El barrio desde la Fachada

El barrio desde la Fachada: recuperar la fachada continua como estrategia de configuración, en un barrio 9x18.

El proyecto consiste en un pequeño condominio de tres pisos que, además de estar pensado para densificar y resolver la demanda de vivienda, busca ordenar y dar coherencia al barrio donde se emplaza. Ubicamos el volumen principal de la vivienda directamente frente a la calle, de manera que genere una fachada continua que sea capaz de entregar seguridad, privacidad e intimidad a las familias. Construidas a partir de elementos prefabricados, el diseño permite variaciones en planta para acoger distintas familias y programas.

La vivienda consta de dos volúmenes. Al fondo del terreno se construye un primer recinto, pensado para ser utilizado por la familia como vivienda temporal mientras se construye el volumen principal, y luego puede ser adaptado como negocio, taller, espacio común o vivienda de alquiler. La casa de tres pisos se ubica en la parte frontal del terreno, conformando el patio entre ambos cuerpos. La fachada es el elemento fundamental del proyecto. En base a ella se ordena la planta, concentrando las circulaciones y creando terrazas de acceso que garantizan la entrada de luz y conforman un lugar de encuentro. Su función es también refugiarse del ruido y de los peligros de la calle, siendo un espacio de transición entre el ámbito público y privado. Acercar la fachada a la calle beneficiaría tanto la seguridad de las familias como al orden de la ciudad, evitando la construcción de rejas sobre la vereda que dificultan la conformación de una imagen de barrio.

Población Santa Julia, Macul: Ubicada en el sector suroriente de Santiago, nace en 1964 a través de una política del Estado llamada “operación sitio”, donde se entregaron viviendas de emergencia en un contexto de periferia urbana. El trazado del barrio contaba con sectores comerciales y sectores de viviendas compuestos principalmente  por lotes  de 9x18 metros. La vivienda tipo CORVI (Corporación de la Vivienda) se emplazaba hacia atrás de los terrenos, consolidando una fachada de rejas en el barrio. Esto produjo un gran desorden hacia la calle, impactando en la imagen de barrio y en la percepción de seguridad de las veredas. El bario resulta idóneo para la microradicación debido a sus altos índices de hacinamiento y un alto promedio de permanencia por parte de los residentes (+40 años).

Desde el material, la casa busca aprovechar la madera tanto como un medio de construcción eficiente y estandarizada, como por sus cualidades estéticas. Desarrollamos un catálogo de paneles prefabricados con los que se optimizan los tiempos de construcción y que permite variaciones en planta. Con los pilares y vigas de la fachada se manifiesta una modulación constructiva, dada principalmente por las dimensiones de los paneles y que responde a las medidas de madera aserrada que se encuentran comúnmente en el mercado. De esta misma manera, los espacios interiores están determinadas en parte por el largo de los listones que utilizamos para las vigas principales. Todo esto queda manifestado tanto al exterior, con la modulación de la fachada, y al interior con vigas a la vista.

El diseño de estas viviendas pretende, desde la simpleza de su arquitectura, construir un edificio que sea lo suficientemente versátil y fácilmente replicable, para actuar como motor de regeneración urbana. Con este proyecto queremos forzar un cambio en el plano regulador de Santa Julia, para así fomentar la microradicación en la población y demostrar se puede mejorar la calidad del barrio.