PRÓTESIS URBANA MÓDULOS TEMPORALES DE TRABAJO
El proyecto se ubica en la península de coquimbo, emplazado en el pericentro proyectado entre la zona residencial de la Parte Alta y el centro de la ciudad. Su geografía se caracteriza por considerables pendientes, estructuras rocosas y un tejido urbano sinuoso, aspectos identitarios de la ciudad portuaria describiéndolo como uno de los escenarios territoriales con más carácter e identidad cultural de la zona. Labrada por la naturaleza para ser recorrida a pie, esta franja de territorio alberga gran parte del ADN morfológico de Coquimbo. Viviendas asomadas al horizonte, senderos a modo de grietas urbanas, grandes zócalos y muros de piedra para contener el cerro, miradores naturales, techos habitables y patios abalconados, son el imaginario de la Parte Alta (Larry Cortes, 2017)[1]. Estos valores son opacados por problemas de deterioro y mala planificación dentro del sector, donde aparecen conflictos de accesibilidad, construcciones informales, variedad de sitios eriazos, escasez de equipamientos, y disociación de las actividades del centro cívico.
La elección de este sitio propone una rehabilitación del sector residencial de la parte alta de Coquimbo, que engloba una descripción urbana, arquitectónica, cultural, social y económica.
EL ANTEJARDIN BARRIAL DE COQUIMBO: LOS ZIGZAG COMO POTENCIAL ESPACIOS PARA EL TRABAJO
Se propone intervenir los zigzag debido a su importancia dentro de la trama barrial de la Parte Alta, en la que se caracteriza su espacio público como principal lugar de encuentro y sociabilización. Se reconocen como el entorno inmediato de las viviendas donde se desarrolla el diario vivir de la gente que lo habita. Bajo estas condiciones se proponen estos nuevos lugares de trabajo y espacios de intercambio creativo, que responden a las demandas de la contingencia actual.
El proyecto se plantea con la idea de prótesis urbana, configurándose como una red de módulos dispuestos en este antejardín del barrio, proponiendo mixtura de espacios, con recintos abiertos y flexibles que den respuesta a la contingencia actual. Consta de varios volúmenes que se amarran a la trama del zigzag que mediante el juego de llenos y vacíos dispondrán de diversos espacios para uso individual o grupal según la necesidad del usuario, esto se podrá lograr mediante su agrupación, conformando una simbiosis entre todos sus componentes (Grilla Reticulada, Modulo, Espacio público y Viviendas).
El proyecto se desarrolla estructuralmente como una grilla reticulada (organismo), la cual sostiene los módulos y las circulaciones del espacio interior construido. Este esqueleto de madera cumple el rol de unificar la totalidad de la obra, donde su permeabilidad y patios abiertos permite dotar de aire al proyecto entero, encontrando espacios con doble altura, intersticios entre la estructura y el recorrido existente.
El módulo se compone con la idea de piezas que se acoplan y colaboran entre sí, con el fin de ser un proyecto a escala humana, permitiendo que las mismas personas participen en su ejecución.
[1] Cortés, L. (2017). El pericentro de Coquimbo como escenario de renovacion estrategica. REVISTA AUS 19.
