere la vida de barrio. La generación conceptual parte de la idea de crear espacios comunes que fomenten la vida comunitaria y la interacción entre los habitantes. Se propone una disposición de edificios que favorezca la privacidad de los espacios personales y que a la vez promueva la relación con el entorno.

La solución formal del proyecto se basa en la disposición de dos módulos de edificios que se desplazan en cada nivel, creando una morfología cambiante y ofreciendo características especiales a cada unidad habitacional. Esta disposición permite adaptar los espacios personales a las necesidades de los distintos habitantes y favorecer la diversidad dentro del conjunto habitacional.

Bajos de Mena es una localidad ubicada al sur poniente de la comuna de Puente Alto, con una población cercana a los 140.000 habitantes. Esta localidad carga con el estigma de ser un sector con altos índices delictuales, un alto porcentaje de familias vulnerables y un sostenido déficit habitacional. El terreno seleccionado colinda con los bloques construidos por la constructora Copeva en 1997, edificios célebres por su mala calidad en la construcción. A pesar de los años transcurridos, para los habitantes de Bajos de Mena los edificios siguen siendo sinónimo de mala calidad de vida y el 46,9% de ellos cree que los problemas de habitabilidad y entorno social se deben principalmente a los edificios. ¿De qué manera crear un conjunto habitacional en altura que ayude a vencer el estigma de Bajos de Mena?

El conjunto habitacional Bajos de Mena se ubica al sur del parque Juan Pablo Segundo, se disponen los edificios en el terreno buscando generar con ellos un resguardo del espacio urbano y a la vez favoreciendo las vistas hacia el parque y el asoleamiento de los departamentos, ningún departamento tiene su vista principal al sur, todos están dispuestos entorno al recorrido solar, las circulaciones se ubican en el sur, oriente o poniente según la disposición del edificio, se utilizan a su vez algunas estrategias pasivas a nivel de conjunto para mejorar las condiciones de habitabilidad. Se trabaja con dos módulos, dispuestos en un ritmo que se desplaza en cada nivel buscando con la disposición de las viviendas crear diversas condiciones que permitan la configuración de espacios personales adaptados a las necesidades de los distintos tipos de habitantes, creando una morfología cambiante que entrega características especiales a cada unidad.

Nuestra solución técnica se basa en el uso de CLT, compuesto por tablones de madera dispuestos en capas perpendiculares, permitiendo que trabaje de manera bidireccional similar a una losa de hormigón armado. Junto con esta estructura base se utilizan vigas de MLE que permiten reforzar y mantener la unidad estructural del conjunto sin sacrificar la transparencia que permite la comunicación visual de los departamentos con su entorno. Las vigas a la vez ayudan a soportar los volados que permiten la sensación espacial buscada para el edificio. La estructura de CLT es recubierta por un machihembrado de madera. Esta barrera ayuda proteger el CLT de las condiciones exteriores, aumentando su durabilidad y disminuyendo el costo de mantenimiento que tendría una reparación estructural, actuando como una primera cáscara de madera como vestigio de su interior estructural.

La innovación del proyecto radica en la incorporación de estrategias pasivas a nivel de conjunto y edificio, para mejorar la eficiencia energética de los departamentos. Baja transmitancia térmica de sus materiales, incorporación de invernaderos solares, ventilación cruzada y árboles que sirvan de sombra y barrera para el viento. El proyecto aborda también los problemas habitacionales y sociales de la localidad mediante una nueva concepción urbanística y arquitectónica que recupere la vida de barrio. Creando espacios comunes que fomenten la vida comunitaria y la interacción entre los habitantes. Se propone una disposición de edificios que favorezca la privacidad de los espacios personales y que a la vez promueva la relación con el entorno buscando la reparar una comunidad dañada, promoviendo el bienestar, la reconstitución de la vida de barrio y la democratización del confort térmico. Esta serie de soluciones se presentan como un modelo replicable en otras comunidades relegadas del país.