En medio de la situación de pandemia COVID-19 se identifica la ausencia de un espacio para el trabajo en el hogar del oficinista promedio, ya que este fenómeno no permite disociar la separación entre actividades cotidianas respecto del trabajo, lo cual genera una irregularidad para mantener una continuidad y linealidad de las horas dedicadas a los quehaceres laborales respecto de los del hogar.
Esta problemática se origina desde que se estableció la primera cuarentena y la presente necesidad de mantener la producción laboral del empleado para evitar situaciones tales como el generar aglomeraciones de las oficinas tradicionales, traslados extensos y mayor contacto entre las personas. A partir de esto, se busca dar solución a tal problemática con la proyección de un centro de Co-Work que logra dar cabida a diversos espacios para la realización de teletrabajo y reuniones programadas para la comunidad como punto de encuentro.
La propuesta se desarrolla a partir de cuatro tipologías de estructuras parasitarias diseñadas a partir de un mismo módulo, las cuales complementan el programa exclusivo de vivienda que posee la Villa Frei con espacios no contemplados en el proyecto original como lo son oficinas libres de uso colaborativo o individuales, y salas de proyección y multiuso.
El proyecto posee una vinculación directa con los edificios de la Villa, utilizando una circulación continua a partir del segundo nivel que se vincula desde el centro de sus escaleras y el pasillo del edificio con un libre desplazamiento del usuario residente; en el trayecto del recorrido, se establece una secuencia de niveles intermedios que permiten crear áreas de uso de suelo liberadas, configurando de esta forma una relación de niveles entre sí con llenos y vacíos, los que -a su vez- permiten generar espacios de carácter privado y poseen una continuidad visual por la translucidez proyectual en la que se basa la fachada, convirtiéndolos en una luminaria que les otorga la cualidad de foco de trabajo.
El diseño del proyecto anclado se genera a partir de una estructura portante que es trabajada en base a la repetición y trabajo intercalado de módulos construidos en madera con un sistema de pilares y vigas, conformados por perfiles de madera de 3x3’’ y 2x5’’, junto con un empaquetado de piso que logra dar soporte y aislación a la estructura, cuyos componentes y formas se van modificando acorde al espacio destinado para cumplir con el programa y uso del usuario.
Para la fachada, se utilizan listones de madera de 1x2”, que conforman un entramado de ley distinto al de los módulos estructurales, sirviendo como soportes para la instalación de policarbonato alveolar de 4 milímetros de espesor como piel translúcida, con espacios de abertura vertical para poder ventilar el proyecto.
En cuanto al funcionamiento de la cubierta, mediante la misma materialidad de la fachada se crea una techumbre de dos aguas hacia el interior, creando así una estructura totalmente permeable para la luz natural; y, en medio de la caída de la techumbre, una viga tipo canal se encarga de retener y transportar el agua de lluvias hacia el exterior del proyecto.
